10._ No me quites las alas...

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( Por Diego)

Las gotas de lluvia resbalan por los cristales de las ventanas,cerré el libro que tenía entre mis manos en ese momento y dediqué unos segundos de mi tiempo a un juego tonto. Agudize la mirada y con los dedos inició el juego haciendo carreras con las gotas que resbalan en el cristal,repito era un juego tonto pero me servía para matar el rato. De pronto, la puerta se abrió y él apareció empapado de pies a cabeza, con el cabello despeinado, la ropa toda mojada y literalmente hecho una sopa más sin embargo, sonriendo como siempre y regalandome la dicha de verlo una vez más.
En ese momento hice a un lado mi estúpido juego,corrí a la habitación por una toalla y algo de ropa para que así, Christian no pescara un resfriado. Él dejó su abrigo en el perchero,recibió la toalla y la ropa,comenzó a secarse el pelo y a quitarse la ropa frente a mi, yo volví a mi lugar en el sofá,para dedicarme a observar cada uno de sus movimientos cosa que de un tiempo hacía acá, se me estaba volviendo una manía.

Debo admitir que, me gusta observarlo detenidamente pero siempre sin que él lo note. Christian me gusta cuando lee el periódico o cuando lleva su mano hasta su mentón y se concentra demasiado al momento de leer un libro... Me gusta verlo cuando toma su taza de café por las mañanas, o cuando vamos en su auto y el sol se refleja en sus lentes espejados de aviador y el viento que entra por la ventanilla lo despeina haciéndolo ver más apuesto aún, aunque también luce malditamente adorable mientras prepara hot cakes en la cocina.
Cualquier escenario le sienta bien y él lo sabe, espero él no se dé cuenta de que se me ha hecho una manía observarlo a escondidas, simplemente... Me gusta verlo a toda hora.

Y así, de pronto,sin saber exactamente como es que sucedió o que argumentos nos llevaron hasta esta situación, estábamos los dos sobre el sillón de la sala con el cuerpo de Christian solo cubierto por un pequeño trozo de tela y comiendonos a besos como si no hubiera un mañana.

__Para Christian por favor...


__¿Y si no quiero hacerlo? __respondío él entre jadeos, retandome y añadiendo esa media sonrisa suya__¿Que harás al respecto Diego?


__Yo...
__quise responder, pero algo en mi interior me decía que mandase mis palabras al diablo y siguiera disfrutando de aquella deliciosa tortura__

__Shhh __dijo él mientras me besaba de nuevo__ yo sé que lo deseas tanto o más que yo... Te deseo Diego, te deseo y...

¿Que? Si mis oídos no me fallan, no escuché mal ¡Christian también me desea! En este instante, literalmente quería saltar de la emoción pero no lo pude hacer, debido a que una mole de 1.82 y casi 70 kilos de músculo y con una pequeña toalla cubriendo su anatomía estaba sobre de mi, comiendome a besos, logrando superarme en peso para así dejarme inmóvil y a su entera disposición.

Mis manos se deslizaban con locura recorriendo su espalda desnuda, él mientras tanto, con un ágil movimiento se encargó de despojarme de mi camisa logrando que, el rose de la piel de nuestros cuerpos casi desnudos por primera vez, provocara que mi miembro se pusiera duro como una roca.
La pasión nos invadió a ambos y yo intuía el inminente final, Christian se deshizo de mis pantalones con la ropa interior incluida, vio mi miembro erecto y un ligero rubor se esparció por mis mejillas haciendo que mi cara literalmente ardiera de la vergüenza. Vamos, Christian ya me había visto desnudo una vez, pero en ese entonces yo estaba inconsciente y mi pene de seguro no estaba ni a media asta, ahora las cosas y la situación eran totalmente diferentes. Ambos estábamos totalmente consientes de lo que sucedía en ese momento y de las reacciones que nuestros cuerpos pudieran revelar.

Dulce Melodia (En Pausa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora