¿Que me pongo? Adriana

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Narra Adriana

Adri: Dime Ale.

Ale: Adri sabes que siempre busco lo mejor para ti, así que por favor, si esta noche te habla no le hagas caso. Siempre busca lo mismo, sexo y más sexo. No te acerques mucho a él.

Adri: Estate tranquila, no pienso acercarme a el.

Ale: Bueno, esta noche nos vemos, te quiero.

Adri: Adiós, te quiero.

Cogí camino a casa. Del supermercado a ella había un camino largo pero me encanta caminar. Me sumergí en mis pensamientos.
A penas quedaban 5 o 6 casas para llegar a la mía así que aumente el paso porque a este ritmo no me iba a dar tiempo a nada. Llegué y me quite los tenis, los tire dentro de una canasta y subí las escaleras directa a la ducha. Puse la música a todo volumen y empecé a cantar. Era mi manera de desahogar la adrenalina, me creía cantante cuando estaba en la ducha.

Me lavé el pelo así que me puse una toalla enrollada en el y otra en el cuerpo. Fui a mi habitación y saqué el secador. Sequé mi pelo y me puse la ropa interior. Ahora tocaba lo difícil...¿Que me iba a poner?

Saqué toda la ropa que tenia en el armario y al final me decanté por una camisa de media manga negra y una falda cortita dorada. Cogí mis tacones negros, exactamente los mas altos que tenia y baje al aseo de abajo. Comencé a pintarme una capa de base, un poco de colorete, rímel y una raya negra por encima del ojo. Los labios rositas y listo.
Me alisé el pelo con la plancha y para cuando acabé eran las 21:30.

Llamé a el hermano de Anna y Ale, Hugo, para que viniera a recogerme.
Hugo tenia 20 años, era el hermano mayor de 5 que son. Es muy simpático y amable y siempre que necesitamos vehículo se ofrece para llevarnos o recogernos.

Llegó y pito con el coche. Cogí mi bolso lo suficientemente grande para que cabiera mi móvil y salí cogiendo las llaves, ya que mis padre estaban trabajado cada día en un lugar distinto y prácticamente vivía sola.

Bajé las pequeñas escaleras y me dirige al coche. Abrí la puerta del coche y Hugo me sonrió. Me senté y el arrancó y nos fuimos.
La verdad es que su casa no estaba muy lejos pero con tacones se me iba a hacer muy largo el camino y llegaría allí con los pies hechos trizas.
Hugo desviaba la vista de la carretera de vez en cuando y me miraba. A veces me sentía un poco incomoda porque bueno, el y yo también tuvimos nuestra historia, aunque ambos nos llevamos bastante bien.

-Adri, ¿te pasa algo?
-No, ¿por?
-Normalmente no eres así de callada.
-Jaja ahora soy mas de pensar en vez de hablar.
-O que eres bipolar - dijo con una pequeña sonrisa.
-Toda mujer es bipolar, deberías saberlo, vives con tres jajaja.
-Pues si la verdad, lo se jajaja.

El camino después de esa pequeña conversación fue algo mas agradable ya que el coche se lleno de pequeñas risas contagiosas.
Cuando llegamos me dejo en la puerta y el fue a aparcar el coche.

Que empieze la noche...

Toda Una VidaWhere stories live. Discover now