El Legado del Cuarto Hokage {Itachi y tú}

El Cantar de los Cuervos

Había pasado ya unos 2 años desde que me uní a Akatsuki y para ese poco tiempo mi relación con cada uno de los miembros era fuerte, eramos una familia (bastante extraña). Mi relación con Hidan se había convertido en la del hermano mayor que siempre fastidia a su hermanita; Kakuzu era como un tío gruñón que siempre a escondidas me invitaba a cenar para evitar pagar mucho; Zetsu era como tener dos hermanos gemelos fastidiosos; Kisame siempre cuidaba de mí, como un padre; Pain, bueno él era como el primo pervertido pero serio con quien siempre podía contar; Konan era como mi hermana y mejor amiga, siempre juntas; Sasori y yo teníamos un romance casual pero siempre que lo necesitaba ahí estaba él, en su modo de hermano mayor; Deidara sin duda era el mejor de mis amigos, siempre hacíamos travesuras, compartíamos habitación y claro que nos habíamos involucrado pero no pasaba de ahí; Madara, bueno él era mi acosador personal; y por ultimo estaba mi Uchiha, las cosas con Itachi se habían complicado pues muy pocas veces estábamos solos pero cuando podíamos lo aprovechábamos. En fin, mi relación con los Akatsuki se hizo profunda e incluso podía llegar a decir que los amaba.

Mientras tanto en Konoha, Naruto y Sasuke estaban a solo unos meses del examen a Genin; su relación era la normal, se llevaban terriblemente mal.

Naruto se había vuelto todo un desastre, siempre se metía en problemas gracias a las miles de travesuras que hacía, entre ellas pintar los rostros de los Hokages... Y por supuesto la que pagaba los platos rotos era yo.

Sasuke era el mejor de su clase, era frío, inteligente y muy hábil; sus sentimientos por mí en vez de desaparecer habían aumentado decidido cada vez más a que seríamos pareja (me parecía adorable). 

Las cosas con Kakashi eran más complicadas ya que como tenía que huir para irme con los Akatsuki debía escabullirme sin que él me viera pero era casi imposible, muchas veces tenía que llamar a Madara para que me sacara de aquel lugar.

Hoy había asistido a la Academia Ninja por petiucion del Hokage para realizar una prueba sobre en Taijutsu ya que después de Gai-san, yo era la mejor ninja en Taijutsu de la aldea ¿Se imaginan que tan malo era que yo estuviera traicionando a mi aldea? Era la segunda mejor nija en Taijutsu, tenía un buen control de Ninjutsu, el Genjutsu, bueno no era tan buena; Mi fuerte definitivamente era el Fuijutsu especialidad del Clan Uzumaki, mi madre me lo había enseñado desde mi infancia; Manejaba las cadenas de chakra y el juntsu del Dios Trueno Volador. En pocas palabras, era algo peligrosa.

Tome aire y abrí la puerta del salón encontrándome con un muy molesto Iruka-sensei quien (para variar) regañaba a Naruto, el cual estaba cubierto de pintura < Esto debe ser una maldita broma... Naruto, voy a matarte >. Todas las miradas se posaron en mí, mi pequeño hermano trago en seco sabiendo que le iría muy mal.

-Iruka-san-sonreí tranquila

-___-chan, gracias por venir-miro al rubio-Ve a sentarte, Naruto

-Vale...-el rubio corrió a sentarse junto a Sakura y Sasuke 

-Muy bien chicos, déjenme presentarlos-me tendió la mano y la tome-Me da gusto que vinieras.

-Gracias por invitarme-mire a los chicos- ¡Buenos días, chicos!-sonreí alegremente- Mi nombre es Uzumaki ___ y yo les daré la lección de Taijutsu, ¿Alguna duda?

-¿Usted es familiar de Naruto?-pregunto una rubia

-Sí, así es-solté una risita- Soy su hermana mayor-todos exclamaron por la sorpresa

-¿Qué tiene usted con Sasuke-kun?-pregunto una castaña

-Sasuke...¿kun?-aguante soltar una risotada, mire al pelinegro quien me miraba con ojos brillantes-¿Mi relación con "Sasuke-kun"? Ummm-sonreí con maldad-¡Soy su prometida!