[O4] ¿Qué está pasando?

15.1K 1.6K 51
                                    

Todo el mundo se puso a aplaudir como locos, como si el tipo fuera una especie de celebridad local, supuse que así seria.

Me fijé en él pero no le vi la cara bien porque estaba un poco retirado, pero si hacerte a ver que ese... salvaje no llevaba ningún tipo de protección, ¿estaba loco?

¿Se daba cuenta de que podría morir?

<<A lo mejor es lo que quiere...>> me dije mentalmente mientras le veía acomodarse en la montura del toro.

Nada más abrirse las puertas que mantenían al animal (con el toro bajo él) encerrados, ambos salieron y vi como el toro se sacudía fuertemente para tirar al jinete que llevaba sobre él.

Contuve el aliento los ocho segundos que duró sobre él, porque cuando hubo pasado el tiempo y el hombre no se cayó de su montura todo el mundo comenzó a aplaudir y fue el momento en el que él cayó al suelo.

De pronto se hizo el silencio hasta que el hombre se levantó de la arena y su público comenzó a vitorearle como a un héroe mientras se llevaban al toro entre siete hombres.

Reconocí al jinete loco en cuanto se quitó el sombrero para saludar levemente con él, aunque solo le había visto un poco, reconocí la cicatriz, pero esta vez con la luz del sol que me ayudaba a verle mejor, vi que era un hombre bastante atractivo, no muy guapo, pero tenía algo... Sus ojos eran de color miel y su cabello corto castaño, pero aunque era obvio que era su momento, no sonrió en ningún momento, pero tampoco se avergonzaba de su rostro marcado, aunque con el gesto severo que se apreciaba estaba segura de que nadie sería capaz de meterse con él, ni siquiera a sus espaldas.

Luego dieron unos premios y él fue el ganador, tres mujeres le entregaron un trofeo, una botella de champan y un cheque, respectivamente, mientras se frotaban descaradamente contra él.

Al parecer su apariencia le daba un aire de tipo duro que a las mujeres les resultaba llamativo, ya que a mi alrededor varias mujeres (algunas incluso con sus hijos en brazos y sus maridos al lado) suspiraban con él.

Le miré una última vez y él miró en mi dirección, en ese momento no supe si fue a mí, pero sin sonreír se volvió a quitar el sombrero e hizo una especie de reverencia burlona.

No soporté más ese tosco espectáculo y salí del mogollón de gente a codazos prácticamente para encontrar al famoso cura.

Aunque ciertamente esta misión me estaba empezando a molestar, ¿dónde estaba ese cura?

Di la vuelta al rodeo sin prever que me encontraría con las escaleras de entrada y salida de la plaza, estaba el mismo tipo junto a tres hombres más que le continuaban felicitando, aunque si debo decir algo a su favor, lo cierto era que parecía que no quería que le dieran tanto bombo al asunto, pero no me vio y si lo hizo no me prestó atención, cuando pasé junto a ellos mientras giraba los ojos y bufaba silenciosamente.

Continué recorriendo la feria mientras se iba llenando la gente, ya que el espectáculo había llegado a su fin y todo el mundo volvía a repartirse por todas partes.

Una hora después me di por vencida, no iba a encontrar al cura entre toda esa gente, así que volví al aparcamiento para montarme en el coche, por un momento se me ocurrió la idea de volver a Tallahassee pero no señor, no iba a darme por vencida, quería saber, era lo único que me quedaba.

Estaba caminando lejos del ruido de la multitud cuando escuché unos pasos detrás de mí, me paré para coger impulso y salir corriendo, pero antes de que pudiera hacerlo me agarraron fuertemente y me giraron.

Eran un grupo de tres chicos jóvenes, quizá de mi edad que iban visiblemente borrachos.

-¿Dónde va tan deprisa, señorita? La fiesta continúa- me dijo acercando su asquerosa boca a mí.

Algo para recordar © A LA VENTA EN AMAZON ❤️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora