Primera estancia en el Planeta Tierra

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Vegeta llegó a la cocina donde una muy sonriente Sra. Briefs le recibía.

Sra. Briefs: ¡Oh! querida, veo que ya bajó tu amigo... - dijo guiñando un ojo a Bulma -

Bulma: ah si - dijo algo nerviosa acercándose a su rudo invitado - Vegeta esta es mi madre, la Sra. Briefs y este es mi padre, el Sr. Briefs. - Vegeta no dijo nada así que Bulma puso mala cara, pero la sra. Briefs intervino de repente.

Sra: Briefs: Encantada de conocerte apuesto Vegeta, ¡Bulma! es más apuesto que Yamcha, te felicito hija! aunque bueno, mi hija es muy hermosa y este joben debe... - Vegeta estaba poniendo cara de estar asfixiandose con tanta palabrería, y encima aquella señora tan exasperante ¿estaba insinuando que el era el nuevo novio la mujer escandalosa, pero Bulma toda roja intervino esta vez...

Bulma: ¡MAMAAAA! Vegeta no es mi novio, cómo puedes decir eso? - dijo con cabeza roja y enorme - ¡es un amigo! además, Yamcha es mucho más guapo que el. ¡Hum! - dijo mirando a otro lado y cobrándose el comentario de Vegeta hacia su belleza.

La conversación iba a acabar en tragedia porque el príncipe comenzó a enojarse realmente, pero la tragedia fue detenida por un sonido de tripas del apuesto Vegeta, que olvidó el enfado sobornado por una bandeja de pastelitos que la Sra: Briefs le ofreció inmediatamente. El desayuno continuó sin incidencias, aunque vegeta evitó comentar nada, comía y observaba, y comía gran cantidad de comida, pero no como Goku, sino con cierto refinamiento propio de su alto rango... Todos olvidaron la tensión anterior y cuando acabaron de desayunar...

Sra. Briefs: ¡Hija! será mejor que acompañes a tu amigo y le enseñes nuestras instalaciones, la CC es muy grande, ¡estoy segura de que si va a pasar un tiempo aquí le encantará conocerla!

Vegeta aceptó sin mucho entusiasmo y Bulma correspondió con menos entusiasmo aún, pero accedió a la petición de su madre, porque en el fondo había algo que le atraía de Vegeta. Ella sentía una curiosidad enorme por el príncipe, el había llorado antes de morir en la batalla de Namek, toda su lucha era por vencer a Freezer, el asesino de su planeta, de su padre, de su raza, del cual era subordinado obligado... Ella había reflexionado todo esto y llegó a la conclusión de que algo en aquel hombre tan orgulloso había de bueno, debía haber tenido una vida dura, rodeado de todos esos mercenarios... había sido educado entre hombres, y ¡qué hombres con tan mal ejemplo!... su vida, según parecía adivinarse, había sido un erial de batallas y conquistas y Bulma sentía una atracción irresistible por ayudar a los casos perdidos, a los lobos solitarios... Sin darse cuenta en su corazón se empezó a formar hacia aquel rudo guerrero un granito de empatía, y un deseo de entrar dentro de esa coraza oscura que le protegía de todo sentimientos y que ella adivinaba que encerraba a alguien muy atormentado interiormente...

Bulma fue mostrándole las instalaciones recorriendo toda la casa habitación por habitación, de un modo sonriente y condescendiente. Vegeta no decía nada, sólo observaba porque si iba a pasar allí un tiempo era mejor conocer el lugar a fondo. Ya por último llegaron al laboratorio de Bulma...

Bulma: y este es mi laboratorio! paso muchas horas dedicada a mis proyectos...

VG: ¿a tus proyectos? - repitió mirandola de reojo algo intrigado pero inexpresivo

BL: ¡si! jajaja ya te dije que soy una chica muy inteligente. Yo construí el radar que señalaba las bolas de dragón y un montón de cosas más.

Vegeta quedó algo sorprendido porque jamás había conocido a una mujer tan inteligente como para construir esas cosas...

VG: Pensé que el inventor era tu padre. - dijo algo incrédulo

BL: El me enseñó muchas cosas, pero yo he estudiado y tengo mis propios proyectos actualmente. ¿Que pasa? ¿no habías conocido a una mujer tan inteligente y bella como yo? lo comprendo, no es algo usual supongo, ni siquiera en la inmensidad del Universo y... - pero Vegeta la interrumpió maliciosamente

VG: Por supuesto que he conocido mujeres más inteligentes y hermosas que tu, pero me pareces tan vulgar y escandalosa que no creo que nadie te considerase una princesa ni en un millón de años... - dijo medio sonriendo

BL: ¿Como? escúchame bien "gran principe de los Saiyajins" - dijo con ironía - te guste o no, soy la dueña de la casa y...

Pero Vegeta le cobró la de la noche anterior cuando ella le dejó con la palabra en la boca y sin decir más se volvió y se marchó dejandola en pleno arranque de furia y sonriendo por haber zanjado el asunto pendiente de la trifulca de anoche finalmente.

Realmente aquella discusión en el fondo le había divertido, aunque molesta, era refrescante aquella humana, después de tantos años tratando con lo peorcito del Universo, y de haber conocido a mujeres guerreras sin mucha gracia, o fulanillas de planetas de relax demasiado fáciles, molestar a aquella mujer y observar como se enojaba con ese caracter tan fuerte... que tanto le recordaba a las mujeres saiyajines, era... delicioso. Hacía años que no se reía, y aquellas discusiones le causaban cierta gracia. Nunca nadie, hombre o mujer se había atrevido a contestarle fuera de una batalla como lo hacía aquella humana y eso en cierto modo le atraía de ella. Desde luego para ser una simple humana se había ganado cierta simpatía en el príncipe. Además sin tener siquiera poder alguno de batalla se había atrevido a meterse en aventuras como la de Namek donde bien podría haber muerto, debía ser una mujer no sólo con caracter sino con bastante espíritu aventurero, valiente y decidida, además de hermosa e inteligente... y siendo sincero para sus adentros, era la mujer más hermosa e inteligente que Vegeta había conocido... pero no lo iba a reconocer, ¡por supuesto que no! además el debía pensar en Kakarotto, tenía que vencerle. Y por otro lado la amabilidad de esta mujer no cambiaría lo que el pensaba hacer cuando revivieran a Karakotto, y esto era derrotar al infame estúpido que se atrevió a superarle y luego destruir la Tierra. Y pensando con mayor frialdad, era mejor no hacer demasiadas migas con aquella humana gritona, aunque por el momento le conviniera utilizarla... Lo que no llegaba a comprender era...

Vegeta: "por qué me habrá invitado a vivir a su casa?" - y sumergido en estos pensamientos se fue a entrenar lejos de la mirada de todos

Vegeta: "seguramente tiene miedo de que destruya su planeta y pretende tratarme bien para que no lo haga... pero en cuanto Kakarotto resucite le destruiré y destruiré este miserable planeta" - y con su peor cara de odio imaginando la burla que pretendía la mujer gritona, siguió entrenando...

Y los días fueron pasando, siendo Vegeta más esquivo y desagradable con Bulma cada día que pasaba. Trataba de evitarla sumergido en sus suposiciones... Ninguna humana se iba a burlar de el, sin duda pretendía engatusarlo para que no cumpliera su objetivo, quería burlarlo, pero no lo lograría.

Por fin llegó el esperado día. Kakarotto iba a ser resucitado, y nuestro príncipe estaba crugiendo sus nudillos de gusto de sólo pensar la batalla que lidiaría, pero cuando supo que estaba vivo y entrenando en el espacio... y que no quería volver a la Tierra

Vegeta: "¡maldicion! este maldito de Kakarotto me la ha jugado, pero te encontraré y te mataré" y dicho esto se dirigió a la CC, tomó provisiones y una nave espacial de Bulma 'prestada' y se marchó al espacio a buscar a Kakarotto... su odiado rival que le humilló aquel día dejándolo huir como un cobarde al borde de la muerte, y en esa otra ocasión atreviéndose a transformarse en el legendario Super Saiyajin, siendo que el, el príncipe de su raza era quien debía tener ere honor. -

Nuestra Historia De Amor (Vegeta X Bulma)Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz