Dulce Melodia (En Pausa)

12._ Me Gustas Tu.

Dedicado a...

Luis_xavii

Gracias por tu amistad, tu confianza, por ser mi BFF virtual, por leer solo mis historias y por la paciencia cuando te mostré la carta al pianista.
Nunca cambies.

(Por Diego)

Días Después...

El agua de la regadera caía al piso como la lluvia en la madrugada, haciendo un ruido apenas perceptible a mis oídos... Abrí los ojos lentamente y traté de no pensar, de no imaginar el escenario pero fue inútil. Las imágenes estaban inundando mi cabeza por montones como si fueran reales,palpables y no podía simplemente sacarlas o ignorarlas.

Podía imaginarlo allí, en la regadera, desnudo mientras el agua caliente recorría su pelo negro como la noche, sus brazos fuertes que tanta seguridad me brindaban y que eran mi lugar favorito aunque me hicieran dudar de mi hombría... Las gotas del vital líquido resbalaban graciosamente por todo lo largo de su espalda y terminaban por perderse en esa frontera donde su espalda ancha tomaba otro nombre, en ese trasero perfecto que se ocultaba bajo la tela de sus pantalones, algunas veces sueltos y otras más ajustándose a la perfección a su cuerpo dejándome hechar a volar mi imaginación.
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Me levanté de la cama tratando de no hacer el menor ruido,salí al pasillo, la alfombra de la habitación se terminó y el ébano frío del piso me dio la bienvenida haciéndome extrañar los zapatos. Caminé lentamente hasta llegar al segundo baño al fondo del pasillo que de allí es de donde provenía el ruido de la regadera.
La puerta estaba cerrada así que giré y retrocedí sobre mis pasos de regreso a mi habitación, es decir, a la habitación de Christian.
Si la puerta estaba cerrada así debió de haber permanecido, sin embargo una sensación extraña me invadió obligandome a retroceder de nuevo hasta llegar a la puerta, tomé el frío pomo de metal y lo giré lentamente.

La voz en mi interior me susurraba que esto que estaba haciendo no era lo correcto,que estaba tremendamente mal y tenía toda la razón, pero pudo más en mi la emoción del momento. Mis piernas y mis manos temblaban, podía sentir la adrenalina corriendo por mis venas y los latidos de mi corazón que aceleraron (como si del motor del Audi se tratara) de 0 a 100 en cuestión de segundos, mi boca se secó y solo pude tragar saliva por última vez antes de abrir un poco la puerta para que mis ojos se encontraran con aquel asombroso espectáculo visual matutino... Christian estaba en la regadera, de espaldas, con agua cayendo desde su cabeza y recorriendo cada centímetro de su bien formada anatomía tal como lo vi en mi sueño. 

Pero un sueño es solo eso, un sueño que probablemente jamás sucedería pero esta vez mi sueño paso de ser solo trazos en hojas imaginarias a la más absoluta verdadera realidad.

Christian tomó un poco de mi jabón líquido favorito con aroma a cítricos entre sus manos, comenzó a pasarlo lentamente por su pelo produciendo una espuma abundante que resbalaba lentamente por su cara, sus brazos, su pecho y lo 1.87 de estatura que cálculo, media él. Después se inclinó un poco para alcanzar sus rodillas (gesto que agradecí mentalmente) dándome una vista aún más despejada y llena de genialidad de todo su trasero ofreciéndose solo para mi.