Capitulo 5

2.5K 140 6
                                    

- Sango yo creo que seria mejor separarnos. - le dijo Kohaku,

- ¿Estas loco?! No vine hasta aquí solo para separarnos de nuevo.

- Señorita Sango, su hermano tiene razón, si nos separamos les sera mas difícil encontrarnos. - dijo el monje recargándose en un árbol.

- Lo haremos solo con una condición.

- ¿Cual?

- Nos reuniremos en la aldea con Inuyasha y los demás.

- Esta bien nos vemos haya. - se acerco y se abrazaron -, cuídate. - ella asintió.

- Escuchen! Nos separaremos, vayan con cuidado y si los atrapan... ya saben que hacer. - ellos asintieron y tomaron caminos separados. Con Rin, Kikyo ya había terminado de limpiar las heridas que tenia, salio de la habitación.

- La fiebre ha disminuido ¿Que fue lo que le paso? Atacada por youkais no creo ellos la habrían matado.

- La encontré en el manantial que se dirige al oeste.

- ¿No fue a metros de ahí donde el general Taisho ataco?

- Parece que si, no me atreví a dejarla ahí, varios youkais se acercaban con mujeres para... tu ya sabes, no me imagino que le pudieron haber hecho a la niña si la encuentran ahí.

- Hizo bien señor Totosai, esta muy débil como para llevarla conmigo a la aldea, cree que pueda tenerla aquí hasta que se mejore.. enviare a Momiji para que le ayude a cuidarla.

- Si, no hay problema. - Totosai era de los pocos youkais que querían que la guerra acabara, era por eso que vivía tan alejado de todos, ayudaba a Inuyasha a forjarle espadas, y Kikyo trataba de encantar las espadas como lo hacia Kagome, si ella aprendiera seria mucho mas fácil poder atacar el palacio por sorpresa, pero aun no le quedaban del todo bien.

- Bien tengo que irme, llegaran refugiados y hay que atenderlos, Momiji llegara en la noche, si la niña llegara a despertar hoy dele un té con estas hierbas y algo de comer.

- Esta bien. ¿Quiere que la acompañe a la aldea?

- No, puedo volver sola.

- Pero esta algo lejos.

- Mejor cuide a la niña, no se pero al verla sentí un nudo en la garganta, a pesar de tener años viendo morir gente aun no me puedo acostumbrar a ver niños sufriendo, y esa niña me da tristeza verla así.

- Sera ¿Porque ya tienes mucho sin ver aun niño así?

- Puede ser, bueno yo me voy, cualquier cosa no dude en llamarme.

- Así lo haré, vaya con cuidado. - ella asintió y salio de ahí.

Totosai entro a la habitación donde se encontraban Rin, se sentó por un lado del futon y ahí se estuvo cuidándola por horas hasta que ella comenzó a abrir los ojos lentamente, al verlo se asusto un poco.

- Tranquila, ya te lo dije, no te haré daño, ¿Como te llamas? - ella lo miraba con cierto temor, siempre le habían dicho que los youkais eran malos y te mataban sin ninguna consideración, mas sin embargo ¿Porque seguía viva aun?

- Rin.- susurro.

- Que lindo nombre ¿Que hacías en ese lugar tan peligrosa tu sola? - ella bajo la mirada -, no te regañare, no soy tu padre para hacer eso.- ella seguía con la mirada baja -, te preparare algo de comer. - se levanto se salio para prepararle algo, no tenia gran cosa, solo unos cuantos pescados y unas cuantas verduras, una vez preparada la comida y el té entro a la habitacion, Rin estaba recostada miraba hacia el techo de piedra -, ten come, estas muy débil. - le acerco la comida.

- ¿Porque lo hace? - su voz apenas si se escuchaba.

- Lo se es difícil de creer, pero yo estoy en contra de la guerra, aun que sea de mi propia especie, es muy cruel la manera en la que se matan entre si y a otras personas. - ella se levanto y tomo el plato entre sus pequeñas manos.

- Entonces... ¿No me hará daño? - miraba la comida pensando si estaba envenenada.

- No, no lo haré, dime que caso tendría salvarte y después matarte. - ella lo miro, tenia razón -, vez no te haré nada, anda come, se ve que no has comido en días, pero primero come ya hablaremos mas tarde.- ella asintió y comenzó a comer, cuando termino se levanto para llevar el plato a su lugar -. ¿Te sientes mejor?

- Si, muchas gracias. - su voz ya no era tan bajita.

- Ahora si me dirás ¿Que fue lo que paso y porque tienes esa espada? - ella asintió y le contó todo, el sintió tristeza su misma especie la había traicionado lastimandola de esa forma.

- Puedo pedirle un favor.

- Si dime pequeña.

- Por favor no le diga a nadie quienes eran mis padres.

- No entiendo por que me pides eso, pero si es lo que deseas. ¿Conoces a Inuyasha? El conocia a tus padres incluso les prometió cuidarte si algo malos les pasaba a ellos.

- No lo conozco, solo he oído de el.

- No muy lejos de aquí esta su aldea, puedes ir ahí para que te cuiden.

- Noo, por favor no me lleve ahí.

- ¿Porque?

- De seguro ahí estarán las personas que me dijeron todas esas cosas feas.

- Inuyasha no permitirá que te hagan daño.

- Por favor permitame quedarme aquí con usted, se cocinar, lavar ropa, se de hierbas medicinales.- estaba apunto de soltar el llanto, el suspiro.

Esta bien, puedes quedarte, pero no por lo que sabes hacer, si no para que estés mas tranquila, ¿Eres sacerdotisa?

- No, cuando vivía en la aldea hice varias pruebas peri la parecer no tengo ningún tipo de poder espiritual, la señora Kaede me enseñaba cosas sobre hierbas.

- ¿Conocías a Kaede?

- Si, la busque después del ataque pero no la encontré.

- Sera mejor que sigas descansando, mas tarde vendrá alguien para limpiarte las heridas.- ella asintió y fue a recostarse.

Totosai se quedo pensando en como ayudarle, tenia que hablar con Inuyasha pero aun no sabia cuando volvería, en la noche llego Momiji con mas hierbas para curar a Rin y un cambio de ropa para que se diera un baño.

- Saldré, cuida de Rin por favor.

- Claro señor. - Totosai salio y fue de nuevo a la aldea para ver si ya había llegado Inuyasha, pero aun no, solo habían llegado las personas de la otra aldea y Miroku junto con otros humanos y hanyou que habían ido al palacio del oeste, Kikyo y otras sacerdotisas les atendieron. Inuyasha se había pasado todo el día buscando a Rin pero nada, decidió volver a su aldea y planear una búsqueda con mas gente. Con Rin ella ya se había dado un baño, ahora su kimono era anaranjado con cuadros amarillos y obi verde, se peino el cabello como lo hacia siempre, una colita de lado -, ¿Como te sientes?

- Mejor, gracias señorita. - no sabia por que pero Momiji no le inspiraba tanta confianza como Totosai, Momiji era amable pero ni le inspiraba confianza. Inuyasha llego a la aldea cuando se encontro a Kohaku.

- ¿Kohaku? - el asintió -, cuanto has crecido.

- Un gusto volver a verlo joven Inuyasha.

- Por fin llegas.

- ¿Totosai? ¿Que ocurre?

- Debemos hablar Inuyasha.

- Venga, te veo mas tarde Kohaku. - comenzaron a alejarse -. Que paso Totosai.

- Es sobre Rin..

Amar o Matar.  (Editando)Where stories live. Discover now