Terribles Casualidades pt. 2

161 33 5
                                    

—Esto debe ser una broma...una muy mala broma...-Se decía Woozi para sí mismo tras notar quién se mudaba a la casa de al lado.- Maldita sea...¿por qué él? Ahg...nadie dura ahí lo suficiente y...a-ah~ ¡Ashu~! -Estornudó por el aire frío que se colaba por la ventana, chocando contra su piel húmeda.

   Para su desgracia eterna, él jamás había aprendido a estornudar de manera baja. ¡No! Todo lo contrario...eso, al igual que su risa, podían escucharse por toda la cuadra, y más allá, según SoonYoung. Pero aquello había sido realmente inoportuno, porque justo entonces, WonWoo volteó rápidamente a mirar qué había sido aquello, a lo que JiHoon cerró violentamente la ventana, esperando que en serio no le hubiese visto.

—¿Ese no era...? No...no creo... -Se dijo WonWoo en voz baja y con su mirada fija a la ventana del baño.-

—Y tú, ¿andas hablando sólo, pequeño loco? Apura...o me adueño de la habitación que querías para ti y el feo número dos. -Decía la hermana mayor de WonWoo, SeulGi, haciendo referencia también a su otro hermano, SeokMin.-

—Tsk...deja, no molestes, niña sin ojos. -Se defendía aquel muchacho, haciendo caso omiso a todo para volver a sus ocupaciones con la mudanza.-

   Por su parte, JiHoon salía como una bala hacia su habitación para colocarse algo de ropa, echándose luego sobre la cama para calmar sus ideas. ¿Qué hacía él ahí? Bueno...quizás era más que obvio: ¡Ahora vivía ahí! Pero...¿por qué no otra casa? ¿por qué debía ser esa? Maldecía su tan buena suerte del día, pero aparte de todo aquel golpe de casualidad, ¿Qué más podría pasar? Probablemente nada. Así que suspiró y dio un pequeño rebote en la cama para salir de la misma, disponiéndose ahora a hacer sus tareas, que vaya que eran más importantes que cualquier tontería de vecinos y problemas.

   Pasó así gran parte de la tarde hasta que hubo acabado todas sus tareas, estirándose felizmente sobre su silla. Guardó todas sus cosas y echó el bolso hacia algún lugar de la habitación, satisfecho por haber acabado temprano con todo. Cuando se dirigió hacia su cama de nuevo, la voz de su madre en el pasillo le sacó de su mundo feliz.

—Chicos, bajen ahora mismo, tenemos visitas.

    Lo primero que escuchó luego de eso fueron los pasos de su hermano quien bajaba a toda prisa las escaleras. Tras resoplar porque quería echar la siesta un rato, salió de su habitación arrastrando los pies y bajó con calma las escaleras, peldaño por peldaño hasta llegar a la sala con su mejor cara de hastío.

—¿Qué pasa, má? -preguntó JiHoon con la voz de fastidio que a veces ponía cuando tenía sueño.-

—Niños, saluden por favor a nuestros nuevos vecinos, los Jeon. -comentaba la mayor con cierta emoción.-

   Justo entonces un escalofrío recorrió la espalda del más bajo de todos en aquella sala, volteando despacio a ver a sus visitantes. Una sorprendida mirada fue lo único que adornó su rostro y, en respuesta a ello, un igual de sorprendido WonWoo, no pudo hacer otra cosa más que forzar una sonrisa, ignorando tanto como podía la (odiosa, según él) presencia de uno de los anfitriones de aquel hogar.

   La tensión entre ambos era algo insoportable, pero nadie más parecía notarlo en todo el rato que estuvieron ahí, compartiendo el mismo espacio con sus familias de por medio. Tras un par de minutos, aquellos visitantes se despidieron y fueron de vuelta a su hogar, por lo que JiHoon pudo volver a respirar (y recuperar su color normal).

—Si que son agradables los nuevos vecinos, ¿no creen, hijos? -Cuestionaba la ilusionada madre, quien en el fondo deseaba que ambas familias convivieran bien, dado a que le encantaba hacer amistades.-

—¡Claro, mami! Sobre todo porque estudiaremos en el mismo insti...y la guapísima de la hija estará en mi sección. -Musitaba YoonGi muy contento, ya que había fijado sus ojos en la vecinita nueva.-

—Ah...si...iré a dormir un rato, adiós. -Fue lo único que pudieron oír del menor de la familia, quien volvía a su habitación, echándose una vez más sobre su cama, lloriqueando internamente por su suerte, ahora que oficialmente, era vecino de aquel intimidante muchacho de voz profunda.-

   Nuevamente se maldijo por preguntar al destino sobre qué más podría pasar. Todo, según creía, estaba mal...muy mal...¡Horriblemente mal! ¿Y sí ahora aquel chico se colaba a su casa y lo molestaba? No...imposible, no creía que él fuera capaz...¿o tal vez si? Esperaba fervientemente que no...o empezaría a temer por su vida, aunque, exageraba sobremanera y lo sabía.

   Así fue como cayó, tras unos minutos, en un profundo sueño, olvidándose de todas las cosas que pasaban por su mente, relajándose y descansando al fin, libre de todo problema llamado Jeon WonWoo.

Flores de Cerezo. [Seventeen]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora