siete

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–¿Qué se les viene a la cabeza cuando digo la palabra «hogar»? —El profesor de psicología caminaba por el salón.

Jamás me ha gustado esta clase, odiaba como los profesores se internaban meter en la mente de uno, como si así nos fueran a entender.

–¿Familia? —Un chico habló, ni idea de quién era, estaba muy dormida como para saberlo.

–La familia es una de las cosas más importantes de nuestras vidas. Alguien que no cuente con un entorno familiar puede sufrir variados trastornos con el paso de los años.

Blah, blah, blah.

–Yo pienso en drogas. —La rubia de enfrente habló.

–Eso ya es otro tema, las drogas consideradas como «hogar» es muy común en los adolescentes hoy en día. La presión a la que se les somete en mucha y no se creen capaces de soportar tanta miseria. Eso nos lleva a que entren en mundo de las drogas, la mayoría no es capaz de salir pero en estos tiempos existen muchas campañas en contra de las drogas. —El profesor miró al grupo de los cuatro fantásticos. Aquí va a haber lío.

–Yo creo que las drogas no son tan malas como todo el mundo dice. —Y aquí empezó todo.

—¿Desea compartir alguna experiencia a la clase, señor Johnson? —El profesor se cruzó de brazos y apoyó su cuerpo en su escritorio.

–No, pero me gustaría dejar en claro mi pensamiento.

–Adelante.

–Existen muchos tipos de drogas, cocaina, marihuana, heroina, pero el azúcar también es una drogas y nadie le pone fin a ella. Diría que existen componentes que los alimentos "sanos" contienen que son mucho más adictivos y peligrosos, ¿quién hace campañas para que los niños no consuman azúcar? Hoy todo trae azúcar, diría que es lo que más vende en el comercio legal, además de autos y esas cosas. Quizás deberíamos dejar de hacer campañas para no fumar y empezar a cuidar a lo niños que en futuro no muy lejanos serán unos adictos al azúcar. —Todos estaban sorprendidos, ¿quién se iba a imaginar que Jack Johnson saldría con un discurso como ese? Nadie, claro está.

–Vaya, eso fue un análisis muy acertado, Jack. —El profesor iba a seguir hablando cuando alguien interrumpe.

–Sigue siendo un criminal, drogadicto. —Jake habló, ilumínalo Dios santo.

–¿Quién te crees como para hablar de mí como si me conocieras? —Jack usó su voz más fría.

–No tengo que creerme nada para ser alguien.

¿Es qué no existe ni un día tranquilo por eso estos lados?

–Mira niñito, no me importa lo que pienses de mí, jamás vas a saber una mierda de mi. Vete con cuidado. —¿Dónde se supone que interrumpe el profesor?

–Quizás no te importe lo que yo diga, pero si te importa la opinión de otra persona, que tú y yo sabemos quién es. —Toda la clase se quedó en silencio.

–¿Quién? Dilo si eres tan hombre. —Jake mi miró, que no sea lo que estoy pensando.

–Mi novia. —Todas las miradas se dirigieron a mi mientras que un coro de "oh" se hacía escuchar.

–¿Tú novia? ¿es que acaso tienes novia? —Jack sonrió burlesco— Recuerdo perfectamente cómo te rechazó para estar conmigo, gané bastante esa noche.

Yo también lo recordaba, yo quería que Jack me besara esa noche, America Ilusa Whitemore, seguro que Jack te iba a besar.

–Sigue siendo mi novia, tú no eres lo suficiente para ella. —Creo que esto ya se volvió personal, ¿qué sabe Jake lo que es suficiente para mí? Idiota.

Same and Different «Jack Johnson»Where stories live. Discover now