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Su madre la estaba esperando en la sala.

No estaba segura de las veces que habían repetido esa rutina durante aquel par de semanas. Zoey lloró en cada una de ellas. A su llegada a Natory, capital de lo que quedaba del continente americano, la chica había estado segura que todo iba a ser incluso más desagradable de lo que pudiese pensar. Y lo había sido, así no lo pareciera a primera vista.

Las personas que se encargaban de interrogarlos y conseguir información sobre su familia y, sobre todo, de Kass, eran amables en extremo. Los hospedaron en uno de los hoteles más importantes de la ciudad. Tenían comida, vestido y vía libre para recorrer la ciudad y disponer de los recursos que les proveían. Mostraron verdadera preocupación por el hecho de que Zoey perdiera el examen de selección y aseguraron que le darían la oportunidad de presentarlo.

Era como si esperaran que los lujos y favores los convencieran de hablar, como si pagaran un soborno por adelantado. Eso había bastado para revolverle el estómago a Zoey. ¿Cómo podían pensar que le harían eso a su familia? Eran unos imbéciles si pensaban que ella o sus padres terminarían diciéndoles algo. Aunque no era como si hubieran podido hacerlo. Era lo bueno de que Kass desapareciera sin decir palabra, incluso si ellos quisieran no podían darles información, ni sobre su paradero ni de sus habilidades. Hasta la mañana del ataque Zoey no sabía que las tenía.

Le costó mucho habituarse a la idea, la realidad que se formaba frente a sus ojos sin que ella pudiese hacer algo para detenerla: su prima era uno de ellos. Un demon. Tal vez el CBI pensó que el trauma sería tan grande que lograría sacudir lo suficiente a su familia como para traicionar a Kass, pero eso no iba a ocurrir. No había forma de que pasara.

Zoey se acomodó en el sofá donde se había instalado para escuchar la conferencia. Les habían pedido que los acompañaran, pero el estar ahí parados el lado de Shannon Olsen sería como aceptar todas las cosas que estaba diciendo en ese momento. Con su perfecto cabello rubio peinado detrás de las orejas y su traje blanco. Incluso las personas a su alrededor parecían demasiado elegantes como para existir ¿Quién se vestía como ellos en la vida real?

—Mira a ese, parado justo detrás de ella —reclamó Zoey, apuntando de forma acusadora al chico de ojos plateados y cabello oscuro—. ¿De verdad crees que alguien obligó a ese idiota a hacerse una prueba de ambivalencia?

—Zoey, estamos intentando escuchar.

El tono de su madre era calmado, pero dejaba claro que no iba a tolerar otra interrupción. Zoey apretó los labios con fuerza y volvió su atención al televisor donde Shannon seguía hablando del incidente en Clear Water.

—Se exhorta a la población a no perder la compostura. Las fronteras de todas las ciudades han sido reforzadas. Los nuevos mecanismos de defensa han demostrado tener un nivel de éxito casi total con las bestias, la gran mayoría de las criaturas salvajes producidas por la radiación del Día Negro han sido aisladas de las ciudades, algunas de ellas se encuentran ya en un proceso de domesticación —. Zoey no podría creer que alguien aun llamara "Día Negro" al día de las explosiones, la reverencia con la que Shannon pronunciaba esas dos palabras le parecía ridícula—. La actividad demon se ha mantenido en niveles bajos durante los últimos años. En este momento interrogamos a Hunter Fischer para obtener información sobre su cómplice, Kassandra Cross, quien se infiltró en la ciudad de Clear Water. Hasta ahora se ha descubierto que fue una riña entre ellos lo que ocasionó el ataque. Se está buscando a Cross en todo el territorio habitable, si llegaran a verla...

La madre de Zoey apagó la televisión.

No había nada diferente a lo que les dijeron a ellos en la mañana. Intentaron convencerlos de que sus años con Kass habían sido producto de alguna clase de ilusión, querían absolverlos a cambio de que se deslindaran de ella. Era la cosa más cruel que Zoey podría haber pensado. Ellos eran su familia, la única que le quedaba. ¿Cómo podían pedirles que hicieran algo así? ¿Cómo era que sus padres habían aceptado? Intentaron explicarle a Zoey que era lo correcto, que era necesario sobrevivir para intentar ayudar otro día, no podían hacer nada si ellos terminaban muertos. Zoey, había apretado los puños hasta que las uñas se le clavaron en las palmas de las manos, no quiso hacerlo, pero había asentido. Y entonces firmaron esos malditos papeles donde negaban toda relación con Kass, con su prima.

Demons - EditadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora