Capítulo 9: El chico que pidió un dulce perdón.

Magsimula sa umpisa
                                    

-Y casi me convences, debo admitirlo...

-Eso quiere decir que estaba haciendo bien mi trabajo... llévate una rebanada más, por escucharme casi hasta el final.- usando una servilleta la presidenta envolvió otra rebanada para Chen diciéndole que de igual modo el club estaba abierto por si quería darse una vuelta. El chico asintió y caminó ahora en dirección al estacionamiento.

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-¡Dios mío esto es delicioso!- Tao estaba comiendo un trozo de paraíso, sus papilas gustativas volaron en el cielo y su rostro se sonrojó a tal grado que Chen no pudo evitar pensar mal de su amigo para luego reírse.

-Te lo dije...

-Lo sé, hice mal en no creerte... Por cierto, Kris ha preguntado por ti...-El rubio seguía llevándose trozos de pan a la boca, recordando cómo, durante su hora de trabajo, el chico frío preguntó tímidamente por Chen al momento de recoger su pedido. Raro. Realmente creyó que nunca lo haría por las miradas semicortantes que aún se lanzaban, parecía que sólo se llevarían bien si uno de los dos tenía sangre falsa encima.

-¿Qué preguntó?-

-Sólo quería saber si te encontrabas bien.- hizo bolita la servilleta y la depositó en la bolsa para basura que había en el auto.

-Pues dile que estoy bien.-mintió.

-De acuerdo- acató el copiloto alzando los hombros. Como si fuese un niño se asomó por la ventana y gritó, desde hace algunos días estaba realmente feliz, gustaba de igual modo de demostrarlo hasta qué, guardando silencio, entró de nuevo al auto con una mirada interrogante. Chen enarcó la ceja observándole de reojo sin perder de vista el camino-¿Hoy es martes, no es así?- El moreno asintió- ¿Y Xiumin?

La pregunta flotó en el aire durante unos segundos, por un momento el color abandonó el rostro de Chen y se obligó a frenar a un lado del camino no precisamente para hacer un chiste. Tenían tutoría. Él siempre lo esperaba en la salida y le avisaba en caso de cancelar pero esta vez no lo hizo, sumando que dejó de apoyarlo durante la prueba por ocuparse de sus propios problemas, estaba en su derecho a retirarse pero no sin una explicación.

Se sintió de lo peor.

-¿Chen?- cuestionó Tao acercándose a su pálido amigo.- ¿Estas bien?

-Sí...-Falso. -Quiero decir, cancele la sesión de hoy... acabo de recordarlo.-Las mentiras brotaban de loa labios de Jong Dae como el agua lo hacía de una fuente.

Retomó el control luego de un profundo suspiro, continuó manejando hasta llegar a casa de Tao en donde el chico se despidió angustiado por su amigo. Rara vez se veía en el rostro de Chen preocupación y no entendía propiamente porqué, sin embargo, si Tao estaba seguro de alguna cosa era que a su mejor amigo le estaba "creciendo la nariz".

El moreno esperó hasta que el chico entró a su casa, cuando lo perdió de vista sacó su celular del bolsillo y marcó con rapidez el número de Xiumin; los timbrazos le dejaron helada la sangre, no recordaba que el rojizo tardara tanto en contestar, al menos no a él, no obstante, lo hizo al final y lo que Chen escuchó al otro lado de la línea no le agradó en lo más mínimo.

-¿Te olvidaste...?- Asintió aun subiendo que Min Seok no podía verlo- no me sorprende- admitió el chico con la voz cortante.

-Puedo volver por...

-No te molestes.- intentó sonreír. -Te veo mañana...

Colgó.

Era la llamada más corta que habían tenido hasta el momento y de igual modo la más incómoda. Nunca creyó llegar a herir a aquel que tantos favores le hizo, incluso en otras ocasiones, a pesar de posponer los planes, Xiumin siempre le respondía en tono alegre...

"Mi percepción del tiempo, el reloj y una taza de café"  [Taoris]Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon