LA DECISIÓN FINAL

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Dani se despertó al día siguiente confundido y preocupado. Se fue a la cocina, se hizo un café y se sentó pensativo y en silencio a asimilar los acontecimientos, a dirimir sus futuras actuaciones y a desengrasar las neuronas en general.

Comenzó a tener una visión equitativa del bien y del mal, pero la sensación de sumisión, de reclutamiento, esa ausencia de libertad, le estaba generando una ansiedad que le hacía distorsionar la ética o mantenerse al margen de las consecuencias de sus acciones para las demás personas. No podía haber más infortunio que sentirse alienado, por tanto no podía haber persona más desafortunada que él mismo.

Salió a la calle con intención de hacer algo, sin saber muy bien el que. A la primera persona que vio le propinó un puñetazo en la boca. El agredido tras caer al suelo se echó la mano a la boca y vio que sangraba, así que lleno de cólera se levantó con intención de pegar a Dani, pero de repente salió volando un mesita de noche de la ventana del cuarto piso dejando k.o. al ciudadano caminante elegido al azar.

Dani empezó a sudar y a marearse. No había duda de que fuerzas o entes superiores estaban pendientes de él. Se sentía como un ratón en un laberinto sabiendo que hay científicos observándole. Avanzó unos metros dando tumbos en estado de shock, y a la siguiente persona con la que se cruzó le dio todo el dinero que llevaba encima, unos 250 euros, y en menos de 2 segundos le aborda un motorista de Seur con un sobre proveniente del juzgado con una indemnización de 500 euros, un pico que coleaba todavía del contencioso administrativo de la muerte de su madre.

A Dani se le empezó a nublar la vista, no tenía salida, no tenía opciones. O sí, tenía 2 salidas y tenía 2 opciones, su vida se había convertido en la lucha entre 2 fuerzas superiores actuando a modo de agente comercial que trata por todos los medios que te pases a su compañía del gas. Cada acción era una oferta, una rebaja. El mal lanza una mesita de noche a quien te quiere agradir, el bien te devuelve el doble del dinero que donas... todos te quieren, todos te ofertan la camiseta de su equipo para que juegues por ellos cuando te mueras.

 Finalmente ve venir de lejos un coche de policía, se planta en medio de la calzada para hacerlo parar. El coche que viaja a gran velocidad, para a pocos metros de Dani con un frenazo de los que dejan marcas. Dani avanza los escasos pasos que le separan del coche, se agacha y empieza a pincharle las ruedas. Se bajan 2 policías confundidos por la actitud de ese extaño chico. Tratan de tranquilizarlo pero Dani ya no escucha palabras, a poco que se acercan le mete la mano en la cartuchera a uno de ellos y le roba la pistola apuntando a su propia sien.

- ¡¡No!! no lo hagas chico, ¡¡seguro que hay otra salida!!.

Mientras el primer policía le habla, el segundo mientras, se aproxima por detrás, y con una maniobra de algún tipo de arte marcial consigue reducir a Dani, quitarle el arma y ponerlo contra el coche. Le registran, no lleva nada importante o esclarecedor. Dani parece más tranquilo, aunque en ningún momento es que se le notase sobreexcitado como cualquier otro delincuente común, todo era fruto de su frustración. Así que los agentes le dan la vuelta e intentan hablar con él. Pero Dani aparte de tranquilo tiene las ideas claras, le vuelve a meter la mano en la cartuchera del ya inepto policía (2 veces...) para robarle el arma,  esta vez en vez de apuntarse a él mismo, apunta al policía desarmado, con lo que su compañero no tiene más remedio que desenfundar también y disparar a Dani. Le pega un perfecto tiro en la sien, para que muera en el acto, sin posibilidad a que Dani apretase también el gatillo, y hubiese más muertes.

Dani cae desplomado sobre el asfalto, (¿)descansando por fin en paz (?)

RESULTADO FINAL DE LA CONTABILIDAD DEL KHARMA DE LA VIDA DE DANI: 0

LA CONTABILIDAD DEL KHARMAWhere stories live. Discover now