Capítulo 9

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CAPÍTULO 9.

—¿Nathan?

Frunzo el ceño al verlo a un lado de mí, él me mira pálido y observo su manzana de Adán subir y bajar cuando traga duro. Sus ojos azules cristalinos analizan mi rostro como si nunca me hubiera visto, como la primera vez que me vio...

— ¿Qué haces aquí? —pregunto tensando la mandíbula y sintiendo las mariposas en mi estómago por su cercanía.

Sí, mariposas. Cuando le dije a Alexa lo que yo sentía al ver a Nathan no lo podía describir con claridad, y ella me dijo que cuando una persona está enamorada, las mariposas se apoderan de su estómago, le dije que eso era imposible, yo no podía estar enamorada de él, y Alexa me dijo, que las mariposas me decían lo contrario. Pero, todo eso, fue hace apenas un mes, así que no entiendo por qué las estoy sintiendo de nuevo.

— ¿Amy me estás escuchando? —miro a Nathan enseguida y niego con la cabeza aún confundida por verlo frente a mí. En instantes, siento la vergüenza apoderarse de mis mejillas por no haberlo escuchado mientras hablaba.

—No, lo siento. ¿Qué ha pasado? ¿Qué me sucedió? —empiezo el interrogatorio y él suspira.

Paso mi mano por mi frente sintiendo el sudor, me siento demasiado cansada.

—Vine tan rápido como pude cuando me informaron que entraste en un estado de shock post traumático.

—No es de tu incumbencia saber lo que me pasa —susurro entre dientes.

Sé que no debería ser de esta manera con él, tan fría y dura, pero, ¿por qué continúa haciendo estas cosas? Él y yo ya no somos nada, y nunca lo seremos de nuevo, ¿por qué sigue intentando arreglar las cosas entre nosotros? No tiene por qué preocuparse por mí.

—Amy, en serio me importas. Es por eso que estoy aquí —muerde su labio inferior y junta sus cejas oscuras en preocupación.

— ¿Qué hay de tu Sector? ¿Acaso no te importa? Deberías estar en el lugar donde de verdad te importen las cosas, no en un lugar donde solamente van a mandarte a la mierda porque no les interesas —Nathan cierra los ojos al escuchar mis duras palabras y niega con la cabeza.

—Amy, ¿por qué te esfuerzas en ser mala conmigo? ¡Yo nunca te hice daño! —sus ojos buscan los míos y puedo observar que detrás de ellos, hay un destello de furia y nostalgia.

— ¡Claro que sí! ¡Si no te hubiera conocido nada de esto hubiera pasado! —exclamo sin pensar.

Me mira como si le hubieran golpeado en el estómago con fuerza, se levanta de la silla en la que estaba sentado e inspira varias veces viéndome de forma reprobatoria que esa mirada sólo hace que me sienta como la peor mierda.

—Nathan yo..., —empiezo a disculparme por lo que he dicho, pero me interrumpe antes de que yo pueda decir otra tontería.

—Está bien, ahora te comprendo, ahora sé lo que piensas de mí, Amy —él asiente un par de veces y mi corazón se encoge—, que fue un error el haberme conocido. Sólo déjame decirte que, para mí, tú fuiste lo mejor que me ha pasado.

Y sale de la habitación sin decir palabra alguna y dejándome completamente confundida y aturdida por sus palabras.

Enseguida entran a la habitación algunos chicos que son los encargados de enfermería y me hacen tantas preguntas que no sé si las respondí con coherencia.

¿Fui lo mejor que le ha pasado a Nathan? Eso no puede ser verdad, ¿o sí?

Sólo le causé problemas, él por mi culpa se cambió a su antiguo Sector, se separó de sus amigos de aquí, y sinceramente, no quiero seguir siendo la causa de sus distracciones.

Dark Mind 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora