Capitulo 10: "Just in front"

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Just in front



Elena se había estado quejando todo el camino de su novio, dios mío. No había forma para hacer que se calle, intente escucharla...Oh, sí, sí que lo intenté, pero no funciono. Si estaba de su lado por lo que sea que su novio había hecho era porque no la estaba escuchando y solo quería olvidar el tema, lo cual si había estando haciendo las dos primeras horas. Pero si estaba del lado de su novio, entonces era una maldita que no tenía sentimientos quien debía estar del lado de su amiga. Creí que iba a llegar en un punto en el cual iba a golpear mi cabeza con el volante, respire hondo y solté el aire cuando estacione.

Aire fresco.

Elena iba a quedarse conmigo unos días, lo dudaba mucho. Elena vivía con su novio, se había mudado con él hace dos o tres meses atrás, lo cual fue un desastre creo que para todo el mundo. Ese pequeño departamento era una zona de guerra. Mi amiga tenia demasiadas cosas, de verdad, demasiadas cosas para una chica, su novio se quejaba de que siempre dejaba las cosas tiradas y llegaba a ser desordenada.

Puntos para su novio, eso era verdad.

Pero no nos olvidemos del muchacho, con lo que lo conocí llegaba a ser muy abierto y no tenía pelos en la lengua. Tal vez por eso era novio de Elena, intentaba quedar callada junto a él, si alguien tenía alguna broma sarcástica que decir, él lo mataba diciendo algo inteligente. Lo cual no era para nada gracioso, él era demasiado cansador para escuchar. Siempre tenía algo de que quejarse, Elena ya se lo había dicho, había solo debía escuchar a los demás y cerrar su maldita boca.

Puntos para Elena, eso era verdad.

— Y no puedo creer que anoche deje que me atara para luego follarme. — reprocharla por decir eso frente al portero de mi edificio iba a ser un desperdicio de tiempo, por lo cual no lo hice. Le sonreí al hombre y seguir con mi camino. — Dios, había sido tan bueno. Pero esto es tan cansador, estoy harta de escucharlo...creo que he terminado con esto.

— No, no lo estás. — musito mientras me acerco a la pared donde están todos los correos, busco mi número. Hay dos cartas dentro del pequeño buzón, las tomo. Miro las cajas que están en el suelo, dándole menos importancia. Pero una de ellas me llama la atención, lleva mi nombre. La tomo y la miro bien, es algo grande.

— Oh, sí, si lo haré. — Me asegura, puede ser que para alguien crea que ella lo está diciendo muy segura, pero no es así. — Bien, tienes razón. Tenemos el mejor sexo, pero no todo se basa en una buena noche...— se calla, pensándolo mejor. Sonríe pero luego sacude su cabeza para borrar la sonrisa. —No, me canse. Voy a terminar con él.

— No, no lo harás. — digo, de nuevo. Mientras vamos subiendo por las escaleras, al llegar a mi puerta, entramos y ella solo se dirige al sillón para arrojarse a el. — Son tal para cual.

— Zorra. — masculla muy bajo. Sonrió a medias mientras pongo la caja sobre la mesa, comienzo a sacar la cinta. — ¿Qué es eso?

Elevo mis hombros, estando de espalda a ella abro las tapas y dentro hay algo rectangular forrado con papel de cartón, es algo gruesa y pesa cuando intento sacarla de la caja. Ciento la completa atención de Elena en mi espalda, al fin se ha callado. Lo puse sobre la puse y comencé a rasgar el envoltorio.

Rectangular, pinceladas gruesas que van hacia arriba y abajo. Un arcoíris, todos los colores, tres resaltan; los colores primarios. Rojo, Azul y Amarillo. Con excesos de pinturas. Sin impórtale. Era el cuadro que reposaba en la pared junto a la puerta de la casa de mi madre. Pero... ¿Porque tenía esto?

Dignified #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora