7.

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Ruben suelta su mochila, y se echa en el sillón estirando sus brazos al aire, Miguel lo observa y cierra la puerta. Ambos se miran por segundos, y apartan la mirada con rapidez, el castaño se sienta y deja un espacio para que su amigo se siente junto a él.

—¿Has traído el bálsamo de fresa?—el ojinegro mete su mano en uno de sus bolsillos y saca el frasco con aspecto de lápiz labial, lo coloca frente a los ojos verdes de su mejor amigo y dice:

—¿Tú qué crees?—Ruben rueda los ojos, y lo toma en un movimiento rápido—¿Uva? ¡Uva! Joder, pensé que ya no hacían de estos..—exclama con felicidad, estaba un poco aburrido del sabor a fresa y sus amigos siempre le habían hablado de uno con sabor a uva, y allí estaba en sus manos.

—Waoo, veo que alguien está emocionado por besarme—sonríe mostrando su dentadura, y el castaño bufa.

—Bien, colócatelo.

Miguel hace caso, y entre risas lograr ponerse el bálsamo. Ruben observa sus carnosos labios brillantes, por un momento se olvida de quién era el que estaba en frente de él y siente como sus ojos no pueden despegarse de su boca.

—Amigo, ¿todo bien? Sí sé que parezco una jodida chica, pero ¿es necesario que mires de esa forma mis labios? me incomoda—murmura bajo, y lo único que se escucha en la sala es sus respiraciones.

"Amigo", Ruben comenzaba a odiar esa palabra.

—S-S-Sí, lo siento..—baja la mirada, y siente la mano del pelinegro sobre la suya.

—Sé que esto es raro, pero fue tu idea y si ya no quieres intentarlo, lo entenderé—niega frenéticamente y aprieta el agarre en sus manos.

—No, en realidad me siento bien enseñándole algo a alguien—ríe y agrega—Son malo en las materias, en estudiar, prestar atención y todo lo que tenga que ver con la escuela. Pero, esto es lo único que soy capaz de hacer bien.. y sí, aunque me cueste creerlo, me gusta enseñarte a besar..—una mueca de disgusto se forma en el rostro de Mangel, y Rubius agrega con rápidamente—¡No, no lo veas así! Sólo que me gusta ayudarte, eso es lo que trato de decir.

Y por un momento el silencio se queda por mucho tiempo en el lugar, ambos mirándose y ninguno sin poder modular palabra alguna. Miguel se había quedado quieto, sabía que era lo que trataba de decir, en realidad siempre lo sospechó pero nunca pensó que pasaría.

—¿Q-Quieres algo de tomar?—el ojiverde se para, y pregunta al mismo tiempo que se dirige a la cocina.

—Algo de limonada—responde y con el puño de su polera limpia sus labios cubiertos del bálsamo.

Ruben abre la nevera con sus manos ligeramente temblando, haber dicho aquello hizo que se pusiera nervioso. Tenía muchas cosas en la mente, pero una de ellas era aquella idea que lo atormentaba desde el verano pasado; aquel accidente que pasó en el cine con Miguel.

Aquel beso imprevisto, aquel choque de labios que ninguno de los dos creyó que había pasado. Mangel lo borró de su mente fácilmente, se decía así mismo que fue un error y así será para siempre, pero por el otro lado el castaño no tenía claro si 'eso' fue un error o en realidad tuvo la mayor valentía para hacer algo que siempre quiso hacer desde los 12.

Y con la jarra en la mano, y su mejor amigo observándolo desde el umbral de la puerta, cierra la nevera y camina hacia la mesa de mármol.

—¿Quieres cubos de hielo?—trata de ignorar la mirada de Miguel, pero es inevitable.

—Ruben.

—¿No? T-Tú siempre tomas dos hielos en tus bebidas.

—Ruben.

—Iré por algo de cerveza, ¿quieres?

—Ruben.

—¡Oh, que tonto soy!

—Ruben.

—Olvidé que tú no tomas cerveza.

—¡Ruben, escúchame!

El nombrado deja la lata de cerveza, y mira a los ojos a su amigo. Mangel camina hacia él y antes de decir algo toma un poco de aire y dejas que las palabras fluyan.

—No me gustas Ruben, y-yo..Yo no me siento de la misma manera, a-a mí me gusta A-Alejadro. T-Tú no me gustas..—retroceda algunos pasos.

El castaño no hace nada para detenerlo, él sólo se queda allí parado a mitad de la cocina. Sus ojos cristalizados y el corazón latiendo a ritmos rápidos; nunca pensó que este día llegaría.. Nunca pensó que se daría cuenta.

Nunca pensó que Miguel podría darse cuenta sobre sus sentimientos. 

Kissing Lessons|| RubelangelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora