El Legado del Cuarto Hokage {Itachi y tú}

Reclutamiento: La guarida del sur

Me sentía tan furiosa, ya íbamos a mitad del camino para ver a mi molesta prima Karin pero las palabras de Hiro se repetían una y otra vez en mi cabeza ¿Ser buena hermana? ¡Ya era buena hermana! Siempre cuidaba a Naruto, lo llevaba a comer, le daba cosas saludables para que no se enfermara de comer siempre Ramen... ¿Qué otra cosa podía hacer? < Estúpido Hiro >. Estábamos cruzando el pequeño mar que nos separaba de la guarida sur, a estas alturas la pelirroja ya debía saber que íbamos en camino.

Llegamos a la guarida del sur, Sasuke entro a paso decidido sin esperar un solo segundo, Suigetsu me miro y lo siguió, yo me limité a soltar un bufido e ir tras ellos. Conocía varias guaridas de Orochimaru puesto que siempre estaba cerca de Sasuke y Orochimaru no era capaz de alejarme.

Suigetsu abrió la puerta con su espada a petición de Sasuke, caminamos entre murmullos de los esclavos que se encontraban dentro, sus voces comenzaban a irritarme.

-Así que eres tú, después de todo... Sasuke-la pelirroja apareció- El hecho de que estés aquí solo debe significar que el rumor es cierto

-Eso es grosero. Yo también estoy aquí-murmuro el peliblanco

-¿Y? ¿Qué vienes a hacer aquí?

-Sasuke tiene algo que platicar contigo-contesto Suigetsu buscando atención- No podemos quedarnos aquí y hablar. Así que llévanos adentro, ¿quieres?

-¿De qué quieres hablar?-volvió a preguntar la pelirroja

-Dije que no nos quedemos aquí, Karin-gruñó el peliblanco enfadado

-Me das asco-murmuro al chica 

-¿Qué dijiste?

-Ya basta, Karin-murmuré interviniendo-Llévanos adentro

-___-neesama... De acuerdo...-comenzó a caminar

Una vez adentro intentaron convencer a Karin de unirse a su grupo, me limité a observar y a mantenerme cerca del azabache para que mi querida prima no comenzara a abusar de él. Mientras ellos intentaban convencerla yo no podía olvidar las palabras de Hiro además de que me sentía mal por haberle dicho algo tan cruel < Cuando acabemos de reunir a las mascotas de la serpiente depravada iré a buscar a Hiro >.

-Suigetsu, libera a los prisioneros-dijo Sasuke sacándome de mis pensamientos

-¿Qué?

-Cielos, siempre dando ordenes

-No pueden venir aquí y tomar el control, no saben lo que me costó mantener las cosas bajo control

-Sin prisioneros no se necesita un guardián...-murmuré sonriendo

-¿Estás de acuerdo con esto?-me miro sorprendida

-Te lo dije en el pasado, si debo manchar mis manos para mantener limpias las de Sasuke, lo haré-levanté mis hombros restandole importancia

-Lo diré de nuevo, ven conmigo, Karin

Suigetsu se fue para liberar a los prisioneros mientras que nosotros nos quedamos en aquella habitación. Karin cerró la puerta con cerrojo < Ahora no, por favor > sabía que eso significaba únicamente una cosa, se pondría de loca. La pelirroja se acerco al Uchiha menor y se sentó muy cerca de él haciendo poses muy sugestivas. 

Si me ponía a pensar en todas las chicas que se habían acercado a Sasuke me daba cuenta de que todas eran iguales, chillaban y actuaban tal prostituta para llamar su atención (cosa que obviamente no les servía). Recuerdo que Mikoto solía pensar que una chica que no le dejara las cosas fácil a Sasuke sería perfecta para él, así como yo lo era para Itachi y la verdad, no podía estar más de acuerdo con ella. Sasuke siempre había tenido lo que quería porque Mikoto y yo se lo dábamos pero si de una pareja hablábamos ambas estábamos de acuerdo en que debía ser alguien que le diera trabajo. Sakura y Karin por supuesto no entraban en esa categoría.