Looks that Kill (Nikki y Tú)

Cap. 9 Nada de sentimientos ¿Verdad?

Empezamos a deshacernos de las prendas del otro, con suaves caricias y pequeños juegos, en un abrir y cerrar de ojos quedamos desnudos. Sentados, caí con fuerza sobre su miembro. Nuestros labios no se separaron en ningún momento. Él me tomaba del trasero y me subía y bajaba rápidamente. Después del orgasmo nosotros continuábamos, íbamos por más. Nuestros gemidos se unían en un solo sonido y retumbaban por las paredes.

-Eres hermosa-me dijo entre besos

Él se recostó y mientras yo seguía moviéndome, arriba y abajo sin parar, para aumentar el placer. Nikki producía pequeños movimientos para chocarnos más. Me recosté sobre él y empecé a besar cada parte de su esculpido torso. Enroscaba sus pezones con mi lengua y absorbía de ellos para poder sentir su sabor. Subí a su cuello y besé cada parte sin dejar de acariciarle nada. Pasé mi lengua por una de sus orejas y la mordí despacio. Él estallaba de placer. Volví a sentarme y con una de mis manos hacía círculos sobre su pezón. El placer era infinito, queríamos que esa sensación se quedara con nosotros por siempre. Los dos gemíamos alto y fuerte, ansiosos por más. Empezó a tomar mis senos y apretarlos fuerte, acariciarlos y tratar de sentirlos lo más cerca de él posible.

Llegó otro orgasmo y Nikki tomó el control. Extendió mi cuerpo sobre la cama y empezó a besarlo, relamerlo y saborearlo, desde mi cabeza hasta mis pies. Me besó la frente, los ojos, la nariz y la boca. Nuestras lenguas chocaron y empezaron a abrazarse lentamente. Se dirigió a una de mis orejas y con su lengua jugó con ellas. 

-Mi putita hermosa-me susurró

Siguió bajando por mi cuello hasta por mis senos. Con lentos besos bajaba por mis piernas hasta que llegó a mi feminidad. Chocamos miradas y con la mía solo pedía más. Con su lengua empezó a hacerme círculos en mi clítoris y luego la introdujo en mi vagina. Me agarraba fuerte de la sábana perdida en el éxtasis. Su mirada era la que me podía volver aún más loca. Sus movimientos eran calculados y perfectos. Pegué un gemido fuerte y lento, con besos volvió a subir por mi cuerpo. Nos miramos a los ojos por unos instantes y nos fundimos en un beso. Nos movíamos lento, sintiendo cada parte del otro. Tomamos el rostro de cada uno en nuestras manos y poco a poco dejó caer su cansado cuerpo sobre el mío.

-Eres tan perfecta para mí. Me gustas tanto Sam-

-¿Qué?-

-Que me gustas, y que me vale esconderlo-su mirada estaba fija en la mía

-No, no, no...-lo quité de encima, me paré rápido y comencé a vestirme

-¿Qué es lo que...-lo interrumpí

-No puede ser, son tonterías-dije un poco alterada

-¿Tonterías? ¿De qué hablas?-

-Acordamos sin sentimientos, dijiste NADA. hasta le pusiste énfasis-dije confundida

-¿Te molesta que te diga lo que siento por ti?-me miró molesto

-Si-

-Chinga Samantha, ¿quién fregados te entiende?-me gritó

-¿Qué?-le grité también

-¡Primero me dices que sí importan los sentimientos, y luego dices que no! 

-¡Es que somos algo pero a la vez no!-

Callamos un momento y en su mirada se notó algo de decepción, mis palabras retumbaron en mi propia cabeza. ¿Por qué no me gustó que me haya dicho eso? ¿Qué chingados Samantha?

-Está bien, soy un estúpido por volver hacia ti cuándo no querías ya nada, todo estaba claro-dijo poniéndose su ropa,sentí como si me hubieran dado un golpe en la cara

-¿Qué? No, Nikki... Por favor...-me interrumpió

-No Sam, tú no querías ya nada y yo insistí, lo siento, no quería hacerte esto-dijo serio-Lo siento Sam-me acarició la mejilla y se fue, las lágrimas comenzaron a salir, era una pendeja, Nikki me dijo que le gustaba, pero por qué dije que no, era una completa estúpida, y lo peor es que se fue decepcionado.

Me enojé conmigo misma, ese día no supe nada de él, y tampoco en la semana siguiente. Así que decidí ir por el estudio a ver cómo estaban.