Después de eso, nuestra familia se volvió lo que siempre habíamos deseado, a pesar de ser tan joven, Janine se esforzó por ser una excelente madre y lo logró por completo, Daniel fue muy feliz al igual que nosotras y la llegada de las gemelas sólo mejoró lo que faltaba. Por supuesto, las habladurías no tardaron en aparecer cuando Janine llegó al pueblo como la nueva señora Raven. No le daban una total aprobación por el simple hecho de ser tan jóven, y lo mejor era que nos importó un comino todos estos años.

Pero ya en el presente, la hora de los regalos llegó y las gemelas estaban súper emocionadas. La tía Emma siempre se lucía con todo lo que nos traía de todos sus viajes. Me encantaba la ropa al igual que a Dëni. Un sentimiento de tristeza me invadió de repente al recordarla pero eso era todos los días, no había un minuto del día en que yo no pensara en todo aquello. Lo alejé de inmediato pues Emma me observaba de forma preocupada, le dediqué mi mejor sonrisa y le di gracias por todo lo que me había traído.

La mayor parte del día se la pasó con mis padres hablando acerca de todo lo que había pasado, decidí retirarme porque en realidad no me apetecía escuchar nada de eso. Fui a mi cuarto a acomodar todo en el armario, Nina se había ofrecido pero a veces consideraba que era demasiado todo lo que hacía por mi.

Lena me dejó varios mensajes y estuvo llamándome en el transcurso del día. Me decidí a contestarle o el maldito teléfono me volvería loca:

Lo siento mujer, pero tenemos visitas directo desde Paris :D

Su respuesta me llegó casi de inmediato:

Ya deseo ver todos los modelitos que la tía Emma te trajo; iré a verte más tarde ;)

Sonreí ante su respuesta. Lena adoraba siempre la ropa que Emma mandaba desde cualquier lado y Dëni y yo siempre la habíamos compartido con ella, aunque Lena siempre vestía de manera fabulosa.

Un ligero golpe en la puerta me puso en alerta, era Emma, me dedicó una pequeña sonrisa, entró a mi habitación, analizándola de pies a cabeza.

—Sigo sin creer que ya no eres mi niña de 13 años —murmuró melancólicamente.

Era claro que esta visita no era algo cordial ni nada por el estilo. Esto tenía un objetivo y esperaba que me incluyera a mí.

—Siéntate.

Fue a mi lado en la cama y acarició mi cabello con delicadeza, su instinto maternal era increíble, seguía preguntándome por qué jamás tuvo hijos.

—Tú padre me ha dado mucho en qué pensar.

—Algo totalmente usual en Daniel —sonreí forzadamente—, ¿qué pasa?

—Cariño, tengo cincuenta y un años, si piensas que creo todo esto acerca de que estás bien y todo lo demás, te equivocas, me preocupas cielo, te veo animada, contenta, llena de luz, pero tus ojos están vacíos, la alegría no llega a ellos.

Sentí un nudo en la garganta, esta mujer llevaba en la casa menos de doce horas y ya me había dado un análisis completo.

—Ya no puedo llorar más —respondí conteniendome—, no quiero. Trato de estar bien por ellos Emma, sólo por ellos —ella asintió levemente y tomó mis manos.

—Volveré a Londres, mi trabajo en París terminó por ahora y bueno desde hace tiempo estuve reflexionando y recordando el tiempo que Dëni y tú pasaron conmigo. Ya tengo casi cincuenta y dos años, estoy sola y no tengo a nadie más con quien pasar lo que me quede de vida. Sabes que los adoro a todos y cada uno de ustedes, es por eso que vine.

—¿Qué?, no entiendo...

—Ven conmigo a Londres, linda.

Esperen, esperen... ¡qué!

—Tia Emma, yo no sé qué decir —y realmente no sabía.

—Ven conmigo Alexia, estarás en otro ambiente, necesitas conocer todo lo que está frente a ti, después de todo eres joven y hermosa, date la oportunidad.

Ambas nos quedamos en absoluto silencio mientras yo sopesaba las posibilidades de esta oferta. Y ciertamente era algo, fantástico. Había estado quebrandome la cabeza para librarme de todo esto y Emma me puso todo en bandeja de plata.

—Estaré aquí hasta el miércoles, piénsalo muy bien y si dices que si, hablaremos con Daniel. Aún no le digas nada —me dio un beso en la frente y salió de mi habitación. 

Tomé mi teléfono rápidamente y le mandé un mensaje a Lena:

Tienes que venir ahora; estoy a punto de irme a Londres. ¡¡¡Necesito consejos!!!

En 30 segundos su respuesta llegó:

Estaré ahí en 10.

"El Elemento Perdido #1: Fuego" ⚠️Disponible Hasta El 31 De Diciembre⚠️Where stories live. Discover now