Capítulo 41

1.1K 85 28
                                    

El cuerpo de Nash reposaba desnudo, sobre el mío. Respiraba tranquilamente, y leves susurros salían de sus labios.

Besé su coronilla, y acaricié unas pequeñas ondas que estaban creciendo en su cabello. Ya podía formar un pequeño copete. Sonreí a mis adentros, este imbécil me hacía feliz de una sobremanera extrema.

Bajé mis manos a sus caderas y ahí las dejé reposando. Él se removió un poco y se giró junto conmigo. Agarré una de las almohadas y la puse dentro de sus brazos para salir del amarre de su cuerpo.

Él en menos de dos segundos, se abrazó de la almohada y se quedó como un bebé. En cambio yo, no tenía pensando dormir ahora.

Me puse ropa limpia, y peiné un poco mi cabello, cuando buscaba mis pertenencias. Llevé el móvil a mi oído, y al segundo pito contestó.

- ¿Estás listo? -fue lo primero que salió de mi boca.

- Pss ... Qué... Ah...

Golpeé mi frente, lamentándome porqué Aaron era tan tonto.- Quedamos en salir ahora, ¿Recuerdas? ¿1 am?

- ¡DIOS! ¡LO OLVIDÉ! Bueno, no lo hice. De hecho, me acosté pensando en eso.... Pero también pensé que te quedarías con Nash, ya que arreglaron. -escuché un pequeño bostezo al otro lado de la línea, y reí poco.

- Anda prepárate, y ábreme la puerta al menos.

Colgué la llamada y segundos después, Aaron abrió la puerta. Tallaba sus ojitos y tenía una pijama de linterna verde. Negué con mi cabeza, él era un niño. Pasé sin su permiso, y él me siguió. Me giré y él estaba allí parado sólo mirándome.

- ¿Porqué me miras de esa manera? Ve a prepararte.

- No quiero Cameron, me basta con dormir. Ven, a Shawn no le molestará que duermas aquí.

- ¿Qué? ¡No vamos a dormir! Anda Aaron, deja de ser un dormilón y ven conmigo. -hice un puchero como el gato con botas, mientras tomaba sus mejillas en forma de rogación.

- Ah y-yo N-no s... -sus labios comenzaron a balbucear palabras, y miré ese lugar. Sus labios estaban muy rojos ya que él los mordía muy nervioso. Espera... Nervioso.- Lo siento. -hablé apenado sacando mis manos de sus mejillas.

Él movió su mano, diciendo que no me preocupara. Se giró y buscó unos pantalones y sus vans rojos.- ¿Podrías girarte a lo que me cambio?

Asentí y me giré viendo como Shawn estaba en una de las camas dormido envuelto en muchas sábanas. Sonreí maliciosamente y me acerqué a la cama.

- Shawn.... Shawncito de mi alma. -Picaba los hoyos de su nariz, pero él ni se inmutaba. Dormía con la boca abierta y algo feo.... Me encogí de hombros y me subí a la cama.- ¡shaWN LEVÁNTATE!

El niño dio un salto y se levantó desesperado.- ¿Q-qué pasó?

Aaron golpeó mi cabeza y me miró con una risa divertida.- ¿Quieres venir con nosotros a dar un paseo? Es más, no debería preguntarte. Levántate Shawncito.

Él me miró raro pero se levantó bostezando. Ya los dos vestidos y medios adormilados, se subieron a mi auto. Estábamos en Los Ángeles, cerca de mi casa, así que no tendría problema en ir algún lugar. Aaron se sentó a mi lado y Shawn en el asiento de atrás. Sonreí para mis adentros, conduciendo por las calles no muy transitadas.

Por una extraña razón me sentía feliz, y cuando digo feliz, me refiero a realmente feliz. Quizás tener a Nash a mi lado me hacía sonreir más.... Nash.... El recuerdo de Nash dormido en la habitación pasó vagamente por mi mente, esfumándose como el aire.

- ¿Tienen hambre? -pregunté tratando de aclarar mi mente. No hubo respuesta de vuelta, haciéndome girar para ver porqué no hablaron.

Quise golpear mi cabeza cuando los vi a los dos dormidos. Shawn en el asiento de atrás y Aaron a mi lado abrazándose al cinturón de seguridad. Genial.

Manejé 3 cuadras más encontrándome con mi casa. Hogar dulce hogar. La casa de mis padres estaba frente a mis narices, humilde como siempre, y esperándonos justo a nosotros para entrar. Bajé del auto y lo rodee para levantar a Shawn. Él lo siguió adormilado sin esperarme, ¿Pero qué demonios, Shawny? Rodeé los ojos divertido, y me dirigí a la puerta del copiloto. Le quité el cinturón a Aaron y lo removí.

- B-bu we... -él balbuceó agarrando el cinturón más fuerte.

- ¿Qué? Deja de decir disparates Aaron y levanta.

- No, llevame tú.

Rodeé los ojos y lo acomodé en mis brazos.- Pesas, estás gordo.

- Mi mamá dice que yo estoy lleno de amor, no gordo.

- Gordo.

- Bajarme entonces si soy gordo.

Lo solté en el suelo, escuchándolo bufar agudamente. Noté un carro extraño fuera de mi casa, pero no le tomé importancia. Quizás Sierra había comprado un auto nuevo.

Abrí la puerta para Aaron, y él sólo se abrazó a mi.- Olvida lo de gordo, llevame soy muy flojo para poder dar un paso más. Cameron apiadate de mi, por favor.

- No.

- Cameron, por favor. -él rogó apretando más nuestros pechos.

- Cuando te dedicas a insistir, no te cansas.

El rió con su risa típica, y se paró derecho. Pasé una mano por debajo de sus rodillas y le Alcé. Cuando pasamos por la sala de estar pude ver a Shawn en el sofá roncando bajo. Los dos nos miramos aguantándonos la risa, Shawn era chistoso hasta dormido.

La casa estaba en silencio y muy limpia. De seguro, mamá no estaba. Subí las escaleras con dificultad y abrí la habitación de invitados.

- Aquí. Mi mamá nos obliga siempre a mantenerla limpia por si alguien especial viene. Así que ahí está.

- ¿Okay? Pensé que iba a dormir contigo, ¿No se supone que sea así? Como todo un cliché.
Lo miré raro.- No Aaron no. Esto no es un cliché es la habitación de invitados. Ahora deja de abrazarme gordito.

- Que no soy gordo, joder. Ahora por decirme gordo, no te soltaré.

- Pero Aaron, ¿Tú no tenías sueño? -Él me miró perplejo y empezó a toser un poco. Lo miré riendo, era un tonto. Se bajó de mi, soltando una risita avergonzada. Lo agarré de un mechón riso y lo atraje a mis brazos.- Esta bien, gordo. Ven a mi habitación.

Él hizo una mueca de felicidad y se dejó cargar por mi. Era loco, era de todo ahora mismo. Caminé por el pasillo oscuro, lo único que habitaba era nuestras risas por las múltiples veces que casi caigo al suelo. Repito, es gordo y pesa.

- Por tus antojos, mañana amaneceré inválido. -hablé abriendo la puerta y el rió escandalosamente.

- Oh lo siento, creo que interrumpí algo.

Aaron me miró asustado, y tuve que agarrarle fuerte para que no cayera de mis brazos.

Heartbreak Story {n.g. & c.d}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora