Capítulo 7

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CAPÍTULO 7.

Los encargados de la Sala de Controles, ósea Iván y otros tipos más, además de algunos otros agentes del Sector uno entran, todos me observan como si hubiera cometido un delito o alguna mierda parecida. Probablemente, Iván les comentó de mi reciente comportamiento hacia él ésta mañana, pero, no me interesa, él necesita obedecer mis órdenes y evitar meterse en mis asuntos privados.

Me levanto de la inmensa mesa con las siglas S1, observo a cada persona uniformada tomar asiento y yo tomo una postura erguida y segura, como si fuera un soldado.

Iván se sienta frente a mí, pero la mesa mide unos tres metros de largo, lo que me facilita fulminarlo con la mirada. No quiero empezar a caer en sus estúpidos juegos infantiles, a veces Iván puede ser tan sereno y amigable, pero al mismo tiempo, puede cambiar de actitud a una completamente asesina.

—Muchas gracias por venir, me disculpo por haberlos llamado a esta hora, sé que algunos tienen cosas por hacer en el Sector, pero necesito hablarles de un tema un poco..., complicado —agrego un tanto incómodo y junto mis manos detrás de mi espalda.

— ¿Complicado? —uno de los encargados pregunta frunciendo el ceño y yo doy un asentimiento.

—Así es. He conseguido unas ubicaciones lejos de nuestro alcance. Son seguras, no obstante, no tenemos la tecnología necesaria para averiguar esas direcciones, y mi idea era, regresar al Área en busca de información y transportes para llegar hasta ahí y poder comenzar con las investigaciones —comienzan los comentarios negativos y ofensivos hacia mí, empezando por Iván. Todos se han levantado de la mesa de manera precipitada y empiezan a hablar como mujeres histéricas, yo me mantengo tranquilo, esperando que su enfado disminuya.

Sé que regresar al Área no es una de las mejores ideas que se me han ocurrido hasta ahora, pero tenemos que arriesgarnos a ir. No sabemos lo que la directora esté planeando en contra de nosotros ahora que sabe de nuestra existencia, aunque dudo mucho de que no la sabía.

— ¡Es un suicidio! —uno de ellos grita levantando sus brazos. No sé de qué se queja esta gente, ellos no son los que se arriesgan a ir, ellos se mantienen en el maldito Sector esperando que todo lo malo acabe. Nosotros, los comandantes, los que entrenan en los sectores día a día, son los que se exponen a esas cosas, no ellos.

—Silencio por favor —hablo fuerte y claro, con la voz profunda esperando que todos se callen de una vez.

Y así es.

Toda la Sala me mira con desaprobación, yo tomo una respiración profunda para volver a hablar.

—Déjenme decirles que, en primer lugar, el Área está completamente desierta y abandonada. En segundo lugar, esto no es un suicidio, no esperamos que más de cien personas nos acompañen, sólo asistiremos unas veinte por lo menos, nuestro mejor personal, y por último, esto ya fue aprobado por los demás Sectores, sólo esperaba su opinión. Gracias por venir —les digo y tenso la mandíbula.

—Kenneth —la voz de Iván me detiene y me vuelvo para encararlo. Todos se han quedado perplejos y en silencio.

— ¿Ahora qué?

—Iré con ustedes. No sabemos cómo se encuentre el Área en el aspecto de seguridad, van a necesitarme —asiento y salgo cabreado de la Sala escuchando sus murmurios.

De acuerdo, esperaba que todos iban a comprender y a aceptar la maldita situación en la que todos los Sectores nos encontramos. No esperaba que actuaran de esa manera, tal vez fue su manera de reaccionar ante las palabras regresar al Área.

Dark Mind 2Where stories live. Discover now