Nunca dejé de amarte

Capítulo 21.

—¿Te encuentras bien Emma? Te veo algo rara—. Sharon me miró por encima de su escritorio con preocupación.
—¿Eh? ¡Si! Si estoy bien, gracias—. Le sonreí levemente.
—Ok... ¿y cómo te la pasaste en tu cumpleaños?—.
"¡Fue el mejor cumpleaños de mi vida!" quise decirle pero me contuve.
—Fue algo sencillo, salí con mi hermano y una amiga a celebrarlo en un club—.
—Me alegra que te lo pasaras bien—.
—Muy bien—susurré—¿y tú? ¿cuando es tu cumpleaños?—.
—El 25 de diciembre—. Dijo con timidez.
—¡Oh! ¡El día de navidad! Seguramente recibes el doble de regalos—.
Ella sonrió.
—Pues si, es genial, por cierto tengo algo para ti—Se agachó y tomó una bolsa de regalo que tenía dentro de un cajón—Felicidades—.
—¡Sharon! No tenías que molestarte—. Tomé la bolsa y le di un abrazo rápido.
Ella se encogió de hombros para restarle importancia.
Abrí mi obsequio y me encontré una cartera de piel con dibujos tribales y muchos compartimientos dentro.
Me reí.
—¡Te acordaste! Gracias, aún no reparo el cierre de la otra—.
Ella sonrió y se sentó nuevamente tras el escritorio.
En ese momento salió Liam y detrás de él pude ver a Max con el semblante serio.
—Emma ¿Podemos hablar un momento?—. Liam estaba a mi lado y me puso una mano en el brazo.
—Eh...—miré a Max y noté que articulaba "No" con los labios—no sé si debería... estoy en horas de trabajo y...
—Sólo será un minuto, por favor—. Hice una mueca y asentí. Salí con él a la calle sin girarme a ver a Max, ya sabía cual sería su reacción en ese momento.
—¿Qué ocurre?—. Pregunté.
—Pues... sólo quería invitarte a salir para... ya sabes, hablar como en los viejos tiempos...
Fruncí los labios. ¡Pero que incómodo era esto!
—No creo que sea buena idea porque—me aclaré la garganta—porque tengo novio y es un poco celoso—.
En ese momento sonó mi celular, era un mensaje:
"Si no se larga en 20 seg. saldré por ti."
Sonreí.
—Oh, pero sólo era una invitación como amigos—.
—De verdad no creo que sea buena idea—.
Él frunció los labios y asintió.
—Entiendo... bueno fue un placer volver a verte Emma, cuídate—. Me dio un abrazo de oso y depositó un beso en mi cabello.
—¡Liam!—. Exclamé.
—¿Qué? No hice nada malo y tu novio no está aquí...
—¡Pero tienes gripe y me vas a llenar de gérmenes!—.
—¡Oh cállate! ¡Sólo es un poco de moco y ya estás acostumbrada a eso y cosas peores! No es como si fueras a morir o algo—.
Los dos nos reímos hasta que un carraspeo nos interrumpió.
—Señorita Sanders necesito que me ayude con el inventario—. Yo me desprendí del abrazo de Liam y me giré hacia la puerta donde se encontraba Max con el ceño fruncido.
—Alguien tiene problemas con el jefe—. Canturreó Liam en mi oído. Yo le respondí con un codazo.
—Si doctor, ahora voy—.
Apretó la mandíbula y asintió pero se quedó ahí.
—Bueno, debo irme quizás te vea luego—. Le sonreí a Liam y le di una palmadita en el hombro antes de acercarme a Max.

------------★------------

Cuando vio que me acercaba a él dio media vuelta y entró al consultorio nuevamente.
Encontré a Sharon recogiendo sus cosas cuando alcancé a Max.
—¿Te vas?—.
—Si, hoy solo era el señor Wells, te veo el lunes—dijo colgándose su bolso al hombro—y Emma—me llamó cuando perdimos de vista a Max—será mejor que te vayas cuanto antes, creo que el doctor está de mal humor—.
Suspiré.
—Si, pero me pidió ayuda con el inventario—.
—¡Entonces suerte!—. Me sonrió y salió de allí justo cuando Max salía nuevamente.
Me miró y frunció el ceño. Esperé a que dijera algo pero sólo puso mala cara.
—¿Estás molesto?—.
—Si—.
—¿Conmigo?—. Se lo pensó un segundo y después suspiró.
—No. Contigo nunca podría estar enojado—.
—¿Entonces?—.
—No lo sé... me desagrada Wells—.
—¿Y eso fue antes o después de notar que era mi ex?—.
Él tardó en responder.
—De acuerdo, hoy empecé a odiarlo y mas cuando vi que te abrazaba, además después de que saliste se te quedó mirando el muy hijo de puta y cuando le pregunté si se conocían me dijo que habías sido su chica hace poco tiempo, quise estrangularlo en el momento—.
Solté una risita y él me miró mal.
—Vale, estás celoso... pero debes saber que sólo te quiero a ti—. Me acerqué y lo abracé.
Pasó sus brazos por mi cintura y me regresó el abrazo.
—No son celos... Sólo... No quiero perderte—.
—No me vas a perder nunca—. Nos quedamos en silencio unos minutos hasta que él lo rompió diciendo:
—¿Cuánto duraron?—.
—Acabas de estropear el momento—. Dije en un suspiro.
—Lo siento, no pude evitarlo pero los celos me están matando—. Puse los ojos blanco.
—Como dos meses y hace mas de un año que no lo veía—. Solté.
—¿Dónde lo conociste?—.
—En una escuela de cocina, él es chef...
—¿Y por qué terminaron?—.
—Es una historia muy larga pero te la resumiré: Liam no conocía a mis hermanos y una vez vió a Will recién bañado y semi desnudo en mi departamento así que saco ideas erróneas sobre él, intenté explicarle pero se negó así que Will lo hizo a la manera Sanders y Liam se dio cuenta de su error pero ya era demasiado tarde y terminamos, él regresó a su antiguo hogar y yo me quedé aquí—.
—A la manera Sanders... Ya me imagino... Y... ¿Alguna vez tuvieron...?—.
—¡Max!—. Dije a modo de regaño.
—Es lo último que pregunto, ¡lo juro!—.
Yo suspiré.
—No, nunca... nos acostamos—.
—Oh me alegra... No quería matar a un paciente—.
—¡Max!—. Volví a decir escandalizada y le di un golpe en el pecho.
—Sólo bromeo amor ¿Nos vamos ya?—.
—Si... no quiero seguir hablando de esto—.