Es el fin de mi principio

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Os preguntaréis: ¿Y esto qué significa? ¿No se supone que lo correcto es ''el principio del fin''? Pues no. Porque mi vida llegará a su final cuando apenas se está floreciendo; es mi negra realidad.

Todo acaba cuando el 'todo' apenas está comenzando.

Me sucumbí al pesimismo; dejé de luchar contra él. Permití que los tristes y dolorosos recuerdos poco a poco consumieran mi alma y la destruyeran. Mi vida es una monotonía, gris y apagada. Ya no disfruto de nada; me olvidé de lo que es sonreír. Estos cinco años son solo el testigo de lo cual miserable fue mi vida desde entonces. No tengo amigos, no tengo pareja. Bueno sí tuve, pero resultó ser un canalla que no pudo retener a su ''amiguito'' solo para mí, y lo fue a compartir con otra fulana. ¡Y claro! Esto se sumó como otra nota a mi cajón de ''Desgracias''. Obviamente no tengo que decir que aquél engaño dejó mi autoestima por los suelos ¿verdad? ¿Qué tenía ella que no tenía yo? ¿Tan poca cosa era para ti que buscaste la mujer que te faltaba en otros brazos, sin importarte cómo me sentiría yo? Pero este tema lo dejo aparte, ya no tengo tiempo para seguir contando mis ''alegres'' aventuras.

Estoy cansada de todo, ya no puedo más. Seguir existiendo para mí es como si estuviera torturándome. ¿Para qué vivir si sientes que estás muerta en vida? Solo ocupas un espacio innecesario. Mi puesto de trabajo lo pudiera haber tenido otro. Pero como yo estoy, este se quedó fuera. Para qué.

Lo intenté, créeme lector desconocido, lo intenté. El mundo es el testigo que yo estos cinco años di lo mejor de mí misma para cambiar mi situación, pero parece que el destino no compartía mi deseo. Y yo ya no pelearé más, que se haga su voluntad.

Ya son las seis de la mañana, qué rápido pasa el tiempo. Estoy viendo cómo poco a poco el cielo se va aclarando y el sol está abriéndose el camino. Es la última vez que lo veo, lo extrañaré.

El extraño, o extraña, que esté leyendo esto. Quiero que sepas que yo lo siento: por ti y por mí. Por mí porque es una pena que deje de disfrutar de lo que es la vida, porque aunque no tuve suerte con ella, tuve la dicha de observar cómo otros la gozaban a todo esplendor. Y por ti, porque hayas tenido que leer esto, porque esta carta no es más que dolor estampado. Espero que no te deprima mucho; en realidad quiero que saques una lección.

Seguro que lo que relaté te parece insuficiente como para que haya decidido llegar hasta este extremo. Pero por favor te pido que no me juzgues. Si Dios existe, solo él se reserva el derecho de hacerlo. Aunque pensándolo bien, tampoco él, porque cuando acudí a él tantas veces, nunca atendió a mis llamadas ni mis súplicas. 

Sí ya sé, dirás que quizás no logré conectar del todo o quizá me mandó una señal y yo no la pude ver. No lo sé. Solo sé que lo que no veo, no puedo creer en ello. Y él nunca estuvo para mí. Las personas somos imperfectas por naturaleza, estamos inclinados a cometer errores. Puede que lo que voy a hacer (en todo caso al leer esto ya lo habré hecho) es otro error; debería seguir luchando y esperar a un final mejor. "No hay mal que por bien no venga" Puede ser. Pero yo ya no tengo ni fuerzas ni ganas para esperar ese imaginativo buen final que al fin y cuentas puede que nunca llegue a mí. Me atiendo a mi realidad.

Lector: sé más fuerte que yo y lucha por la vida, yo no fui tan valiente y no logré ganar la batalla. La vida es una cabrona, enséñala que eres más fuerte y que si ella te da limones, tú vas al mercado y las intercambias por unas fresas. 

¡Oye, aún tengo algo sentido de humor!

Me llamo Carmen Villalobos y hoy es mi cumpleaños. Sí, hoy cumplo 25 años. El mismo día que nací decido partir. Qué bonito, el mismo día que cumplo años, es el mismo en el que muero. A mi me parece algo mágico y único, nacer y morir el mismo día. Como si hubieras completado tu ruta. Un camino perfecto.

Mis pastillas me esperan, estoy lista. Me siento tranquila y en paz. Por fin no hay más dolor, por fin todo se acabará. Por fin seré libre de estas cadenas asfixiantes. 

Por fin.

Hasta nunca, mi querido lector. Que el destino se apiade de ti y llene tu vida con más alegría y menos tristeza como lo hizo con la mía.

Ps: si lograrán comunicarse con mis padres después de mi...muerte, decidles que no les guardo rencor, ya les perdoné.

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Sandra al terminar de leer la carta, la dobló y cerró los ojos. Estuvo todo el tiempo llorando; las palabras de Carmen llegaron hasta el fondo de su corazón.

''Pobre chica, por lo que tuvo que pasar. Y yo la veía tan normal y tan tranquila''.

Sandra nunca se imaginó que Carmen, su compañera de trabajo y además vecina de la misma planta, estuviera sufriendo tanto. Es verdad que era reservada y bastante seria, pero jamás dio signos de debilidad, siempre andaba con paso decidido y serena. Y se compadeció aún más de ella, no es nada fácil sufrir y fingir que no pasa nada.

Se acordó cómo acabó en esta situación, con esta carta. Se había olvidado de un documento en la oficina y fue a checar en el apartamento de Carmen por si tenía la copia. Al intentar toca la puerta, vio que esta no estaba cerrada. Sandra se alarmó y con mucho cuidado entró en el apartamento, esperando encontrarse con un atraco. Pero lo que encontró la dejó pasmada: Carmen tumbada en el sueño e inconsciente. Sandra corrió hacia ella y se agachó para intentar despertarla. Su cara estaba muy pálida y casi no respiraba; cerca de ella había un bote de pastillas con algunas sobras esparcidas por el suelo. Sandra no esperó más y llamó la ambulancia, rezó para que no hubiera llegado tarde. Antes de que se la llevaran, vio que en la mano tenía sujetada una carta en la que se leía la palabra ''Léeme''. Sandra la cogió y se fue para el hospital, allí en la sala de la espera es donde empezó a leerla, hasta el final.

Perdida en sus pensamientos, no se percató de que el doctor estaba llamando su atención, Sandra dio un respingo y se levantó rápidamente. Al mirar al doctor, no pudo entender su expresión. ¿Eran malas las noticias o buenas?

-¿Cómo está, doctor?

-Logramos reanimarla, pero su estado es muy grave. No podemos asegurarle nada por el momento, estamos haciendo lo mejor que podemos.

-Por favor doctor, ella tiene que sobrevivir. 

-Haremos todo lo que esté en nuestras manos. Por ahora, me gustaría contactar con algún pariente suyo, o pareja, en todo caso.

Sandra suspiró. Ella no conocía la vida de Carmen, hasta ahora, y no sabría cómo contactar con sus padres. Explicó la situación al doctor. Este se quedó pensando un momento.

-En este caso, usted podría ir a su departamento e intentar averiguar algún contacto, quizás en una agenda o teléfono. En estos casos, no es un delito. Su estado es muy grave, y alguien debe responsabilizarse en caso de necesitar alguna intervención, o...-Sandra entendió sin que él terminara la frase. Agradeció al doctor y se sentó. Reflexionó y reflexionó, intentando encontrar una solución a esto.

Solo había una persona que podría ayudarla. Y estaba segura que en el departamento de Carmen encontraría información para contactarle. 

Tenía que encontrar a Lucas.

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FIN DE LA PRIMERA PARTE

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HOLA HOLA

POR FIN ACTUALIZO!

YA SÉ! YA Sé.

Pero aquí estamos. ¡Llegamos al final de la primera parte! ¿Qué os pareció?

Dejen en los comentarios vuestras opiniones :)

Y por si no lo vieron aún, aquí os dejo el book trailer de Mi última carta. Espero que os guste. Pueden opinar también :))

Mi última carta Donde viven las historias. Descúbrelo ahora