Capítulo 31

2.8K 156 4
                                    

Caín.

Desperté con un maldito dolor de cabeza, tenía unas ganas inmensas de hacer pipí, mi garganta estaba seca y mi estómago tenía retortijones.

Recordaba que Taylor había caído y yo le seguí. De ahí todo se había vuelto oscuridad, de ahí no recordaba nada.

Pero hace una hora desde que desperté, los chicos me habían venido a visitar y Tony había estado conmigo, me conto todo lo que había pasado después.

Mi papá y Jason habían asesinado a los hombres de los Di Santo, papá mató a Franco y Jason a Katrina. Él único que había logrado escapar era el hijo de puta de Dereck.

Jason aún no venía a verme y la verdad es que no sabía cómo iba a terminar todo esto, tenía la necesidad que atravesará ya la puerta, me tomara en sus brazos y me dijera que me amaba, que nunca se iría de mi lado, pero tal vez eso no pasaría, tal vez hoy sería por fin nuestra despedida.

Mi padre tampoco había venido a verme, no sabía por qué pero me imaginaba que la estaba pasando muy mal, pero no se daba cuenta que yo también estaba mal, que yo también necesitaba de él, hoy más que nunca necesitaba a mi padre. Porque si, Adam Russo era mi padre, siempre sería así, no me importaba que llevara su sangre o no, él siempre me había cuidado, él me había educado y nunca cambiaría el amor que sentía por él.

Me recosté sobre mi lado izquierdo, el lado contrario de la puerta y mire a un punto imaginario de la pared, los ojos comenzaron a pesarme y en pocos minutos me quede dormida.

...

Sentí como la cama se hundía por el peso de alguien, supe quién era por su fragancia, y por la forma en la que me abrazo por la cintura, su beso en mi cuello me lo confirmo, Jason estaba a mi lado.

-Hola nena.-dijo con esa voz ronca que tanto amaba.

-Hola.-susurre.

Me di la vuelta para verlo mejor, tenía un rastro de barba y una ojeras que me hicieron sentir culpable, seguro que había estado toda la noche aquí.

-¿Te sientes mejor?-pregunto.

-Eso creo.-sonreí un poco.

-Me diste un gran susto, no lo vuelvas hacer, por favor.-pego su frente a la mía.

-Jason, yo no...-me corto.

-No digas nada Caín, te amo ¿ok?, sin importar que, te amo, con toda mi alma. Nunca más pienso dejarte, cuando vi que ese cabrón te llevaba me quise volver loco, me volví loco, no quiero que nadie te toque, que nadie te haga daño, te amo y siempre te voy a cuidar, siempre.-lo mire con amor, me acerque a sus labios y los roce con los míos.

-Te amo.-susurre.

-Eres mi todo Caín, quiero pasar todos mis días a tu lado, quiero despertar contigo todos los días de mi vida junto a ti, quiero formar una familia a tu lado, quiero verte como le cambias los pañales a nuestro bebé.-dijo poniendo su mano en mi vientre.-Quiero ver todos tus cambios de humor cuando llegues a el mes donde tus hormonas se vuelvan locas, quiero darte todos tus antojos, aun cuando sea media noche.-lo mire extraña, si quería tener hijos con Jason, pero planear eso era demasiado pronto.-Todo eso lo quiero contigo nena, quiero escuchar cuando ella o él te llamen mamá por primera vez.-su mano en mi vientre se comenzó a mover de arriba hacia abajo.

Me dio la vuelta para que mi espalda quedara en su pecho y me acerco a él, su mano en mi vientre comenzó a moverse de arriba hacia abajo, de nuevo.

-Sé que tal vez no es el momento, sé que tal vez no estemos preparados para esto, pero sé que lo que viene será una gran bendición.-lo que decía Jason para mí no tenía sentido.-No importa como sea nuestra vida Caín, yo siempre los voy a cuidar, siempre van a ser mi prioridad, sé que la mujer es la que tiene que dar la noticia pero creo que está vez será distinto.-de verdad que Jason decía cosas sin sentido.-Estas embarazada nena, vamos a tener a un lindo bebé.-yo sentí mi cuerpo tensarse, mi pulso se aceleró, sentí mi boca seca. No lo podía creer.

Caín. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora