Capítulo 3

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-Creo que hoy fue un buen día, ¿sabes, Alya?- dijo Marinette al salir de la escuela.- No tuve casi incidentes vergonzosos con Adrien.

-Eso fue por que casi no hablaste con él.- respondió su amiga.

-¡Marinette!- escucharon de repente al chico llamarla.

-Creo que lo haré ahora...- murmuró la chica intentar esconderse de nuevo detrás de su compañía, pero esta se hizo a un lado, impidiéndoselo.

-Oye, me preguntaba si tú... Si te gustaría dar una vuelta por el parque.- preguntó él una vez que las alcanzó. Marinette lo miró fijamente sin decir nada, así que Alya tomó las riendas.

-Creo que puedo prestártela un rato.- respondió tirando del brazo de la chica y lanzándola hacia él. Su rostro aterrizó en su pecho y Adrien la atrapó tomándola de los hombros. Marinette miró hacia arriba y ambos se sonrieron mutuamente. Él la ayudo a incorporarse y comenzaron a caminar ante la mirada de orgullo de Alya. Su pequeña ya había crecido.

-¿A-Adrien?- llamó Marinette con la mirada en el suelo.

-¿Sí?

-¿Por qué desde ayer estás tan cercano a mí?- La curiosidad la carcomía mientras entraban a la plaza y soltó aquella pregunta sin pensárselo mucho. Adrien comenzó a ponerse nervioso y volteó a ver esos ojos azules que lo observaban ahora con curiosidad.

-B-Bueno yo... no te conozco mucho. Solo quiero saber más de tí.- El conocimiento de que era la misma Ladybug le dificultaba dirigirse a ella ahora. Miró hacia abajo, tomó su mano y le dedicó una sonrisa.- Dime, ¿qué te gusta?

-Pues diseñar, desde luego.- respondió ella distraída un poco de su confusión.- Es mi sueño convertirme en una famosa diseñadora de modas.

-Y estoy seguro de que lo serás.- agregó Adrien.- Ese sombrero que hiciste para el concurso fue genial.

-Gracias.- respondió ella con una apenada sonrisa.- Y lamento haberle puesto plumas. En serio no tenía idea de que eras alérgico a ellas.

-No te preocupes. No es una alergia muy común. No creo que conozcas a alguien más que la tenga, ¿o sí?- dijo el chico. Marinette rodó sus ojos recordando a su gatuno compañero.

-En realidad, si conozco a alguien...- Adrien dejó salir un suspiro. Sabía bien que esa sonrsa esa por él.- Y, ¿qué te gusta a tí?- preguntó ella aunque no era necesario. Conocía a la perfección cada detalle sobre él.

-Pues modelar es algo divertido, pero en realidad solo me gusta relajarme. Salir con mis amigos y esas cosas.- respondió él.

De repente escucharon un fuerte golpe y los gritos de varias personas. Un enorme camión fuera de control amenazaba la seguridad de varia gente. Ambos voltearon a ver al caos.

-Oye, Adrien, yo... Tengo algo que hacer. Debo irme ahora.- dijo ella rápidamente. Él estaba aliviado, pues realmente no tenía una excusa para salir de allí.

-Claro, lo entiendo.- dijo antes de inclinarse hacia ella y plantar un beso en su mejilla. Marinette quedó paralizada un momento, pero no podía solamente quedarse allí y disfrutar el momento. Habían personas en peligro.

Tan solo sonrió y ambos corrieron en direcciones opuestas.

Cat Noir hizo su aparición primero en la escena. Rápidamente sacó a algunas personas del lugar, pero aún habían muchas más.

-¿Dónde está?- se dijo a sí mismo preguntándose por que su compañera no se presentaba todavía. De pronto una cuerda negra se enrrolló al rededor del vehículo fuera de control. Ladybug ató su yoyo a un poste de luz y tiró de él para frenarlo.

Los ciudadanos presentes estallaron en aplausos. La heroína se acercó a saludar.

-No puedo creer que me haya despedido Adrien por un problema que iba a resolverse tan rápido.- dijo para sí misma.- Debí haberle dicho simplemente que me esperara en algún lado.

-¿Y quién es este Adrien del que hablas?- preguntó Cat Noir con una sonrisa apareciendo a sus espaldas. Ladybug se sobresaltó, pero se recuperó de inmediato.

-Eso es algo que no te importa.- respondió con una sonrisa sarcástica.

-Pero a tí parace importarte mucho.- agregó él.

-No te irás a podner celoso, ¿o sí, gatito?- preguntó con una sonrisa. Cat Noir se acercó a ella y rodeó su cintua con una mano.

-Oh, créeme, mi Lady. No tengo por que estarlo.- le aseguró levantando su barbilla para verla directamente a los ojos. Le dedicó una de sus coquetas sonrisas, pero ella parecía más que incómoda.

Sin muchas formalidades se retiró de allí mientras Cat Noir la observaba irse antes de hacer lo mismo. Saltó de tejado en tejado hasta llegar a su casa y entró por la ventana de su habitación.

Liberó su transformación justo a tiempo antes de que Natalie, la asistente de su padre, abriera la puerta.

-¿Adrien? ¿Cuando entraste aquí?- preguntó confundida al no recordar verlo entrar por la puerta.

-¿De qué hablas? Estoy aquí desde hace horas.- aseguró el muchacho. La empleada dicidió no prestarle mucha atención al asunto y continuó.

-Vengo a recordarte que aún tienes qu confirmar la sesión de fotos de mañana.

-Lo siento, Natalie, pero te pido que la canceles. Tengo un trabajo de la escuela que terminar con una compeñera de clases.- respondió él con una tierna sonrisa.


La curiosidad mató al gatoWhere stories live. Discover now