Capítulo 31

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Danielle.

Un mes después...

Me he pasado el día en casa, me he dedicado a pasar cada segundo de mi vida junto a mi familia. Disfrutar de Derek y de mi bebé que crece saludable en mi vientre. Hoy iremos al hospital,  nos dirán el sexo, estoy muy ansiosa, la doctora Maddison se ha encargado de revisarme.

He llevado a Derek al parque, a la pista de patinaje, a la feria de la semana pasada. Nos hemos divertido muchísimo. Estamos viviendo en casa de John. Pronto nos casaremos y aquí será donde nos quedemos, mi casa estará de opción por si algún día queremos estar en un lugar diferente. Al despertar y verme con un vientre algo crecido, a mi prometido y a mi pequeño diablillo se me llena de Aura el alma. Definitivamente me siento feliz.

Decidimos hacer nuestra celebración matrimonial para cuando nazca el bebé ya que según vaya creciendo se me hará más difícil conseguir un vestido de novia.

—¿Mami me llevarás a casa de mis primos hoy? —dijo Derek mientras arreglaba sus juguetes.

—Por supuesto mi amor, pero hoy iremos a ver si tendremos una niña o un niño. Te llevaré y te quedarás allí con ellos hasta que pasemos por ti —le respondí y besé su frente— además la señora James te ha hecho merienda, ve a comer.

Se paró del suelo y salió corriendo. De seguro le ha hecho la famosa tarta de manzana que lo vuelve loco.

La señora James también se trasladó aquí, ya que es parte de la familia. No puedo creer lo bueno que ha sido Dios conmigo, estoy más que agradecida.

Lo más gracioso de todo es que Derek tiene seis abuelos, literalmente, sus abuelos biológicos y los padres de John que lo han adoptado como nieto. Nos hemos asegurado de que sea el niño más feliz, y por lo que veo lo estamos consiguiendo. El tema de Ashton lo ha tomado bien, lo llevamos a un psicólogo dos días a la semana para no tener problemas en un futuro.

Me dirijo a la habitación y entro a la ducha. Salgo en unos minutos y me visto lo más cómoda y casual posible. Pongo unas sandalias en mis pies ya que han estado muy hinchados últimamente, además los zapatos de tacón no me hace bien con el embarazo. Desde que me di cuenta de que sería madre no dejo de mirarme en el espejo cada vez que me voy a vestir, ya se me ha hecho un hábito, y es que es inexplicable lo que siento al saber que otro pedazo de estrella completará mi universo. Me hago una coleta alta y maquillo lo mínimo. Tomo mi bolso y salgo.

Cuando estoy en la sala veo a Derek leyendo un libro llamado "El Pequeño Gigante" se lo obsequió mi madre hace unos días y le ha encantado. Otro detalle es que sabe leer como un adulto, al parecer Ashton no fue tan malo con él como pensaba, pero sí me lo molía a golpes y eso me hace enojar.

—Pequeño gigante, es hora de irnos —sonrió.

Saltó del mueble, recogió sus pertenencia y se las llevó en una mochila del hombre araña. A todo lugar que va se la lleva para tener con qué entretenerse.

Se despide de la señora James al igual que yo y salimos al parqueo. Antes de entrar al auto besó mi mejilla y me abrazó.

—Te amo mami —su hermosa sonrisa me enamoraba cada vez más, era como embriagarse con tequila dulce.

—Yo también.

*****

Al llegar a casa de Tiffany lo dejé con la joven de servicio y sus primos, ya que mis hermanos se han encargado de la empresa mientras yo no estoy. Tomo rumbo hacia Mack Adams para encontrarme con mi príncipe. Tarareo la canción Drunk In Love de Beyoncé mientras recordaba lo borracha de amor que estaba.

Aparqué cerca de la puerta para no tener que caminar mucho, la fatiga acaba conmigo.

—Buenas tardes, señora Morgan —saludó Monroe, el vigilante de la puerta principal.

—Buenas tardes, Monroe —respondí.

Todos se quedan mirándome con sonrisas en sus rostros, he tenido una relación excelente con los empleados de aquí, desde que Marlen ya no está todo es más tranquilo y se siente a leguas la paz.

Entró en el ascensor y marco el piso veintidós dónde está ubicada la oficina de John. Las puertas se abren y visualizo al amor de mi vida de camino a su guarida revisando unos papeles, ni se percató de mi presencia. Se nota lo turbado que está hoy. Avanzo mi paso y saludo silenciosamente a su secretaria. Me escabullo dentro de la oficina y lo sorprendo por la espalda. Se sobresalta y se gira.

—Hola mi amor —dije.

—Por Dios Santo —suspiró— Hola, muñeca hermosa.

Se acercó y me dio un beso en los labios.

—¿Todo bien? —pregunto.

—Todo perfecto desde que llegaste a mi vida —besó mi frente.

—Lo mismo digo —miré sus grandes ojos azules.

Me perdí en su mirada, un laberinto sin salida lleno de luz. Un paraíso eterno. El mundo de fantasía que vivía en la realidad.

—Si te quedas mirándome así no me hago responsable de mis actos —me sacó de mis pensamientos.

—Para tu carroza jinete oscuro, no quiero llegar toda una bruja a la sonografía de hoy —reclamé.

—Cierto, tenemos que ir al hospital, vámonos ahora, ya no hay tanto trabajo. Y quiero disfrutar de mi familia —dijo.

Me dio un dulce y largo beso. Para después marcharnos.

—¿Dejaste a Derek en casa?

—No, está en casa de Tiffany, allí haremos una cena para dar a conocer el sexo del bebé, les avisé a todos para que estuvieran reunidos cuando lleguemos.

Ich liebe dich —enlazó nuestras manos.

Ich dich auch —sonreí.

Ya nos habíamos dedicado a enseñarnos los idiomas mutuamente.

****
En mi familia por cualquier noticia se hace una fiesta, y ahora más, que siempre tenemos algo que celebrar, pues la familia de hace más grande según el tiempo. Hemos reído con historias que han contado mi madre y mi hermano y los padres de John, y les aseguro que ya veo de dónde salió tanta picardía de parte de mi aleman favorito.

—Bien familia, es hora de la noticia —John tomó toda nuestra atención y me miró.

Me acerqué y me puse a su lado.

—Bueno como ya saben fuimos a ver nuestro bebé y...

—Ya cállate y dinos qué es —exigió mi hermana.

John y yo nos miramos.

—¡Tendremos una niña! —dijimos al unísono.

Todos gritaron y se acercaron a felicitarnos. John me dio un beso delante de todos y gritaron aún más alto.

Un nuovu angelo —puse su mano en mi vientre.

Ein neuer Engel —repitió.

Otro miembro en la familia, una hermosa princesa. Un nuevo ángel. Sharlotte.

Hasta Ayer©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora