Capítulo 16: ...Demonios.

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Tao no estaba ebrio, al contrario, se veía bastante lúcido. Más confiado a tal grado de buscar con quién hablar, poco le importó si estos eran grandes empresarios o los hijos de los mismos, fácilmente lograba sacar tema de conversación y hacerse notar, sólo era cuestión de encontrar el modo para mágicamente convertirse en un reportero estrella.

Sin dar información suya logró captar la atención de unos cuantos, le contaron de todo, desde los humildes inicios de sus carreras hasta los trucos sucios que utilizaban para permanecer en la cima. Poco a poco dejaban salir más datos pero cuando el nombre "Black Forest" y "Wu Yi Fan" salían a flote éste último aparecía como por acto de una invocación a interrumpir los avances del rubio al buscar información.

Siempre.

Y además, se enojaba. ¿Qué le ocurría? Sí, al principio le dijo que evitara el contacto, sin embargo, no iba a pasarse la celebración solo. Porque en ningún momento vio al chico frío separarse de los invitados a no ser que fuera para alejarlo de alguna conversación como dijo que haría.

Frustrado, rellenó su copa y salió aun pequeño balcón abandonado por la audiencia. ¿Por qué nadie salía? Se preguntó tras atravesar unas ligeras cortinas del tul que, hipnóticas, lo invitaban a abordar ese espacio. La noche se apreciaba hermosa siendo iluminada no sólo por los astros sino también por las luces resplandecientes de la ciudad, sobre su cabeza, una luna llena se alzaba alegre y en la orilla de la barda pequeñas flores purpuras le hacía compañía, no obstante, el frío era notorio y entonces comprendió el porqué no había nadie en aquel lugar tan bello.

Aún teniendo la opción de volver decidió quedarse después de entender que no encajaba entre las personas al interior. Dejó salir el aire contenido y acto seguido se llevó su bebida a los labios dejando la copa vacía de un sólo trago.

Se lamentó. Acababa de salir y no quiso entrar para rellenarla; acción que no fue necesaria.

-¿Quieres la mía?- le ofreció alguien a sus espaldas.

Tao se volvió en dirección a la voz, era masculina un tanto "gangosa" pero amable y en nada le incomodó aceptar lo que le ofrecía.

-Gracias...- susurró tomando el objeto de cristal lleno casi a tope dándole la espalda enseguida para que el chico tuviera la oportunidad de irse sin problemas o escapar. Pero no fue de ese modo.

-Te he estado observando. No eres de por aquí ¿o sí?-
Tao no estaba de humor en esos momentos así que se redujo a negar con la cabeza-. Eso explica todo, te ves más auténtico que cualquiera aquí presente.

El rubio le regaló una mirada interrogante, ese comentario se le hizo muy peculiar.

-¿A qué te refieres?-

-Tú eres tú, no usas mascaras...

-En lo personal creo que todos allí adentro son ellos mismos.

El contrario rió sin límites, creyó que era una tontería lo que el rubio le había dicho pero se silenció en cuanto notó el tono sincero en el que lo dijo.

-No bromeas...-acotó expectante.

-No. No lo hago... Las personas con las que he hablado han demostrado ser ellos "mismos" completamente, aún sin que sus acciones sean las mejores. Quieren sorprender con realidades...

-Horribles realidades...

Tao se dio unos segundos para contemplar a quien le hacia compañía. A diferencia de los demás no parecía elegante o malvado. Alto, piel blanca, cabello teñido de colores diversos y llamativos, chaqueta de cuero y pantalones ceñidos que, bueno, le favorecían bastante.

-¿Te gusto?- cuestionó con una sonrisa traviesa interrumpiendo el análisis del joven Huang.

-No. Eres un hombre...

-Oye, el amor no entiende de cuerpos, rostros, voces, apariencias o historias.- el chico tenía razón. Bastaba con recordar el enamoramiento de Xiumin por Chen para darse cuenta que el cariño se le podía dedicar a quien sea-. Simplemente nace, por ejemplo, tú me gustas...

El panda dejó a medio viaje su copa, se sintió estático por un momento sin comprender lo que ocurría. El inoportuno visitante le dedicó nuevamente una sonrisa previa a una nueva cuestión.

-Hablando de gente auténtica, ¿Quien eres?- habló como si su confesión de hace algunos segundos no hubiese ocurrido y el rubio hizo lo mismo. Le correspondió la amabilidad con la que lo trataba a pesar de lo anterior.

-Soy Tao.

-¿Sólo Tao?- "Sí" respondió de forma casi inaudible. -Bueno, yo soy Oh Sehun y mi padre es dueño de una aerolínea.

-Yo no te he preguntado eso...

-Pero quiero decírtelo, deseo que sepas más de mí.


Los labios del ojeroso se curvearon, dudaba que alguien realmente agradable anduviera entre tanta gente corrupta. Se sintió feliz de tenerlo a su lado en esos momentos en los que se sentía rechazado.

-¿Con quién vienes?- indagó nuevamente el de cabello arcoiris.

-Con Kris.

-¿De verdad? ¿Son "amigos"?- a la última palabra le agregó unas comillas con los dedos. ¿Por qué siempre hacían eso? Acaso era extraño que el chico frío entablara una amistad, pensándolo bien, sí era extraño, mas lo que no entendía era la manera de decirlo.

-¿Te sorprende?

-Sí... quiero decir, todos en la fiesta somos "amigos" de Kris.

-No lo parecen.

-Es que...-
Sehun se pasó una mano por el cabello intentando encontrar las palabras adecuadas. - Te lo pondré de una manera sencilla... ¿Ya se acostaron?

Tao abrió los ojos de par en par. Esto superaba ante todo la confesión de unos minutos atrás. ¿Qué si se habían acostado? -¡Dios mío, no! -respondió aterrado ante la idea.

-De acuerdo, una disculpa, error mío. Debí abordar el tema con más delicadeza... Escucha... -
pidió llevándose la mano al mentón- Kris es la manzana de la discordia para hombres y mujeres sin importar su edad pero sí su posición social. El mundo entero quiere hacerle favores a Black Forest con tal de tener al joven heredero unos cuantos segundos en su cama. -Huang ZiTao estaba atónito, buscaba información pero nunca creyó que llegaría de esta forma o que fuese tan impactante. -Así que cualquier lazo emocional para él es una mentira si no hay un beneficio de por medio. ¿Qué tienes tú para ofrecerle?

El rostro del rubio se quebró... intentaba cerrar su mandíbula desencajada sin éxito alguno. ¿Qué tenía él para ofrecerle?  Kris lo buscó, se lo dijo cuándo la fiesta de la señora Su-Hee y además le comentó lo de sus proyecciones y el deseo por tener la vida de Yi xing pero ahora que todo eso pasó. ¿Qué quería Kris de él? ¿Qué?

-¡Tao! ¡Te dije que no hablarás con nadie!

El susodicho se giró a la entrada de balcón, observó a la imponente figura del chico frío, despeinado, sudado, respirando con dificultad y no por alguna actividad preveía, sino por coraje. En los ojos del joven Wu se apreciaba un sólo sentimiento irracional, celos.

-¡No eres su dueño! ¿Por que habría de hacerte caso?- cuestionó Sehun divertido.

-¡Tú! ¡Callate!- ordenó con toda la autoridad que reunió el hijo del gran árbol.

-Sólo estábamos pasando un buen rato... como tú y yo hace ya un tiempo, es más, lo ponía bajo aviso.

Dicho comentario pareció colmar el vaso; en un parpadeo Kris ya tenía su puño estampado en el rostro de Sehun y Tao, aún inmóvil, observó todo sin saber precisamente que hacer.

En toda la noche no lo había visto intervenir de una manera tan violenta, el chico frío no era así...

• ◘ •

Actualmente, recordar aquél día suponía una laguna mental para ZiTao. De alguna forma logró volver del limbo para separar a los dos muchachos antes de que la situación llegara a mayores. Ignoraba de dónde sacó la fuerza para hacerlo pero lo logró y se alegraba por ello.

Sehun en el suelo con el labio partido al igual que un ojo morado e hinchado y su palma recargada en el pecho desbocado de Kris intentando contenerlo fueron las cosas que lograba rescatar...

Después de eso no supo que pasó, su memoria era borrosa y aunque intentara saber el "cómo" llegó de nuevo a la habitación del chico frío era una incógnita que supo nunca recuperaría.

Wu Yi Fan cerró de portaso la habitación arrojando enseguida a Tao que jalaba con desesperación del brazo desde pisos abajo -¿Qué te sucede?- cuestionó este último sobando el área maltratada.

-¡Te dije qué no hablarás con nadie-

-¿Y qué se supone que hiciera? ¿Esperarte? En ningún momento vi que te acercaras a mí como mencionaste en el elevador. ¡Sólo me alejabas de la gente!

-Es que no lo entiendes...- mencionó con aparente suavidad. En el rostro del más alto, específicamente en la frente, una vena resaltaba como muestra de su sentir.

-¿Qué es lo que no entiendo?- a este punto de la conversación ambos gritaban a pesar de sus gargantas secas por el alcohol.

-Me enoja... y me asusta.

-¿Qué?

-Me molesta...


-¡YA BASTA! Dilo todo de una vez...-Tao se acercó y sin medir su fuerza empujó a Kris haciéndole perder el equilibrio. La respiración del chico frío se aceleró, bajó la mirada, estaba preparado para soltarlo todo, absolutamente todo, hasta quedarse afónico.... y dejar a Tao sordo.

-¡ME MOLESTA VERTE CON OTRAS PERSONAS! ¡¿De acuerdo?! Lo odio, lo odio, lo odio. Detesto sentir esto, no sé que me pasa pero desde hace unos días estoy extraño cuando te veo y no sé lo que es... Únicamente ocurre contigo y con nadie más. -"Oh no, más confesiones no" pensó el rubio que a duras penas estaba logrando digerir la información -Estaba feliz cuándo supe que estarías conmigo en este infierno pero, entendí que de estar aquí conocerías mis demonios y me Asusté. Ellos me han visto de tantas horribles formas qué de contarte todo lo que he hecho ibas a rechazarme...

-Kris...


-Quizá... quizá... ya no querrías saber nada de mí. He estado esforzandome por ganarme tu cariño todo este tiempo y a pesar de los errores lo conseguí. Ahora, imaginar que todo se iría al caño...- el chico frío se recargó en la pared y poco a poco se fue deslizando hasta quedar sentado en el suelo. Sufría de pequeñas convulsiones que denotaban el llanto que se esforzaba en ocultar al no levantar la cara.

Al contrario de lo que Wu Yi Fan pensó, Tao no se fue de su lado, no dijo que lo odiaba ni mucho menos que lo rechazaba por sentir aquello que él desde hace unos días comenzó a denominar como amor. El pensar tanto en el ojeroso desde que Yi xing le contaba sus aventuras, el idealizado y el descubrir que era mejor de lo que siempre imaginó -a pesar de los tropiezos- le mostraron el camino a sus verdaderos sentimientos y por primera vez no temió demostrarlos.

Se sintió liberado. Era necesario sacar todo eso o iba a explotar, pensándolo bien, lo hizo. Tal como una granada pero nadie, para su buena suerte, salió herido...

-Me he sentido igual... -comentó Tao sentándose en el suelo, frente a Kris. -Y tampoco sé qué pensar al respecto, quiero decir eres un... .chico pero, con todo lo que ha pasado desde que te conocí hasta ahora me he dado cuenta de que me atraes... o eso creo.

Tao no habló de amor, le aterraba pensar en algo así por el momento, sino de una fuerza intrínseca que sobrepasó los límites de cualquier proyecto.

-¿Bromeas?- preguntó Kris con una sonrisa torcida, parecía pronto a reír después de semejante drama.

-No.

-Me alegro... -
admitió relajado.

Después de eso, un silencio palpable inundó la habitación, eran tantas las emociones que sentirlas todas y ninguna fue la opción que ambos escogieron mientras se sostenían la mirada. Ambas mentes hacían conexiones sin parar y sus respiraciones agitadas se volvieron calmas, casi como un arrullo. De verlos, cualquiera pensaría que caerían dormidos de un segundo a otro pero, estaban más despiertos que nunca y la energía que corría por sus cuerpos escapaba en forma de ligeros movimientos para nada discretos.

Se acercaron e inclinaron lo suficiente hasta recargar sus frentes uno en el otro. Ahora que esta pequeña parte oculta al fin salió a la luz lo que seguiría a continuación era todo un misterio que ambos tenían cierto miedo de descubrir, sin embargo, era necesario.

"¿Cual es el siguiente paso?" Pensaron el par de chicos al mismo tiempo.

Ya no se odiaban. Incluso comenzaron a sentir estima por el otro y delicadamente esta atención se convirtió en otra cosa. ¿Deberían ser algo más que amigos ahora? Comenzar a salir a citas, tomarse de la mano en público, abrazarse, ¿Besarse?...

Sí. Kris si quería todos eso ya que está era la primera vez que alguien se interesaba él de manera sincera, sin dinero de por medio o beneficios lejos de su compañía y la idea de que Tao "correspondiera" llenaba su pecho de alegría, no obstante, aún habían barreras entre ellos.

Con un poco de timidez, Kris tomó el rostro de Tao entre sus manos buscando encontrar sus labios. La intención de la acción era visible y le sorprendió al mayor que el panda no pusiera resistencia pero, a unos cuantos milímetros de juntarse, Kris se detuvo. Una punzada retorció su cerebro y le indicó que debía detenerse, tenía unos estudios pendientes y una pequeña herida en el labio por culpa del ridículo de Sehun.

Si el VIH estaba en su sangre, Tao quedaría contagiado y eso sería algo que no se perdonaría jamás.

Desistió de la idea enseguida, si comenzaría con el pie derecho, lo haría desde ese momento, protegiendo a la persona más importante en aquella habitación: ZiTao. 

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⏰ Last updated: Jun 01, 2017 ⏰

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"Mi percepción del tiempo, el reloj y una taza de café"  [Taoris]Where stories live. Discover now