-Te veo sonreír y es como si toda la luz quedara atrapada en tus labios. - Blackmoon apareció a un lado de ella. - ¿Como la esta pasando esposa mía?

-Muy bien gracias por preguntar señor esposo. - Dijo ella sin poder evitar coquetear.

-Me alegro saber que la fiesta te complace. - dijo Black mientras recorría con la mirada el cuerpo de Ginny deteniéndose de manera sugerente en su escote. - Aunque yo también estoy disfrutando, ya deseo poder  retirarnos no me apetece seguir compartiendote con el resto de la sociedad. - Ginny inclino la cabeza y un suave sonrojo cubrió sus mejillas.

-Milord...

-Dime Ethan. - Interrumpió Blackmoon.

-Ethan. - repitió Ginny como paladeando su nombre. - Me gusta como suena. - elevo la cabeza para mirarlo a la cara y sonrió encantada.

-A mi también me gusta como suena. - Dijo con voz ronca Ethan mirándola con fuego en los ojos. -Creo que ya cumplimos con la fiesta. - dijo poniendo la mano en la cintura de ella y  atraiéndola hacia el. - Propongo que comencemos nuestro viaje de bodas.

-¿viaje de bodas? Milord pensé que sabia que no podríamos viajar aun. - Dijo Ginny en un susurro.

Blackmoon suspiro.

-Claro que lo se. - Dijo mirando alrededor. - Pero el resto no lo sabe por lo tanto es  una ventaja, debemos aprovecharla y utilizarla de la mejor manera.

Ella lo miro confundida. Seguramente tanto alcohol le tenia atontada la mente pues no entendía nada.

-Podrías iluminarme por favor. -  dejo la copa en una mesita cercana. 

-Tu atacante al saber que no estas podría descuidarse  o cometer algún error. - miro hacia todos lados, la tomo de la cintura pegándola a su cuerpo y acerco sus labios a su oído. - hemos esparcido el rumor sobre a donde  iremos de luna de miel, y he mandado a mi gente a cada posada para que vigilen  los que llegan y parezcan sospechosos.

-Claro ya comprendo. - Respondió Ginny entusiasmada. -  si funciona el sebo, Jean Claude se alejara de  Londres  por unos días mientras y nosotros tendremos carta blanca para ir y venir a espaldas de la buena sociedad. -Ella lo miro sonriente. - un excelente plan milord.


Black no pudo evitar sentirse un poco arrogante a ver con la admiración con que su esposa lo miraba, no podía creer que se había casado, aun lo sentía todo muy poco real, su duquesa era hermosa, inocente y extremadamente sensual, y era solo suya, perfectamente suya, y el tenerla ahora ahí, entre sus brazos, lo hacia sentirse el hombre mas afortunado del mundo entero.

Ella lo miro con curiosidad.

-¿Por que sera que cada vez que me mira tengo la sensación de que me quisiera devorar? - pregunto ella inclinando adorablemente la cabeza hacia un lado.

Si ella supiera, pensó con ironía.

- No se como llegaste a esa conclusión querida. - La miro fijamente sus ojos ardiendo de deseo. - Pero ya que entramos en eso, creo que es  un excelente momento para irnos. - un oleada de ternura lo recorrió al ver como ella se sonrojaba. - Tranquila, te aseguro que disfrutaras de cada momento.

-No dudo sobre sus habilidades milord. - Dijo ella evitando su mirada.

-Me alegra oír eso... ¿Vamos? - Suavemente la tomo de la mano y tirando suavemente de ella, la guió hacia una puerta cercana oculta tras  una voluminosa planta, quería evitar que la gente viera su partida para ahorrarle a su esposa las miradas indiscretas que solo aumentarían su nerviosismo, pero si bien podrían haber evitado a todos los presentes con facilidad, olvido que entre ellos también habían cuatro de los mejores espías. - Lo siento... -Le dijo a Ginny dirigiéndole una mirada arrepentida mientras con un gesto indicaba la salida.

En Edición La rosa (1º Serie Red de Espias)Where stories live. Discover now