Mi nueva vida (2/2)

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Capítulo 13

Estaba en el salón intentando no olvidar que mi pelo cambiaba mediante cambiaba mi cuerpo a el de Deen, sentía como si todos me estuvieran mirando.

— Nedd, ¿Qué tienes? — Me pregunto Cristy

— Nada, es solo que... descubrí porque mi pelo cambia.

— Oh ok, entonces ¿cuál es la razón?

— Cuando cambio mi cuerpo al de Deen pasa eso, no entiendo porque.

— Hmm... Ya veo, ¿y todos lo podrán ver?

— Pues... no lo sé, quizá solo personas como tú.

— Pues yo opino que me gustaría ver tu pelo completamente gris.

— Creo que para eso tendría que transformarme en Deen Completamente.

— Que horripilante.

— Olvidas que estoy aquí — Dijo Deen con mis labios y su voz.

— No, Créeme que es imposible después de matarme en un sueño.

— Que rencorosos son los humanos, en fin no te mate.

— Pero casi.

— Tú lo has dicho "casi".

— Cállense los dos — Dije con enojo.

— No es mi culpa.

— Solo olvidémoslo y pongamos atención.

— Bien — dijeron Deen y Cristy al mismo tiempo

La maestra nos estaba mirando con detenida atención, yo la mire y aparente que estaba escribiendo.

— Nedd.

— ¿Qué quieres Deen?

— ¿Recuerdas lo que olimos?

— Como olvidarlo, sigue impregnado en mi nariz.

— Desapareció.

— ¿Puedes ver algo extraño? —

— Sí, pero para estar seguro déjame usar tu cuerpo.

— Pero mi pelo cambiara.

— Eso es si tú usas mi cuerpo.

— Oh, bien entonces.

Realmente muchas veces me imagine que dentro de mí habría un jardín lleno de pasto verde y ríos como en las películas o series pero es más bien un lugar oscuro con una ventana al exterior, siento mi cuerpo pero no soy yo quien lo mueve, esto es realmente desesperante, al mirar esa ventana puedo ver lo que Deen está mirando, no sé a qué se refiere con eso extraño parece que no deja de ver a la maestra.

— ¡Deen!

— Espera niño.

— Deja de mirar a la maestra.

— Eso es lo extraño.

La maestra estaba expidiendo un tipo de líquido de sus manos que al tocar el piso se hacía gas, en realidad por un momento pensé en lo vulgar como que se había orinado o algo por el estilo pero después... pensé en algo lógico, nada es lo que parece esta es mi nueva vida quizá la única amiga que vaya a tener en mi vida sea Cristy porque muy probablemente personas que no son personas me quieran asesinar... esa es mi nueva vida "Confiare en ti Deen".

— Niño — Me dijo Deen en la mente

— ¿Que paso?

— Tú eres especial, no fue el destino por lo que estoy aquí, estoy aquí desde que tú eras un niño, te estuve esperando porque tú tienes algo que nadie más tiene.

— ¿Y Qué es eso?

— Un fuerte espíritu, algo con lo que yo necesito vivir, tu salvaste mi vida del infierno, ahora yo te di lo necesario para sobrevivir en este infierno llamado tierra, estas personas son débiles, ahora tú conoces quienes son en realidad.

— Por cierto niño.

— ¿Que?

— ¿Listo?

— ¿Qué?, ¿Para qué?

— Para tu primera pelea.

— ¿Cómo se supone que hare eso?, ¡no! no estoy listo.

— Vamos tu puedes chico y si mueres me quedare con tu cuerpo.

— No moriré

— Bien, harás lo siguiente, saldrás de tu cuerpo y cuando estés en tu cuerpo espiritual toma la espada que te di.

— ¿Matare a alguien? — Lo interrumpí.

— Digamos que si, a un demonio.

— ¿Porque no lo haces tú?

— Porque dije que te daría lo necesario y ya lo tienes, esto te demostrara la razón por la que eres especial.

Salí de mi cuerpo, esta vez no estaba dormido "supongo que es porque Deen está ahí", transforme mi cuerpo completo en el de Deen, tome la espada y corrí hacia la maestra, ella no se movió ni un solo centímetro, parecía que ella no me veía así que me coloque por detrás de ella, sujete con fuerza la catana e intente clavarla en su espalda pero unas garras detuvieron la espada por el lado sin filo y la sumieron en el piso, algo salió de la maestra era una especie de combinación de hombre huesudo lleno de un líquido verde que olía peor que la alcantarilla, me miro con sus ojos oscuros y su sonrisa tan espeluznante, lo admito tuve miedo, retire la espada de su sitio e intente atravesar a ese demonio pero me escupió en el hombro y eso... ardía como el ácido, corrí para volverlo a atacar e intente esquivar tres escupitajos, lo logre él estaba en el suelo deshaciéndose con la espada clavada en el pecho una luz salió dentro de él después desapareció y volví a mi cuerpo rápidamente.

— ¿Qué fue lo que paso?

— Ganaste.

— ¿Lo mate?

— No, solo lo mandaste a donde pertenece.

— ¿Y qué paso con la maestra?

— Ella estará bien de ahora en adelante.

— Eso... ¡fue asombroso! — Dijo Cristy susurrando.

— ¿Cómo?, ¿lo has visto?

— Como no verlo.

— Por un momento olvide que podías.

— Creo que tú te vez mejor en ese cuerpo — Dijo Cristy con un ligero tono de broma.

— Sí, creo que me gusta más el mío.

— Los interrumpo — Dijo la maestra mirándonos a Cristy y a mí.

— Perdone maestra — Dije con tono arrepentido.

Al salir de la clase nos dirigimos a la segunda clase la cual paso rápido, sin que me diera cuenta mi día había pasado rápido, me quede pensando en la joven que vi en la cafetería el día anterior ya que hoy no la vi ni en clases ni en el almuerzo. Cristy corrió hacia mí saliendo de clases y se veía tan...

— Hola Nedd.

— Hola Cristy.

— Me preguntaba si querías ir al cine — Su voz parecía tan apenada lo cual para ella no era norma ya que siempre es tan atrevida.

— Preferiría ir a mi casa, me siento realmente cansado.

— Perfecto veamos una película en tu casa — Dijo Cristy con aire divertido.

— Haha... claro vamos — Dije con una sonrisa perezosa en mi rostro.

Subimos a mi auto y conduje hasta mi casa. Al llegar abrí la puerta de mi casa y recordé que todo estaba hecho un desastre por lo de la joven que vino pero... todo estaba en orden.

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