LA CONTABILIDAD DEL KHARMA

Hola me llamo Dani, tengo 21 años. Soy huérfano desde los 18. Mi padre murió cuando era muy joven, a penas lo conocí. Mi madre nunca quiso hablar mucho de él. Parece ser que murió en extrañas condiciones dentro del centro penitenciario en el que cumplía condena por tráfico de drogas. Mi madre falleció como dije cuando yo tenía 18 atropellada por un coche, mientras atravesaba despistada una carretera de 4 carriles con las bolsas de la compra. Un juez determinó que la culpa fue suya, por lo que la persona que la atropelló no sufrió consecuencias. Sólo me quedan unos parientes lejanos con los que no me llevo muy bien. No importa, creo que puedo ser autosuficiente, la casa está pagada y ahora es mía, el seguro de la muerte de mi madre me dejó 80 mil euros, y el turbio negocio de mi padre me ha dejado una caja fuerte con bastantes billetes de 500 también.... todo lo que no se ha jodido ya en vida permanece bien, aunque todo lo que permanece bien es suceptible de poder joderse en algún momento.

He vivido lo suficiente para darme cuenta de que nada está bajo control, nada depende de mi, me paso la tarde intentando perfeccionar un punteo de guitarra y cuando obtengo la satisfacción de conseguirlo, me llama la policía y me dice que mi madre ha sido atropellada. Todo se mueve en el caos de lo imprevisible, cuando creemos que somos dueños del dominio de algo, una situación más grande te viene por detrás y te lleva por delante.

No me considero una persona religiosa, ni siquiera excesivamente espiritual. Me gusta la música, salir con mis amigos, beber hasta perder el sentido y no conocer donde me despierto. Aunque soy muy leal con los míos, es lo que me queda, tengo principios con la gente que me rodea, a pesar de nuestro comportamiento siempre al borde de la ley, porque como dice Juan Carlos, dentro de la ley ya hay más borde que fuera.

A pesar de tener ambiciones, anhelos y sueños de futuro, mi vida ha encontrado un sentido que nadie conoce, quiero conocer por qué murieron mis padres, qué he hecho mal para que la vida me diese de repente estos golpes tan duros. Como digo la mayoría de las situaciones a las que somos sometidos al día no dependen directamente de uno mismo, y si estamos sujetos a la aleatoriedad de la suerte o a la voluntad de algún dios, quisiera saberlo, pero creo que todo lo bueno y lo malo que te viene porque sí, sin esperarlo, tiene un sentido y un por qué. ¿Será la voluntad de seres superiores que nos echan a pelear mientras se sientan a observar? ¿Será que los errores se pagan generacionalmente, y la vida se está cobrando cosas que hizo mal mi padre...? No lo sé, pero lo voy a descubrir, y para ello pienso llevar de manera estricta y milimétrica: LA CONTABILIDAD DEL KHARMA.