Capítulo 43

2.4K 123 1
                                    

Este es el capítulo final, y se que tal vez no sea lo que muchas esperaban, pero la verdad es que no se como se hace un final :c. 
Me quebré la cabeza por mucho pero no salía nada.
Pero lo compensare con el Epílogo que subiré esta noche.
Porque si, habrá segunda parte. 

FIN DEL COMUNICADO, AHORA LEAN JAJA. 




Caín.

Ya habían pasado dos semanas de que mis pequeños habían nacido, ahora estábamos en casa. Ellos estaban como dos pequeños ángeles dormidos y yo los observaba atenta a que no se despertaran y lloraran, eran las tres de la madrugada y me había costado bastante tiempo para dormirlos, Jason estaba a mi lado acariciándome el cabello.

Los primeros dias habían sido los peores, yo no sabía qué hacer cuando despertaban y lloraban como si su vida dependiera de ello, no sabía si lloraban por hambre, porque les dolía algo o porque tenían sueño, fue una tortura pero logre sobrevivir, ahora ya habían pasado dos semanas y era mi logro más grande.

Todos estaban felices de tener a mis bebés aquí, ahora, con nosotros.
Jason estaba que no cabía de la felicidad y yo, bueno, yo me sentía la mujer más feliz de todo el mundo.

Tenía a toda mi familia conmigo, a mi lado, y aunque sabía que mi felicidad no duraría mucho tiempo a causa de nuestros enemigos, ahora, hoy por hoy, iba a disfrutar a mis seres queridos como si fuese mi último día. La vida consistía en subir y bajar, en ir y venir, en alegrías y tristezas, en muertes y vidas.
Y estar dentro de la mafia hacia las cosas más difíciles. En la mafia si no jodias, te jodian. Si no matabas, te mataban.
Dereck había desaparecido, es como si la tierra si lo hubiese tragado, pero todos sabíamos que tarde o temprano aparecería y nos daría un golpe fuerte, yo sabía que el que estuviera fuera de combate ahora era una mala señal. Pero yo no iba a permitir que volviera a dañar a mi familia, que nos quitará esta felicidad tan grande que ahora teníamos, así me costara la vida no dejaría que Dereck se saliera con la suya, siempre iba a dar todo de mi para que mi familia se encontraría a salvo. A salvo de las manos de Dereck Di Santo, pero del dolor tal vez no podría salvarlos.

5 años después.

Jason.

Duncan y Cailin soplaron las velas de su pastel, si, así es como mis dos pequeños se llamaban, ya 5 años habían pasado, 5 años de felicidad y de mucho trabajo.

Duncan corrió hacia Caín y ella lo levanto al aire, él era muy apegado a ella, y era una pequeña copia de Caín, Duncan era un pequeño ojiverde y pelirrojo.

Mientras mi pequeña Cailin era una hermosa castaña, ojiazul.

Era hermoso ver como nuestros pequeños habían sacado esa parte de nosotros, Duncan de Caín, y Cailin de mí.

Tome en brazos a Cailin y ella me dejo un beso lleno de pastel. Reí bajito y la abrace fuerte, me acerque a Caín y choque los cinco con mi campeón.

-Te amo.-le susurre a Caín.

Ella me miro divertida y me beso, Cailin y Duncan soltaron esa risita adorable de bebés.
Mis hijos se habían convertido en mi vida entera, junto con Caín me daban la felicidad que jamás creí tener.

La familia se nos unió y así todos fueron felicitando a mis dos pequeños, mientras nos dejaban de lado a los papás.

Abracé a Caín por la cintura y bese su frente.

-Lo estamos haciendo bien, cariño.-le dije.

-Siempre lo haremos bien Jason, tenemos muchos ángeles que nos cuidan y nos guían.-tomo mi mano entre las suyas.

-Me hubiera encantado que nuestras madres estuvieran aquí, con nosotros.

-Ellas están con nosotros y ahora mismo deben ser las mujeres más orgullosas porque sus hijos están haciendo lo correcto, porque lo estamos haciendo bien.

-Prométeme que nunca vas a dejarme.-le di la vuelta entre mis brazos y nuestros ojos se conectaron.

-Te prometo que si algún día me voy, siempre estaré contigo, aquí.-puso su mano en mi pecho, justo sobre mi corazón.

-Nunca quiero que te vayas, por favor.-suplique.

-Nunca te dejaré solo mi amor, siempre te voy a pertenecer.-me prometió.

Y con un beso sellamos nuestro trato, sabía que en la mafia la muerte era segura, y sabía que en algún momento iba a ocurrir algo que me separará de Caín o de mis hijos, sabía que en este negocio nadie estaba salvado. Pero ella siempre iba a estar en mi corazón y mente, así como yo estaba impregnado en ella. Nuestros cuerpos se pertenecían, nuestros corazones latían al unísono y nuestras almas eran una misma. Dicen que el amor todo lo puede, pero no puede contra la muerte. Pero siempre estará el recuerdo de la persona que amaste. Ella estará en tu corazón.

Regresamos junto a nuestra familia y las fotos no se hicieron esperar. Un recuerdo de cuando estábamos todos, de cuando estábamos unidos, de cuando éramos una familia, unida e invencible.

Todos los pequeños corrían de aquí para allá, los hombres tomamos cervezas y las chicas reían de sabrá Dios que cosa.

Tony y Hilary habían tenido a una pequeña princesa que se llamaba Clarissa, mejor conocida como Issa.

Cameron y Hannia también habían tenido una princesa, ella era la peor de todas, se llamaba Dahna. Y un chiquillo que se llama Alonzo.

Anne y Giovanny por fin estaban juntos y aunque él no era el padre biológico de Vera, la pequeña de Anne y André, él la amaba más que a nada en el mundo.

Peter había formado una familia con Olympia, si, la chica que trabajaba para Adam, ella controlaba a Peter y ahora ya no quedaba ni una pizca del chico malo que conocí. Ellos tenían un pequeño duende llamado Zac.

Adam y la madre de Anne tenían una relación y Caín estaba muy feliz, se les veía contentos.

Damián y Gucci querían adoptar a un pequeño pero aún no estaban seguros, por lo que viajaban y disfrutaban de su vida como una pareja sin hijos.

Bruno sólo había rentado un vientre para tener al pequeño Theo. Él no quería compromisos con una mujer pero quería sentir lo que era ser padre y debo decir que era el mejor de todos.

Mi hermano Stefano había conocido a una chica de New York. Natalia, así se llamaba ella. Se casaron y tuvieron a Alaric. Pero ella de un momento a otro desapareció de Italia, Stefano la busco por tres años pero hasta ahora sigue sin aparecer, eso lo destrozó.

Y así es como la familia fue creciendo, todos nuestros hijos son de aproximadamente la misma edad, parece como si todos nos hubiéramos puesto de acuerdo. Pero gracias a eso nuestros pequeños estaban creciendo juntos y eran los mejores amigos.

Cada uno había formado su familia, pero eso no había hecho que nos separáramos, al contrario, nos había unido más que nunca.

Y eso era perfecto.

Nada ni nadie nos iba a separar. ¿O sí? 

Caín. Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon