Jadie Grady

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Aquí está un nuevo cap mis queridos lectores. Sé que tardó un poco *coff* demasiado *coff*pero esta historia y sus personajes son un poco difíciles de escribir para mí. Este capítulo lo comenzar a escribir hacia finales de enero... del 2017 creo ¿Cuando escribí esto? Ya ni se

En fin, disfruten su lectura. 


El cielo estaba claro y despejado, y azul. Tan claro y despejado, y azul como nunca antes lo había visto. ¡¿Cómo se atrevía?! ¡¿Cómo se atrevía a ser tan puro y hermoso mientras la muerte llovía de él?! No había ninguna nube a la vista para cubrir a los aviones que caían como pájaros con alas rotas, cayendo en espiral dejando una columna de humo negro detrás. No había lluvia para traer la calma y apagar las llamas, dejando la cristalina superficie del océano como único consuelo. El mundo estaba temblando, cayendo, ardiendo, y todavía el cielo seguía sin moverse. El sol continuaba brillando cruelmente, como si le estuviera sonriendo a la desesperación y destrucción. Él no quería moverse, no podía. Estaba asustado de que si lo hacia el cielo tal vez también se lo llevaría; lo levantaría y después lo hundiría como lo hizo con sus compañeros. De todos modos ¿Qué podría hacerle? Ya no había nada más que hacer con lo que quedo de los aviones, con lo que quedo de sus hombres, todo había sido absorbido por el océano. Los paracaídas se abrieron demasiado tarde dejandolos sin aliento en el claro y despejado, y azul cielo.

Le había fallado, había sido un fracaso como entrenador. Había sentido su preocupación, ella sabía que algo andaba mal pero no le hizo caso. Era tan inteligente, la más hermosa del acuario... y ahora se había ido, junto con sus compañeros, su escuadrón, descansando en el lecho marino para el resto de la eternidad. Y era su culpa, su maldita culpa por no hacerle caso a su pequeño regalo.

Aun podía escuchar las bombas del enemigo, hacían eco en sus oídos a pesar de que se estaba hundiendo en las saladas aguas del océano. Iba a darles compañía pronto a sus compañeros. Este era el fin del gran Teniente Coronel Owen Grady.

***

Se despertó al oír el sonido de un trueno, gritando. Sus pulmones estaban suplicando por aire pero se sentían como si estuvieran en llamas. Odiaba tener pesadillas y despertarse de ellas. Ese no era el, jamas lo había sido. Pero desde la primera vez que piso el campo de batalla... estaba comenzando a pensar lo contrario.

Varios chillidos ansiosos lo regresaron a la realidad. Estaba lloviendo afuera, la primera tormenta tropical que enfrentaban las chicas desde que salieron del cascaron. Y odia sentir su estrés y miedo. Estaban acurrucadas como cachorritos en una esquina de la habitación.

El parque había cerrado temprano hoy debido a la tormenta tropical, los meteorólogos esperaban que se convirtiera a huracán categoría uno para mañana, así que el parque *cough* Claire Dearing *cough* había tomado sus precauciones. Todos los trabajadores se mantuvieron en sus habitaciones, incluso el, y a las chicas no les agrado que su hora de juego fuera interrumpida por un poco de lluvia. Pero ahora con toda el agua que caía a torrentes, y los truenos, era posible que pensaran lo contrario.

"Tranquilas, es solo un poco de lluvia y truenos, nada que pueda hacerles daño" Les dijo para tranquilizarlas, envió calma y seguridad atreves de su conexión con ellas. No paso ni un minuto antes de que Blue, como siempre, tomara la decisión de salir de su esquina de seguridad y en cuanto lo hizo, otro trueno la regreso a la bola de raptors en la esquina. Estaban tan pegados que no podía distinguir donde empezaba quien y donde terminaban.

"Es solo un poco de lluvia niñas. Es posible que mañana se calme un poco, así que salgan de ahí" Las alentó pero lo único que recibió fue un par de gruñidos, de lo que espera sea Charlie, y gorgoteos.

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