Shh no digas nada...- Adriana

63 3 0
                                    

La puerta estaba abierta y entré buscando a Anna y Ale. No las vi así que decidí ir a la cocina la cual estaba abarrotada de gente, la mayoría conocidos del instituto, otros de bachillerato y otros que jamas había visto. Pedí que me sirvieran un vaso de Larios con limón, mi bebida favorita y al momento el vaso estaba en mi mano. Pasee y salude a algunos amigos hasta que por fin encontré a Anna.
-Hey,  Adri por fin te veo.
-Lo mismo podría decir, llevo desde que llegue buscándoos a ti y a tu hermana. Por cierto,¿Donde está?
-Esa habrá ligado y estará ya dándose el lote por ahí.
- Ja ja le ha faltado tiempo. Bueno te dejo, voy a seguir dando una vuelta.

La dejo allí bailando y me dirijo al salón que ahora mismo parece mas una pista de baile de discoteca, hay gente bailando por todos lados y los sofás están pegados a la pared, también llenos. Me fijo mejor y veo que en uno de los sofás esta el... Dani estaba ahí sentado rodeado de chicas, las cuales seguro que lo único que desean es tenerlo entre las piernas.
Estaba increíblemente sexy. Lleva unos pantalones negros ajustados, un camiseta también negra ceñida y unas adidas blancas. El pelo le caía perfectamente hacia atrás y su sonrisa es preciosa.
Dejo de mirarlo y me voy a buscar a Raúl, un amigo de la infancia el cual le gustan las fiestas como a nadie. Le pedí unos chupitos y empecé a notar el calor por mi garganta, bebí unos pocos mas y ya notaba el quemazón en mis mejillas así que me fui a bailar al salón.

Llegue y empecé a bailar con unas chicas que bailaban muy bien la verdad. Sentía calor al bailar pero no hacia tanto, podría beber incluso mas.
Sonaba mi canción favorita cuando alguien me toca la espalda. Mi piel se eriza al contacto, a esa caricia inesperada. Me giro y puedo ver la mirada de Dani clavada en mi.

-Hola preciosa. 

-Tu cara me suena, ¿nos hemos visto antes? -le digo haciéndome bastante la tonta.

- Creo que esta mañana tuvimos el placer de conocernos. -Dice con una sonrisa maliciosa.

-Creo que el placer lo tuvo mi trasero.

-Te mueves muy bien eh- me dice mirándome con esos ojos intensamente verdes.-Me encantan las chicas que saben hacerlo...- acto seguido me acerca mas a él que casi puedo oír su respiración.

Comenzamos a bailar cada vez mas pegados, daba igual la música que sonara. Sus manos posadas en mi cintura bajaron ligeramente a mi trasero, y una sonrisa picara se puso en su cara. Cogí sus manos y las volví a colocar en su posición anterior.

-Solo quiero ver si después de la caída sigue estando todo en su sitio...- Dice sacándome una sonrisa vergonzosa.

-Yo no soy como las típicas chicas con las que te acuestas cada dos por tres, yo sólo soy la chica que has tirado de culo en mitad de la calle-digo haciéndole reír.

Dicho esto se avalancha sobre mi, besándome apasionadamente y a la vez muy rápido. Le sigo el beso sin dudarlo hasta que nos separa la respiración.
Me siento un poco mareada, entre el alcohol y el beso que casi me deja sin respiración, no se como sigo de pie.
Me pongo de espaldas a él y me acerca hasta que nuestros cuerpos vuelven a estar pegados. Seguimos bailando mientras me da pequeños besos en el cuello. Se acerca a mi oído y me dice:

-Si seguimos bailando así no me va a quedar de otra que subirte arriba a una habitación.

-¿Y si me opongo?- dejo caer una sonrisa.

-Me temo que eso no me importa porque aunque digas que no, se perfectamente que tu cuerpo dice que si.

Dicho esto agarra mi mano y tira de mi hasta las escaleras, las cuales subimos casi de dos en dos. Abre una puerta, la de la habitación de Ale y cuando entramos la cierra.
Me apoya contra la pared y empieza a besarme. Me levanta para que pueda enroscar las piernas en él. Separa sus labios de mi boca y baja a mi cuello donde da besos y sigue bajando más y más. Desabrocha mi camisa y me la quita por la cabeza.
Me lleva enroscada en él hasta la cama donde me tumba y me quita la falda y las medias. Se sube encima de mi y yo le quito su camiseta. Su torso es suave y definido, lo acaricio mientras le beso. Mi respiración es entrecortada cuando baja hasta mis pechos.

En ese momento se escucha a alguien pegando voces en la puerta...


Toda Una VidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora