Sentimientos

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Eren se había colado en la habitación de Armin en su espera leyendo mucho de los libros de su mejor amigo, hoy necesitaba a alguien con quien hablar sobre lo que sentía. No tardó mucho el rubio en llegar sorprendiéndose por la inesperada visita de su amigo, al inmediato lo atendió.

—¿Podemos hablar un momento?...—preguntó Eren con la mirada gacha con un tono de voz melancólico.

 —Si, claro—respondió Armin tratando de contagiarle un poco de su felicidad.—Dime, ¿qué te sucede?.

—Me duele—dijo el moreno con un pequeño hilo de voz.—No me gusta verla con él... me siento solo.— aclaró Eren apretando su cara con una de las almohadas.

—¿Hablas de Mikasa y el capitán?—preguntó Armin un poco triste de que al parecer no a todos le agradaba la idea de ellos como pareja, el adolescente solamente asintió dejando escapar un pequeño quejido.—Mira, voy a ser un poco cruel así que perdóname. Mikasa te esperó mucho, pero tu la dejabas de lado así que te lo tienes bien merecido.

—¿Soy un idiota cierto?—preguntó Eren con ironía.

—Bueno... A veces no nos damos cuenta de las cosas o personas que estan frente a nuestra narices— expresó Armin tranquilamente.

—Armin—dijo el ojiverde levantando su cabeza con una mirada bastante deprimente.—Me siento dejado de lado, como si fuese un estorbo en este mundo.

—¿Por qué lo dices?—preguntó el rubio un poco confuso.

—Es que, no hago más que causar problemas y tragedias—respondió Eren con una lagrima recorriendo por su mejilla.—No quiero que nadie sufra por un idiota como yo.

—Se que hemos perdidos muchas camaradas, amigos o... familia, se que este mundo es muy cruel, pero debenos seguir adelante Eren—habló Armin dandole un fuerte abrazo a su amigo quien simplemente no paraba de llorar.

Mientras Eren abria su corazón y sentimientos para ser comprendido, el comandante Erwin trataba de recuperar a Hanji la cual padecia de un retraso gigantesco por exceso de cariño y amor por parte del "enano" y Mikasa.

Mikasa por su lado corrió a su habitación para tratar de calmar los latidos de su pecho y el color de su rostro tratando de borrarse la sonrisa de tobta enamorada. Cuando los pudo calmer se dispararon nuevamente al abrir la puerta, ya que Levi estaba a punto de tocar a su puerta la adolescente simplemente no supo como respobder haciendose de lado para dejarlo pasar suponiendo que lo que fuera a hablar seria importante. Él simplemente se quedó hay mirándola con cara divertida por la manera en la que se comportaba y sonrojaba.

 —¿Qué?—preguntó Mikasa un poco apenada por la situación, el capitán comenzó acercarse a ella en un intento de "intimidar".

—Nada, solo que eres preciosa—respondió Levi dándole un beso en la mejilla para luego sentar se la silla frente al escritorio de la adolescente.

—G-gracias—expresó la chica sentándose al frente de el jugando con las puntas de su bufanda nerviosa por lo que fuesen ha hablar.

—¿Por qué te pones tan nerviosa?—preguntó en Capitán con gracia en su voz, para romper el hielo se levantó para sentarse nuevamente, pero esta vez al lado de Mikasa, recostándose en su hombro tardeando una vieja canción.

Pasaron tal vez horas en la habitación de la chica sin hablar pero dándose uno que otro roce cariñoso además de miradas llenas de ternura y amor, hasta que la adolescente por fin se abrió un poco más regalándole un tierno beso en la frente a Levi, este imitó su acción pero sobre la punta de su nariz permitiendo que la chica le regalara una de sus sonrisas más hermosas.

—Tonta—dijo Levi abrazándola para luego darle un beso un poco largo que fue interrumpido por alguien tocando a la puerta.—Tsk, sea quien sea lo mataré por interrumpirnos—expresó el capitán por lo bajo.

Mikasa solamente rio en voz baja  para luego levantarse a abrir la puerta encontrándose con la figura de Hanji y Erwin el cual se veía bastante cansado, a diferencia de la sub comandante que tenia una sonrisa de oreja a oreja. 

—¿Está aquí el enano?—preguntó Hanji saltarina.

—¿Qué quieres cuatro ojos?—salió Levi detrás del  cuerpo de Mikasa mirándola con enojo.

—¡VEN!—dijo Erwin sacándolo a la fuerza.

—Él te lo explicara después—respondió Hanji a observar como la chica volvía a su rostro serio, para subirle el animo entró directamente.—Lo bueno es... ¡QUÉ TENDREMOS NOCHE DE CHICAS!.

—¿Qué?—preguntó Mikasa impresionada por la  alegría de Hanji.



Imposible (Rivamika)(EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora