Eliott tuvo la sensación de que el sujeto lo estaba midiendo, suspiró con aire melancólico, su cuerpo se echo atrás y se encogió de hombros..

—Bueno, entonces tendría que decir que no y llegar a casa a llorar sobre mi almohada— explicó con voz tranquila pero resuelta.

Czar volvió a soltar una risita divertida que a Eliott le pareció refrescante.

—Puede ahorrarse las lagrimas Eliott, no es a lo que me refería antes, lo crea o no, chantajear por sexo no es mi estilo— hizo un ademán desestimando el asunto— tampoco me es necesario— le aseguró y Eliott no tuvo la menor duda de lo que decía, Kyros tenía una forma de moverse y de hablar que resultaba hipnotizante, las palabras claras y pausadas acompañadas del tono grave y suave podían embelesar a cualquiera. Era un hombre muy sensual y de hecho increíblemente sexy.

—Lo creo, en verdad le creo—y claro los millones en su cuenta desde luego no desalentarían a nadie.

—Volviendo a nuestro tema, lo que concierne a este acuerdo...— Kyros se acomodó en el asiento, poniendo seriedad a sus palabras y señaló con dos dedos el espacio entre los dos— se limita a su actuación, quiero que actúe como yo digo – aclaró con voz seria pero también tranquila y amable, como la de un profesor que pacientemente explica a su alumno.

Eliott no estaba seguro de querer aceptar eso, era cierto que aquel hombre tenía una reputación incuestionable en cuanto a sus éxitos pero...

— ¿qué es lo que piensa?—indagó cuando Eliott pareció perderse en sus pensamientos demasiado tiempo.

Eliott le miró con semblante serio, como pocas veces podía vérsele fuera de la actuación.

—Tengo mi orgullo como actor, me estoy cuestionando qué tanto soy capaz de ceder—. Respondió sinceramente.

—No será diferente a seguir las indicaciones del director— Czar le aclaró.

Eliott lo pensó, era cierto pero de alguna manera no se sentía igual, posiblemente porque aquel hombre tenía una presencia tan abrumadora que sentía que podía ser engullido por él en cualquier momento.

—Lo haré— si quería entrar a aquel mundo lleno de estrellas no sería el primer hombre con una fuerte presencia que conociera. Decidió ecararlo de frente.

—Bien— asintió su acompañante y al parecer perdió el interés en él, sentándose recto e indiferente a su lado, viajando en silencio hasta que llegaron a su hotel— Duerma bien Eliott, mañana le espera un día pesado— le aconsejó y Eliott asintió— Pasaré por usted a las nueve – Eliott se detuvo con la mano en la manija.

—¿Perdón?— Se giró a él encontrándose con el hombre peligrosamente cerca, tan cerca que creyó que podría cubrirlo por completo con su cuerpo.

—Pienso tomar este proyecto desde ya, Eliott; y mi centro se encuentra en usted—le explicó. Eliott se echó atrás intentando poner espacio.

—Bien, entonces hasta mañana— se apresuró a aceptar para poner distancia, cuando se giró para salir sintió la mano fuerte detenerlo por la muñeca y la voz ya familiar justo contra su oído.

—Y Eliott... no se equivoque— el susurro envió escalofríos por toda la espalda de Eliott, erizando los cabellos de su nuca— No pretendo chantajearlo por sexo, pero no dude por un segundo que no pretendo tenerlo en mi cama—la voz sonó tan sensual que le costó recordar que acababan de conocerse.

Eliott tembló y se planteó girarse y enfrentarlo o salir del auto rápidamente y huir, para su desgracia era testarudo y giró el rostro casi rozando sus labios con los ajenos.

El toque de CzarWhere stories live. Discover now