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Tomé el celular entre mis manos, lista para mandarle un mensaje a Arabella mientras mis amigos charlaban.

—Ashleen, ¿podemos hablar? —me pregunta Max, acercándose a mi.

Apago rápidamente el móvil y acepto con la cabeza.

Lo sigo hasta un lugar del patio de gimnasia.

—Bien, ¿de qué es de lo que quieres hablar? —pregunto algo sonriente.

Él se rasca la nuca y emite una sonrisa de desconfianza.

—¿Quieres ser mi novia? —pregunta sin rodeos.

Me encuentro algo nerviosa, ya que él es uno de mis mejores amigos, y no quiero que todo se vaya al coño por ser novios. Más aparte de que no me gusta.

—Max, mira... —hablé nerviosa, pero me vi interrumpida por él.

—Ashleen, por favor. Sólo dame una oportunidad, tú siempre has sabido que me gustas, y ya era el momento de decírtelo —dice tomándome de las manos.

Lo miro a los ojos, sus ojos verdes que siempre se encuentran alegres ahora están cristalizados.

Las ganas de llorar me vienen, pero no lo haré, o al menos no frente a él.

—Lo siento Max, pero sabes que yo sólo quiero ser tu amiga —digo directa, tratando de no verme sensible.

Él inmediatamente suelta mis manos y asiente con la cabeza. Ahora puedo notar que esta llorando, me mira con tristeza antes de salir del lugar.

Bien, ahora ya puedes llorar Ashleen.

"Arabella, he perdido a un amigo" le envíe para después tirarme al duro y frío piso que me recibía como lo que me sentía; una basura.

Arabella; lesbianDonde viven las historias. Descúbrelo ahora