Defecto [ N.H.]

21- más allá...

El auto se detiene frente a unos árboles... donde se ve casi toda la ciudad, es hermoso, nunca había venido acá, me deje ganar, pues Niall es de chicago y conoce este lugar, y yo que soy de aquí... pero ese no es el punto. Abro la puerta del auto y me bajo, Niall hace lo mismo, caminamos hasta lo que parece el fin del camino.

La luces de la ciudad se ven esplendidas, miro hacia mi lado y ahí está el, su mirada es seria y firme, pero a la vez luce impresionante, pues en sus ojos se reflejan las luces. Saco mi teléfono y le tomo una foto rápidamente, planeo hacer un dibujo de esto.

— Eso parece acoso—murmura

— No es acoso, me gustan tus ojos... y bueno planeo hacer un dibujo

— Eres muy buena en lo que haces Maggy, tanto que mande a enmarcar el dibujo que me hiciste

— No es para tanto Niall

— Pues... para mí lo es, es algo pequeño, pero para mí tiene un gran significado, además me parece que esos pequeños detalles le dan sentido a mi vida

— Yo... no sé qué decir... pero bueno me alegra que te haya gustado

Una ráfaga de viento pasa, mi cuerpo se estremece pues es fría y me azota con violencia. Niall lo nota, me rodea con un brazo y me guía hasta el auto. El abre la puerta del copiloto y me ayuda a entrar tomándome por la cintura. Cierra la puerta del auto y quedamos solo, el calor entra por mi sistema y me alivia.

— ¿Qué pasa cuando no ves los defectos de alguien?—pregunto en un débil susurro

— Supongo que estas jodido... porque esa persona te puede lastimar

— Hmmm... una buena respuesta— porque realmente estoy más que jodida

Giro hacia mi lado y veo a Niall. Me acerco lentamente a él y me acomodo en sus piernas, de tal manera de que mis piernas lo aprisionen.

— Tengo tanto miedo de lastimarte Maggy, tengo miedo de perderte... creo que he sido vulnerable ante ti—susurra

— Siempre estaré ahí Niall, sin importar lo que pase... aparte de papá eres el único hombre que me ha defendido y ha enfrentado a Maximiliano sin miedo

— No me lo perdonaría si ese imbécil te llegase a poner un dedo encima

— Gracias Niall...

Le doy un beso corto y luego el atrapa mis labios en un beso más apasionado. Sus labios son suaves, y parte de su cara esta rasposa. Poso mis manos en su cuello y o atraigo más hacia mí. El posa sus manos en mis glúteos, y luego sube por mi espalda. Nos separamos y el me mira, su mirada hace que mi cuerpo se estremezca. Llega a mi cuello y toma los dos tangos de la braga, se guía hasta el cierre y la desabrocha.

— ¿puedo?—pregunta y yo solo asiento.

El me recuesta en el asiento del auto, se acomoda frente a mí y lentamente baja la braga, dejando al descubierto mi bóxer ajustado, que deja mucho a la imaginación. El baja el bóxer lentamente, y poco a poco su mirada se llena de una lujuria. Lo deja a un lado, y procede a introducir uno de sus dedos. De mi boca se escapa un gemido. Lentamente lo empieza a mover, mientras que mis caderas empiezan a seguir su ritmo, con el paso de los segundo introduce otro, y por ultimo un tercero.

Los mueve sin parar, me siento húmeda hasta decir no más, mi corazón late rápido y trato de no mirarlo directamente a los ojos o moriré de pena, me agarro de la tela del asiento para poder controlarme, muerdo mis labios, siento el orgasmo bastante cerca, tenía casi más de un año sin experimentar uno. Aprieto mi trasero y alzo mi cuerpo un poco, los gemidos son más incontrolables. Se acerca hasta mi rostro y no puedo evitar sus dominantes ojos. El sigue con su ritmo, mis piernas tiemblan y todo mi cuerpo se va desvaneciendo, me aferro a su espalda y finalmente suelto un gemido fuerte, avisando que he llegado a mi clímax.