"Mi percepción del tiempo, el reloj y una taza de café" [Taoris]

Capítulo 9: El chico que pidió un dulce perdón.

Tao era un genio, era tan listo que incluso estaba preparando un trabajo similar a una investigación profesional -según le había dicho- para conseguir una beca universitaria, de igual modo era bueno en las artes marciales. Kris, chico con el que aún no se llevaba del todo bien, no les quiso decir a que le gustaría dedicarse, sin embargo, entendían que era alguien con el futuro sellado, queriendo o no, podía dirigir una empresa sin importar a que se dedicara la misma, tenía dinero suficiente de ambas partes de su familia -esto último lo supuso- por lo que leyeron en Internet aquel día. Luego estaba Lay, igualmente becado, trabajaba y estudiaba dos carreras. Artes escénicas y Producción Audiovisual, increíblemente también trabajaba y le mandaba dinero a su madre sin falta cada fin de mes aunque ella se lo devolviera más tarde...

Xiumin eran inteligente, a diferencia de Tao, se especializaba en los números, decía que eran su fascinación y se esmeraba en demostrarlo al igual que su gusto en los deportes. De hecho en ese mismo instante estaba haciendo la prueba para entrar al equipo de fútbol en la escuela mientras que Chen... reflexionaba sobre todas estas cosas que en algún momento le parecieron absurdas.

¿En dónde entraba él? Simplemente se reducía a estudiar las cosas de la escuela, jugaba videojuegos, salía con sus amigos, cursaba su último año en preparatoria y no tenía la menor idea de a que dedicarse después de ello, es más, no había contemplado la opción de entrar a la Universidad ya que su vida en el instituto así, simple, le gustaba demasiado. Estaba en su zona de confort. Pero fuera del futuro y concentrándose en el presente no hacía nada...

No había algo que realmente le apasionara ¿Los autos? Sólo le gustaban en sí conducir, era lo que le atraía pero nunca se vio como un chofer o un corredor de autos. No.

El moreno suspiró y bajó de las gradas desde las que apoyaba a su amigo, no obstante, al no poner Atención decidió irse con el pretexto de que se sentía mal, lo cual era medio cierto. Esperaba compensar a Xiumin en el futuro; siempre que aceptaba estar con él había algo que se interponía. "Lo siento" dijo en un susurro tras regresar a la parte interior del instituto.

Deambuló entre los pasillos sin saber qué decir o hacer. ¿Qué tan difícil es encontrar una pasión? Algo por lo que dar todo tu tiempo y a lo cual dedicarte... ¿Qué tan difícil es darte cuenta de eso?

-¿Qué tan difícil es preparar un pastel?- Chen levantó la mirada, había estado viendo el suelo durante toda su caminata, una chica al frente se le acercó y le ofreció una rebanada de pastel que llevaba en una charola bastante adornada- No mucho.- agregó con una amplia sonrisa, como si le quisiera vender algo. El moreno, inseguro, tomó una con la mano izquierda y se llevó a la boca, sus labios cambiaron a media luna; aquel bocado estaba delicioso.

La contempló unos momentos, era la presidenta del club de repostería; al parecer no sólo los deportistas buscaban miembros, sino otros grupos del instituto también.

-Puedes preparar algo para una chica especial-siguió hablando y al decir esto se sonrojó- en las reuniones no tendrás que comprar nada, además, las cosas dulces son las mejores en diversas situaciones-le ofreció más, Chen no dudó en tomar otra porción como paga para que siguiera poniéndole Atención.

Siguió masticando mientras la chica al frente continuaba explicando lo maravilloso que era cocinar, sin embargo, cada palabra le entraba por un oído y le salía del otro lado, se sentía triste a pesar de lo mucho que deseaba contagiarse un poco de la felicidad. Incluso ella tenía pasiones, incluso ella sabía qué hacer con su vida. Chen levantó la mano libre para detenerla y con su mejor cara negó su acceso al club.

-Lo siento....-susurró.

-No te preocupes, de todas formas esta no es una actividad que le guste a muchos chicos. En fin, al menos lo intenté.