Capítulo 6:

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—Me parece que tenemos Encantamientos juntas —comentó Zoey al abandonar el baño junto a Angelique, ya que la había esperado a que pudiera recomponerse. La chica apreció el gesto de que cambiase de tema, haciendo caso omiso a sus ojos irritados y nariz enrojecida por el llanto—. Estás en sexto ¿verdad? —inquirió esta vez sin mirarla, sino dirigiendo su vista hacia el frente, donde un grupo de alumnos caminaba en dirección contraria a ellas, observándolas con una sonrisa burlesca impresa en sus rostros.

—Si —asintió al tiempo que carraspeaba, frunciendo el ceño hacia los estudiantes que seguían con la mirada fija en el par— ¿Qué quieren? —preguntó recuperando un poco la voz y dirigiendo su atención hacia los mencionados.

—Oh, no es nada —al responder vio como las mejillas de Zoey se enrojecían y bajaba la cabeza en un gesto de evidente incomodidad.

—Miren, la loca y el monstruo —alcanzó a oír que una chica del grupo hablaba lo suficientemente alto para llamar su atención— ¿Qué tal tu familia, Gryffindor? ¿Mamá cometió un error en su hechizo y se llevó a tu papi a la tumba? —preguntó con maldad, provocando que los cabellos de la nuca de Angelique se erizaran cuando la dueña de la voz pasó a su lado.

El resto ocurrió en cámara lenta: se escuchó el grito sorprendido de la morena que había hecho el punzante comentario y la exclamación ahogada de sus compañeros, quienes abandonaron abruptamente las risas dirigidas hacia ambas muchachas.

—Repítelo —susurró la rubia, sosteniendo a la chica, que no había visto antes, e inmovilizándola con su brazo contra la pared—. Repite la maldita mierda que dijiste —la muchacha había palidecido ante la mirada atenta de Angelique, que notó el movimiento de su mano derecha al interior de su túnica—. Si yo fuese tú no lo haría, me estaría dando una excusa para sacarme los guantes —agregó reprimiendo una pequeña sonrisa ante la expresión asustada de la contraria—. No quiero que vuelvas a hablar de mis padres —finalizó una vez que la había soltado, aún siendo presa de una ira consumidora.

El grupo entero de dispersó y la única que prevaleció allí fue Zoey, aunque una mueca de sorpresa se había apoderado de su rostro. Era la típica expresión de aquellos que veían su lado malo, nadie sospechaba siquiera que detrás de alguien de su carácter hubiera una persona tan explosiva y violenta. El hecho era que solo cuándo atacaban a su familia se volvía de esa forma, si bien muchos motivos la molestaban -el estatus según la pureza de sangre, la discriminación hacia otras criaturas mágicas, la desvalorización de los muggles-, nada tocaba su fibra sensible como cuando los comentarios agresivos se dirigían a sus padres o su hermano menor.

—¿Estás bien? —fue la única pregunta que articuló su compañera, omitiendo de manera increíblemente natural el momento de locura que había embargado a Angelique.

—Si, yo... lamento eso. He estado algo inestable por algunos días —se excusó, sus mejillas tiñéndose de un avergonzado rosado.

—No importa, todos tenemos explosiones —minimizó Zoey en cambio, tomando el asunto como algo típico.

—Por cierto ¿qué quiso decir con eso de "la loca y el monstruo"? Sé que lo segundo iba por mí, pero ¿por qué te llamó loca? —una pequeña parte de su interior se sintió culpable, presentía que el apodo que Zoey se había ganado se debía a la idea de trabar conversación con ella, cosa que muchos en Hogwarts parecían considerar sinónimo de suicidio, al menos en lo que había notado en su breve estadía.

La chica soltó una pequeña risa divertida, que hizo voltear a Angelique para confirmar que ella no era el objeto de su burla.

—El "monstruo" iba dirigido a mi —esclareció, aunque solo logró confundir aún más a su acompañante—. Mis padres son brujos que se convirtieron en lobos, heredé tanto el gen mágico como el licantrópico —agregó con algo de incomodidad al tocar el tema—. No me avergüenza, pero la mayoría aquí no son tolerantes al respecto. Pero prometo que lo tengo controlado, manejo por completo el cambio, al ser por herencia es muy parecido a ser un animago. No cambio con la luna llena, sino cuando yo lo decido —se apresuró a afirmar, con una pizca de pánico en su voz.

La heredera de Gryffindor (Gemelos Weasley)Where stories live. Discover now