Esto no debería ser así... [ Yaoi/Gay]

Infierno.

NARA DEREK

-Cla-aro- Respondí

Él no se había burlado de mí, me ayudo, esto nunca me había pasado. Tratando de sacar el asunto de mi mente seguí leyendo.

-Ese libro es uno de mis preferidos- Dice interrumpiendo mi lectura.

-Tam-bien uno de los míos-

- ¿Siempre eres así de callado?- Esa pregunta si me sorprendió, no sabía que debía contestar.

- Como sigues callado voy a tomarlo como un sí- Con una sonrisa en su rostro, tomó un libro y leyó al lado mío... Quise sacarle importancia a lo que estaba pasando así que seguí con lo que estaba haciendo.

No necesitaba amigos, los amigos te traicionan, se ríen de ti a tus espaldas. Siempre van a estar ahy solamente para utilizarte... ¿Quién necesita personas como estas?, creo que solo estaré mejor.

Cuando termine de leer el libro, mire mi celular y vi que eran las cuatro, me tenía que apresurar a llegar a mi casa, agarré mi mochila, y cuando me estaba poniendo de pie notó que Axel también lo estaba haciendo.

-¿Quieres ir a comer algo?- Me pregunta mirándome con esos ojos que logran que cualquiera se pierda...

-Hoy no puedo- Sonando lo más cortante posible, le saco la vista de encima.

- Bueno, nos vemos mañana- Dijo algo desilusionado y salió...

Al ver que ya se había ido, corrí hasta mi casa... Fueron calles que se hicieron eternas, y eso que no estaba tan lejos... Por suerte cuando llegue a la entrada pude notar que no estaba el coche de Augusto.

Suspire aliviado y busque dentro de mi mochila la llave, no la encontraba. Comencé a preocuparme y a revisar mis cosas como loco, pero desgraciadamente todo tenía que salir mal.

- Tranquilo, abro yo Der- Esa forma tan asquerosa de hablar y esa forma tan idiota de llamarme. Augusto.

- Puedo hacerlo solo-. Respondo lo más cortante que puedo aunque mi cabeza rápidamente se arrepiente de lo que acabo de soltar. 

Me empuja a un costado y mete a llave en la cerradura para empujar la puerta con fuerza y luego meterme dentro. 

Soy un idiota, no debí de haber contestado pero no podía mantener mi maldita boca cerrada. Suspiro sabiendo lo que viene, pensando en las mentiras que tendré que decirle a Juana, tratando de explicar el por qué de las marcas. 

- Lo siento-. Hable casi en un susurro poniéndome de pie frente a él, observando como una sonrisa de suficiencia comenzaba a aparecer lentamente en su rostro. 
Lentamente avanzaba hacia mi negando con la cabeza, por lo que asustado traté de retroceder hacía atrás desconfiando de cada movimiento. 

- ¿Mi hermano no te enseñó educación? Deberías ser un poco más agradecido y hablarle bien al que hace todo por ti y por tu hermana-. 

No me anticipo al golpe que recibo en la mejilla  que me hace tambalear hacia atrás casi cayendo al sofá. Siento el sabor metálico de la sangre en el labio y el miedo recorrer todo mi cuerpo, quiero irme de aquí y no puedo, este es mi lugar. 

-Cuidado, te caerás Der -. Habla burlandose, sin borrar la asquerosa sonrisa de su cara disfrutando el momento, porque aplastar a otras personas es de sus actividades favoritas en el mundo. 

Mientras que a otros nos toca aguantar; debemos amoldarnos y soportar lo que nos toca.