Lo inesperado (Niall y tu)

Mansión Sheeran 1

Nuestro segundo día de campamento estaba resultando muy bien. A unos treinta metros de las cabañas se encontraba el sector de la parrillas y estábamos ahí comiendo.

Estaba sentada en la piernas de Niall mientras me comía una costilla con salsa BBQ.

-Niall- llamé su atención ya que estaba conversando con los chicos- ayer en la noche te llamó un tal Derek.- Niall cambió de expresión repentinamente.

-¿Le contestaste?- cuestionó algo nervioso.

Negué con mi cabeza.

-¿No lo llamarás de vuelta?.

-No, acá no- se manoseó el cabello- cuando lleguemos a la ciudad.

Nos íbamos al día siguiente ya que nos dimos cuenta de que no hay mucho que hacer allá y compartir cabaña con aquellos simios me estaba matando, literalmente.

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Ordené mi habitación y bajé para disfrutar un rato con los chicos, le quedaban solo cuatro días y quería aprovecharlos al máximo, sobretodo estar con Niall.

-Hoy hay fiesta chicos- dijo Zayn leyendo su celular.

-¿Donde?- preguntamos todos emocionados.

-Mansión Sheeran.

Excelente, no podía estar mas emocionada.

Todas las mujeres nos miramos al mismo tiempo.

-Chicas, ya sabemos donde ir- todas asentimos y nos dirigimos al auto de El rumbo a Richie's Original. Nos encontraríamos con nuestros chicos en la misma fiesta.

Aun no podía creer que Niall se esté portando tan bien conmigo, pero el hecho de pensar que aun no le haya dicho nada a Zoey me enfurece. Ojala esta perra rábica no se aparezca por la fiesta. 

Después de varias horas ya todas listas nos dirigimos a la mansión Sheeran. Me bajé del auto decidida a pasarla bien esta noche.

-Supongo que hoy nos reventamos chicas- dijo Danielle mientras caminábamos hacia la puerta.

-Decidido- respondí yo.

-Así se habla- dijo Perrie. Eleanor solo reía.

El lugar estaba repleto por todos lados y eso me gustaba mucho. La música a todo volumen me entusiasmaba y hacia que mi adrenalina aumentara al máximo, me recordaba mi vida anterior. 

Busqué a Niall con la mirada pero no lo encontré. Con las chicas nos dirigimos a la hermosa barra a buscar unos tragos. Dios mio el que inventó esto del alcohol es un dios de dioses.

La gente mientras bailaba chocaba conmigo pero no prestaba atención a eso. Sentí una mano posarse en mi cintura y un aliento cálido llenarme la nuca.

-Te ves fantástica- susurró.

Me di vuelta para quedar frente a el y me dio un pequeño beso en los labios. No hay dudas de que el me encanta, nunca imaginé que esto en verdad pasaría.

-Tu no estas nada mal Horan.

Como me gusta dejarlo con las ganas me aparté de el, le guiñé un ojo y me fui con las chicas a bailar dejándolo solo.

Eleanor ya se encontraba ebria al igual que Perrie. Danielle y yo eramos las únicas sobrias pero podría decirles que ya le quedaba poco para pasar al otro lado. Aun era temprano así que me decidí por tomar mas en un rato.

-¡Las amo!- nos gritó Perrie por sobre la música mientras se movía como loca. 

Todas respondimos gritando y saltando mas fuerte aun al ritmo de la música.

Alguien me tomo de la cintura.

-Te demoraste en aparecer- le dije.

-Ya lo creo- me dijo una voz totalmente desconocida.

Mi expresión cambió y me di vuelta rápidamente para saber quien era. Me encontré con unos ojos cafés con algo de verde, muy lindos. Lo miré detenidamente por unos segundos, él seguía aferrado a mi cintura. Aquel chico era tremendamente guapo.

-Así que tu eres la hermosa _____- me examinó de arriba hacia abajo.

Las chicas seguían bailando como si no hubiera un mañana.

-¿Por que sabes mi nombre?.

Me sonrió de una forma muy especial. Son esas sonrisas que te hacen quedarte helada y con mariposas en el estomago. 

-Vaya, él tenía razón- me miró detenidamente- estas de puta madre- me susurró al oído.

-¿Quien es "él"?- pregunté molesta.- ¿Quien eres tu?

Me iba a responder algo pero apenas abrió la boca me marché sin darle explicaciones. Sólo quería ir al baño porque sino mi vejiga explotaría en cualquier momento.

Me las arreglé para encontrar el baño. Entré, hice mis necesidades y me vi al espejo para ver que tan mal estaba, pero estaba igual que cuando me despedí de Richie.

Bajé a buscar un vaso de alcohol. En la barra hable con mucha gente. Al terminar ese vaso no me encontraba ebria, solo estaba algo "Felíz", no sabría explicar exactamente lo que sentía en ese momento, pero no me encontraba en mal estado.

Las ganas de ir al baño me invadieron nuevamente. Odio esos efectos del trago.

Alguien chocó conmigo.

-¡Harry!- exclamé alegre. Me miró y comenzó a reír a carcajadas. El si que estaba mal.- Acompáñame arriba.

-Tu eres de Niall, no me puedo meter con lo que es de mis amigos- dijo riendo y tambaleándose.

-Vamos- lo tomé del brazo y empezamos a subir las escaleras- solo quiero ir al baño pero no quiero ir sola.

El segundo piso estaba lleno de espacios oscuros con sillones y como vi que Harry no se encontraba en optimas condiciones para mantenerse de pie por muchos segundo lo tomé de los brazos y lo guié a un sillón que se encontraba cerca del baño. Y se sentó.

-¡Auch!- se escuchó una voz terriblemente chillona- ¡ten cuidado!

Era ella, Zoey. 

¿Pero que hacia ella ahí?

Saqué mi IPhone y encendí la linterna. Cuando apunté en su dirección me encontré con un par de ojos azules inexplicablemente bellos. Niall. Ambos sentados ahí.  Zoey arriba de el y con los brazos de ese chico que tanto me gusta alrededor de su cuerpo. 

Sentí como se me iba el aire mientras el me miraba atónito sin saber que decir.

No iba a dejar que esto me afectara, total ellos aun no terminaban. Pero a la mierda todo, el dijo que se encargaría de su cucaracha parlante.

-______...- me estiró el brazo.

Harry comprendió lo que sucedía a pesar de todo lo que había tomado y me pasó su brazo por los hombros.

-!Lárgate!- gritó Zoey- Estorbas.

-¡Ups!- exclamé como si nada hubiese pasado- perdón, no sabia que esta era sección de coito animal.

-Vamos- me susurró Harry.

Pero antes de irme me dirigí a Zoey.

-Oye- acerqué mi cabeza a la de ella- te recomiendo algo, ponte en cuatro. Debe ser mas cómodo para ti ya que de esa forma caminan las perras como tu.

Niall también escuchó. La chica me miró mal y trató de abalanzarse sobre mi. Niall la detuvo.

-Vacúnate contra la rabia Zoey, es peligroso si muerdes a alguien.

Le tiré un beso y le guiñe un ojo. Y con Harold a mi lado bajamos las escaleras.

Me sentía destrozada.

-Es un idiota- me tranquilizó Harry.

-No me digas.

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