Capítulo 6

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Ya había pasado la medianoche. Aun así, tanto Thranduil como Celeborn y su familia seguían sin dormir. Todos estaban sentados alrededor de Keldarion, esperando ansiosos a que recuperara la consciencia. Celeborn le había hablado a sus guerreros sobre el incidente, advirtiéndoles de lo que podía ocurrir si Keldarion escapaba.

"Se está despertando" –dijo Galadriel en voz baja cuando Keldarion finalmente se movió.

Legolas, lleno se cortes recién curados, se acercó a la cama sin hacer ruido.

"¿Kel?" –lo llamó cuando vio abrirse los ojos de su hermano.

Keldarion le devolvió la mirada... y se burló.

"Bien, bien. El pequeño príncipe se ha recuperado."

Legolas se estremeció, enfurecido y decepcionado. ¡Su hermano seguía fuera de su alcance!

Cuando se dio cuenta de que estaba atado a la cama, Keldarion empezó a tirar de sus ataduras, pero fue en vano. A pesar de que las tiras eran de lino y no dañaban su piel, restringían totalmente sus movimientos, sin dejarle ninguna posibilidad de liberarse. Entonces se echó a reír como un loco.

"¡Maravilloso! ¡Qué buen trabajo! Estoy seguro de que os gusta verme así. ¡O más bien ver así a Keldarion!"

Legolas gruñó y se abalanzó sobre el cuello de Keldarion.

"¡Sal de él, demonio! ¡Fuera! ¡Fuera!"

"¡Legolas!"

Thranduil y Celeborn se acercaron y alejaron al príncipe.

"¡Cálmate, Legolas! –dijo Thranduil, abrazando a Legolas contra su pecho-. ¡Esta no es la forma de hacer las cosas!"

Keldarion se rio más fuerte.

"Ah... ¡siempre el hermanito mimado! Legolas, ¿eh? Hoja Verde. ¡Qué nombre! Eres asquerosamente hermoso como los árboles, ¡pero maravillosamente luchador como una tormenta! ¡Me gusta! Tu hermano te adora de verdad, ¿sabes? No podía dejar de gritar cuando te destrocé hace un rato. Me habría gustado que lo oyeras. ¡Fue tan divertido! ¡Tan patético!"

Legolas volvió a gruñir e intentó acercarse a su hermano, pero Thranduil lo sujetó más fuerte, mirando a Keldarion.

"¡Detente, Jakarran! ¿Qué quieres?"

"¡Ya veo! ¡Me conoces! –Keldarion sonrió y miró a Celeborn maliciosamente-. ¿Que qué quiero? ¡Bueno, tengo un asunto pendiente con alguien que me puso en una botella y me arrojó al mar!"

"¡Eso era menos de lo que te merecías! –replicó Celeborn acaloradamente, apretando los puños-. ¡Debería haberte tirado al fuego del Monte del Destino!"

Celeborn y Keldarion se miraron un momento mientras los demás los observaban en silencio. Arwen se inclinó hacia Galadriel, asustada al ver el brillo malicioso en los ojos de Keldarion.

Entonces Keldarion sonrió y se volvió hacia la joven.

"Arwen, mi hermosa estrella. ¿Quieres saber lo que Keldarion piensa de ti? Puedo leer su mente fácilmente y descifrar sus sentimientos. ¡Oh, sí, te desea por completo!"

Arwen jadeó en estado de shock ante sus palabras.

"¡Es suficiente! –gritó Celeborn-. ¡Deja de burlarte de nosotros, Jakarran! ¡Solo dinos lo que quieres y sal de su cuerpo!"

"¡Lo que quiero es verte muerto, Celeborn! ¡Quiero deleitarme con tu sangre y arrancarte la carne a tiras! ¡Y luego iré a por tu señora! ¡Después a por tu nieta! ¡Y al final a por el pequeño Greenleaf, el rey del Bosque Negro y el resto de los elfos! –chilló, riéndose con salvajismo-. ¡Y lo mejor es que ni siquiera puedes matarme! Estoy seguro que no quieres que Keldarion muera, ¿verdad?"

PosesiónOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz