Guía para conquistar a Bernoulli

8. Comienza el juego.

"- ...Y así fue como Lewis Hamilton se llevó el triunfo en Korea. - Sonrió Coutlass
-Éste "BRT" se pone cada vez más emocionante, ¿No lo crees Bob?
-Así lo parece Darrel. Después de que los líderes en el tablero de puntuación: Francesco Bernoulli y "Lighting" McQueen cayeron de forma alucinante el día de ayer quedando en quinto y sexto lugar -respectivamente-
-Esperábamos que los corredores estrellas pudieran decirnos un poco sobre esto... pero... no estaban muy dispuestos a hacerlo...

Comenzó a transmitirse un video. Muchos camarógrafos persiguiendo al italiano y las luces del flash de cámaras parecían a punto de aturdirlo. Bastantes manos sosteniendo un micrófono cada una mientras lo invadían con gritos, preguntas. Esta vez, el castaño solo se alejó, sin hacer caso a alguna cámara.
Enseguida cambió. Esta vez era el rayo McQueen, que, realizó lo mismo que Francesco... con la diferencia de una gran sonrisa y solo no contestó, porque se le veía perdido en sus pensamientos. Pronto Guido y Mate saltaron a la cámara, impidiendo que siguieran grabando.

Ambos anfitriones en el canal alzaron Los hombros y rieron en voz baja.
-No estoy seguro de lo que pienses tú, Coutlass, pero yo espero un milagro para que estos dos vuelvan a subir..."

Seguía sonando la televisión en el aeropuerto. Él estaba sentado, con los codos recargados en las rodillas; juntó sus manos, entrelazando los dedos frente a sus labios y sus ojos tan azules como el cielo, apuntaban a un punto fijo en la pared. Aun esperaba a que Luigi regresara para darle las indicaciones para abordar su vuelo. Miró a la televisión para verla por unos instantes, después, echó su cabeza para atrás, estiró los brazos y regresó a su postura original. Revisó entre sus cosas en una pequeña mochila que cargaba con él. Sacó una libreta y tomó una pluma con el nombre la aerolínea grabada de un bote en la mesa frente a él. Pasó entre las hojas y dio con alguna vacía al azar. Comenzó a escribir...

"Guía para conquistar a F. B."

Solo anotó las iniciales; así, si alguien lo encontraba, podría llegar a un pretexto rápido. La declaración inocente de la noche anterior, sr la había tomado como un reto personal. Comenzó a recordar los últimos momentos que habían pasado juntos y a repasar sus errores en cada uno de ellos. Pasaron un par de minutos más cuando, después de algunos esfuerzos, logró anotar siete puntos:

"1. Salúdale, y siempre sé cortés
2. Dale atención
3. Sé honesto
4. No burlas
5. No lo subestimes
6. Quédate con él
7. Cuida tu lenguaje."

Parecía tener sentido; por lo menos, en su cabeza sonaba bien. Cada vez que los volvía a leer, sonreía más ampliamente. En ese instante llegó Guido hablando un montón de italiano, con esperanza que McQueen entendiera algo. Tras el lenguaje verbal que tuvo que ocupar el pequeño, el rubio lo siguió a un paso tranquilo hasta llegar al avión, donde ambos, se sentaron en la primera clase.

-Oye Guido... - Tomó asiento el mayor - ¿Dónde están Luigi y Mate?

- Essi hanno avanzato - Pronunció lentamente con los ojos bien abiertos - C'erano due biglietti per la Norvegia nel volo precedente - Se quedó callado esperando una reacción; peor no la hubo - Sapevamo che se Mate è venuto per voi, non si trova... (1*)

McQueen asintió algo incómodo, con una sonrisa de dudosa seguridad. Volteó a la ventana sin decir nada hasta que su celular comenzó a sonar. Buscó entre las cosas de su mochila y se topó antes con el objeto que había tomado un par de minutos antes. El timbre del teléfono dejó de escucharse y sacó la libreta abriéndola en la página donde escribió. "Salúdale" leyó. Volvió la mirada a Guido y alzó la voz.

-Mira, te seré sincero, apenas entendí una o dos palabras de lo que me intentaste explicar - Hablaba sin vergüenza mientras el pequeño le lanzó una mirada completamente ofendido - ¡Si, lo sé!... Pero... - Lo pensó bien y volvió a mirar la libreta - Si me enseñas como se dicen un par de cosas... pueda comenzar a comprender.