La curiosidad mató al gato

Capítulo 1

-¡Espera!- exclamó Cat Noir deteniendo la puerta del armario de limpieza antes de que Ladybug entrara en él.- No le diré a nadie. Lo prometo.- aseguró.

-Creo que es mejor mantenerlo en secreto... incluso entre nosotros.- respondió su compañera con una triste expresión antes de darle la espada y antrecerrar la puerta. Cat Noir presionó sus labios y tomó la manija.

Sería tan fácil simplemente abrir esa puerta y averiguar finalmente quién era LadyBug, pero estaría contradiciendo un pedido duyo. No podía traicionar su confianza. La curiosidad era demasiada. ¿Y si tan solo daba un vistazo? Ella jamás se daría cuenta.

Tiró lentamente de la manija y se asomó por el pequeño espacio que quedó. Sus ojos se abrieron de par en par al ver los destellos desparecer y revelar a nadie más y nadie menos que Marintte, su compañera de clases.

Quedó boquiabierto, pero tuvo que reaccionar al ver que ella estaba a punto de salir de allí. Salió rápidamente del lugar y no se detuvo hasta llegar a la calle.

Marinette abrió la puerta, miró a ambos lados para asegurarse de que su gatuno amigo no se encontrara cerca y salió tranquilamente con una sonrisa en su rostro.

En la acera, Adrien ya había liberado su transformación. Se detuvo y miró hacia el edificio. Plagg salió de su camisa y levitó frente a él.

-Bueno, parece que Alya si tenía razón en algo después de todo: Ladybug si está en tu clase.- Adrien apenas lo escuchó. Tenía muchas cosas en su mente en se momento.

A la mañana siguiente el chico se levantó de la cama temprano. Apenas había dormido después de enterarse de la identidad de su amada compañera y había estado pensando al respecto.

-Plagg, despierta.- llamó al kwami que roncaba sobre una de sus almohadas.

-¡No quiero ir a la escuela! ¡Cinco minutos más!- se quejó este.

-Tú no vas a la esucela a estudiar, solo duermes en mi camiseta todo el día.- reprochó Adrien con una sonrisa. Lo tomó del lomo y lo ocultó en su mochila antes de bajar corriendo las escaleras hacia su limusina.

-¿Y cuál es la prisa?- preguntó Plagg ya en el auto asomando la cabeza desde su bolso, sabiendo que el chofer no le prestaba atención al muchacho cuando conducía.

-Quiero hablar con Marinette. Aún no puedo creer que no me dí cuenta antes que era Ladybug, así que planeo hacerle algunas preguntas para ver si es que es en serio tan buena ocultando su secreto.- respondió con determinación.

El hecho de que la heroína resultara ser Marinette no le molestaba en absoluto, tan solo le sorprendía que una chica tan valiente y audaz pudiera ser tan tímida al mismo tiempo.

Al llegar a la escuela vió a la muchacha en compañía de su amiga charlando en la entrada. Evadiendo rápidamente los habituales y exageradamente melosos saludos de Chloe, corrió hacia ellas.

-Hey, amiga, mira quien viene ahí.- dijo Alya con una sonrisa señalando al agitado chico. Marinette enmudeció y corrió a ocultarse tras su colega.

-¡Marinette!- llamó Adrien mientras se acercaba.

-Oye, creo que te busca...- rió la muchacha morena mientras su amiga se negaba a dar la cara.

-Hola, Alya.- saludó él un poco agitado. Miró a la joven diseñadora escondida tras su espalda y sonrió.- Ehm, ¿está Marinette contigo?

Alya asintió con la cabeza y se hizo a un lado para revelar a la chica cubriendo su rostro con ambas manos con la esperanza de pasar desapercibida.