Capítulo 7

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Durante los días siguientes, el señor y la señora de Lothlórien se enfrascaron en su investigación en la enorme biblioteca, rodeados de pergaminos y libros antiguos. Buscaban los medios para liberar a Keldarion de Jakarran y acabar con él. Pero hasta ahora no habían encontrado nada.

Gandalf el mago podría saber qué hacer, pero tardaría varios días más en llegar y no podían permitirse el dejar tanto tiempo a Keldarion atado a la cama. El príncipe estaba soportando continuamente la maldad de Jakarran y no podían dejarle sufrir más tiempo.

Jakarran resurgía de vez en cuando, burlándose de ellos. A veces soltaba un discurso largo y oscuro que nadie podía entender, maldiciendo a los elfos y luchando contra sus ataduras hasta que se dejaba caer de nuevo en el colchón, exhausto. Entonces Keldarion volvía en sí, perdido y asustado.

Durante todo ese tiempo Legolas se había negado a abandonar a su hermano. Se quedó con él, le daba de comer y beber y le acariciaba la cabeza para calmarlo. Lloraba constantemente al ver la difícil y desgraciada situación de Keldarion, al ver a un poderoso guerrero como su hermano reducido a tal grado de vulnerabilidad. Pero lo que más le hacía daño era la impotencia de su hermano.

Hacía rato que notaba que no dejaba de moverse. Keldarion tenía una expresión de frustración tremenda, señalándole su malestar.

"¿Kel? –le preguntó Legolas, preocupado-. ¿Te estás quedando rígido otra vez?"

Se había dedicado a frotar las muñecas y los tobillos de Keldarion de vez en cuando, así como sus hombros y pantorrillas para aliviarle los músculos tensos. El toque sanador de Legolas era mágico y Keldarion no sentía dolor a pesar de estar atado de esa forma. Pero era otra cosa lo que lo molestaba.

"¿Kel? –dijo Legolas otra vez cuando Keldarion no respondió pero apretó los dientes-. Dime, hermano. ¿Qué pasa?"

Keldarion no pudo mirar a Legolas a los ojos cuando respondió.

"Yo... necesito... err... Tengo que hacer mis necesidades."

Entonces se produjo un largo silencio. Keldarion, avergonzado, no quería ni imaginarse lo que Legolas estaba pensando. Pero entonces, para su sorpresa, Legolas se inclinó y le soltó los tobillos. ¡Sus piernas estaban sueltas!

"¿Legolas? –Keldarion lo observó con preocupación cuando se dirigió a soltarle las muñecas. El príncipe más joven se detuvo y lo miró, inseguro-. No, Legolas. No puedo asegurarte que Jakarran no volverá cuando me liberes."

Legolas bajó la cabeza.

"Pero tienes que..."

"Yo... puedo soportarlo" –dijo Keldarion con determinación, aunque no sabía cuánto sería capaz de aguantar.

Tras otro largo silencio, Legolas volvió a hablar.

"¿Kel? ¿Confías en mí?"

Keldarion se quedó pasmado.

"¿P... por qué lo preguntas? Claro que confío en ti."

"Entonces déjame ayudarte" –dijo Legolas con suavidad.

El príncipe mayor miró hacia otro lado, mortificado. Sabía exactamente a lo que se refería Legolas.

"No, está bien así, Legolas."

"Kel, soy tu hermano. No tienes por qué avergonzarte –Legolas agarró el hombro de Keldarion para reconfortarlo-. Además, has visto cosas peores de mí. ¿No eras tú el que me cambiaba los pañales cuando era un bebé?"

Keldarion no pudo evitar sonreír ante eso.

"Oh, sí. ¡He visto lo peor de ti, créeme! –después sacudió la cabeza-. Pero esto es distinto, Legolas."

"¿Por qué es tan diferente? Te has encargado de mí toda mi vida. Déjame devolverte el favor."

"Ya lo hiciste, Legolas, con tu amor y tu don de la curación. No puedo pedir más de ti."

Colocando las manos en las mejillas de Keldarion, Legolas se inclinó hacia adelante y apoyó la frente contra la de su hermano.

"Kel. Solo déjame ayudarte –dijo en voz baja-. No puedo verte sufrir solo por mantener la decencia."

Le llevó casi una eternidad, pero al final Keldarion le dio su consentimiento. Sonriendo ligeramente en agradecimiento, Legolas sacó el orinal de debajo de la cama.

****************

Thranduil se quedó confuso cuando giró el pomo de la puerta y vio que estaba cerrado desde dentro. Llamó a la puerta.

"¿Legolas?"

Miró a Arwen que estaba perpleja a su lado cuando Legolas no respondió de inmediato. Pero entonces escucharon pasos suaves acercándose a la puerta y el príncipe abrió.

"Oh. Hola, padre, Arwen" –entonces fue de nuevo hacia la cama y se sentó al lado de su hermano.

Thranduil se sintió aún más confuso al ver las mejillas ruborizadas de Keldarion, como si estuviera avergonzado por algo. El rey iba a preguntar, pero entonces vio el orinal cubierto colocado detrás de la puerta. Finalmente entendió lo que había pasado, así que obviamente no hizo ningún comentario, adivinando lo mal que se sentía Keldarion.

Tras sentarse en el otro lado de la cama, Thranduil se volvió hacia su hijo menor.

"Legolas, has estado encerrado en esta habitación durante dos días. ¿Por qué no vas con Arwen al jardín y tomas un poco de aire fresco?"

Legolas estaba a punto de protestar, pero su padre no lo dejó.

"Legolas" –dijo con autoridad.

En príncipe más joven miró a su hermano. Keldarion asintió.

"Vete, Legolas. Me has estado cuidando sin descanso. Tómate un respiro. Estaré bien."

"Muy bien" –respondió Legolas débilmente poniéndose en pie.

Arwen se acercó y le agarró la mano.

"Ven conmigo, Legolas."

Keldarion y Thranduil los observaron mientras se iban. Cuando la puerta se cerró tras ellos, Keldarion no pudo evitar echarse a llorar.

"Oh, padre. ¡Esto es demasiado! Demasiado..."

Thranduil acarició el pelo de su hijo mientras lloraba, susurrándole palabras de consuelo y esperanza.

"Encontraremos algo, Kel. Esto no va a durar para siempre. Solo espera, hijo. Sé fuerte."

"¿Cómo puedo ser fuerte cuando estoy en una posición tan degradante? ¡Prefiero morir antes que pasar el resto de mi vida así! –gritó Keldarion, angustiado-. Padre, por favor, ayúdame..."

Thranduil no fue capaz de responder por el nudo que tenía en la garganta. Odiaba ver a uno de sus hijos así, pero ¿qué podía hacer?

El rey apoyó la cabeza contra la de su hijo y lloraron juntos. Mientras, en el exterior, cierto príncipe de cabello dorado intentaba encontrar consuelo en el abrazo de los árboles y el viento...

Un capítulo muy triste :( pero también refleja muy bien la relación entre los dos hermanos. ¿Mejorará la situación o queda algo peor?

PosesiónWhere stories live. Discover now