Guía para amar y no morir en el intento || H.S, Z.M.

Lección 11: "No caigas de nuevo"

  — Todavía no me lo creo —murmuré mientras colocaba mi brazo sobre mis ojos mientras la nieve acariciaba mis dedos. 

— Bueno, dijiste que llevaban bastante tiempo juntos, incluso antes de conocerla, ¿Nunca te imaginaste que podría suceder? —respondió Jared observando su cuaderno con el ceño fruncido. 

Me encontraba acostada sobre el regazo de Jared mientras este revisaba sus apuntes de Cálculo con los míos. La nieve debajo de mi cuerpo, se hundía con el contacto y el frío se colaba en mi abrigo, logrando hacerme tiritar. A nuestro alrededor, todos disfrutaban de los minutos libres que teníamos antes de entrar a clase.

— Digo, Lorie me parece genial, pero...¿Casarse con ella?, ¿Mi papá en serio se va a casar de nuevo? —pregunté sin abrir los ojos y sin esperar respuesta. Jared suspiró y por un segundo, dejó el cuaderno de lado para observarme con atención. 

—   ¿Te disgusta mucho? 

No tenía que pensar en la pregunta para responder. Yo sabía la respuesta desde el instante en que mi papá y Lorie anunciaron que estaban comprometidos. No. No me disgustaba. A decir verdad, me agradaba el hecho de que Lorie estaría para mi papá toda la vida, pero...

No quitaba el  hecho de que era un cambio.

  — Sí te soy sincera...—suspiré observando las ramas del árbol sobre nosotros, totalmente congeladas—...me siento aliviada. 

— ¿Aliviada? —preguntó devolviendo su atención a su cuaderno de notas. 

— Sí. Supongo que hasta el momento me pregunté qué ocurriría con mi papá cuando me fuera de casa. Sí tuviera una familia, inevitablemente, tendría que alejarme de él. Entonces, ¿Qué?, él estaría solo.

— Supongo que con Lorie, ya no tienes que preocuparte por eso —el chico frunció el ceño observando sus hojas y colocó el cuaderno frente a mi—. Tienes la siete mal. 

Tomé mi cuaderno y revisé el problema para darme cuenta de que en efecto, la respuesta era incorrecta. Tomé la goma de borrar y la utilicé en la respuesta para volver a escribirla con el lápiz que Jared me tendía. 

— Ella quitó un peso de mis hombros —asentí con la cabeza mientras me levantaba del regazo de Jared para observalo un poco incómoda—. Él único problema es que...

—...ella se convierte en tu hermana política —finalizó mientras alzaba la mirada de su cuaderno para señalar una cabellera negra con la barbilla. Mis ojos pasaron, inevitablemente, a la chicha de abrigo Vintage que caminaba junto a una rubia de manera altiva. 

— Beverly será mi hermanastra oficialmente —susurré casi inaudible.     

— La bruja del viejo oeste será tu hermana querida...Oh, también tienes la quince mal —fruncí el ceño para observar mi cuaderno y volver a repetir el proceso de corrección—. Estoy seguro de que podrán intercambiarse la ropa y zapatos.

Reí mientras le lanzaba un golpe en el brazo a Jared para devolver mi mirada a la elegante pelinegra. Ella sería mi hermana. Esta vez, indefinidamente.  La chica que me había hecho sentir inferior, durante toda una vida...dormiría bajo el mismo techo que yo.

Mierda.

  — Tal vez, no sea tan mala cuando esté en casa —murmuró Jared encogiéndose de hombros—. Puede que sea un dulce panda que necesita amor. Te faltó la dieciocho. 

— Beverly es todo menos un panda necesitado de amor —respondí mientras copiaba la dieciocho de el cuaderno de Jared. 

— April, ¿Qué te sucede?, tienes la veinte, veinticinco y la veintisiete malas, y ni siquiera hiciste la treinta —dejó el cuaderno de lado para cruzarse de brazos mientras me observaba a manera de reprimenda—. ¿Qué le pasó a la chica "prefiero estudiar a ir a una fiesta"?