Esta vez no te perderé.

Un nuevo comienzo.

Lacus y Rene se tensaron en sus lugares, ellos no sabían nada de esto.

-Me negaba a perder a Yuu-chan tan fácilmente así que recurrí a la única opción que me quedaba- todos en la sala guardaron silencio- lo convertí en vampiro...

El ambiente se tenso considerablemente por ello, todos creían que yo seguía igual que siempre cuando volvimos pero en realidad ya había perdido mi humanidad.

-Eso significa que soy inmortal y ya no puedo envejecer- explique, unos segundos después un leve suspiro se escucho a mi lado.

-Sobre eso, Yuu-chan, todavía puedes envejecer- dijo Mika- todavía no eres un vampiro completo.

-¿Eso significa que tendré que tomar sangre humana para ser como tu?- pregunte a lo cual Mika solo asintio.

Mire con tristeza a todos los presentes en la sala, no quiero tener que tomar la sangre de mi familia.

-Esta bien- dijo Kimizuki acercándose mientras dejaba expuesto su cuello- puedes tomar mi sangre pero mas te vale que no me dejes seco.

-No quiero tomar la sangre de ninguno de ustedes- me negué.

Luego de resistirme durante unos minutos termine cediendo así que me acerque a Kimizuki que me estaba ofreciendo su sangre. Lo tome de los hombros acercándome a el con los ojos cerrados, estaba por clavar mis colmillos en su cuello mas el sabor de su sangre nunca llego, al contrario, era el sabor de la sangre de Mika. Abrí mis ojos sorprendido notando como Mika había puesto su muñeca en mi boca para que no mordiese a Kimizuki. Luego de unos segundos Mika alejo a Kimizuki para luego abrazarme posesiva mente.

-Yuu-chan, beber sangre de otra persona que no es tu pareja esta considerado como infidelidad entre los vampiros- susurro en mi oído.

-Lo siento- susurre acercándome para besarlo, por lo menos conseguí que quite su mirada amenazante de Kimizuki.

-Encontraremos alguna manera Yuu-chan- dijo al separarnos.

Detrás de nosotros escuchamos una risa nerviosa, todas las miradas se dirigieron a su propietaria.

-De hecho puedo sellarlos a esta edad con un conjuro- dijo nerviosa Selene.

Todos la miramos sorprendidos y le pedimos que nos muestre como lo hace, luego de eso Selene accedió a sellarnos a todos, incluido a Megu.

-En cuanto a lo de la sed puedo hacer algo con eso- dijo Natsume.

Usando otro conjuro logro quitarnos la sed a todos los vampiros presentes, Mika creía que no había funcionado así que decidimos probarlo.

-Mika, si dices que no sabes como es el sabor a la comida, entonces cada vez que comías...

-No podía sentir el sabor- termino mi frase.

Kanane me dio uno de los dulces que estaba comiendo y se lo di a Mika, el comió un bocado para luego casi atragantarse con lo que le quedaba.

-Yuu-chan, dime que tienes mas de esto- pidió como un niño pequeño con un ligero brillo en los ojos.

-Si, tengo varios en mi apartamento...- apenas termine de decir esto sentí como Mika me tomaba de la mano mientras salia corriendo hacia el apartamento.

Al llegar a nuestro departamento Mika busco desesperadamente los dichosos dulces en las alacenas de la cocina para luego casi comer uno por segundo.

-Oye, si sigues así terminaras siendo un vampiro gordo- lo reproche al ver que tan solo quedaban unos cuantos dulces.

-Gordo pero de Yuu-chan- dijo sin dejar de comer lo cual me causo un sonrojo.

-¿Quieres probar curry?- pregunte luego de unos minutos a lo cual el asintio.