En cuanto llegamos a la casa le dije a Ian que le gustaba a Paula y se puso demasiado feliz, luego le dio una crisis nerviosa porque no sabía cómo decirle que a el también le gustaba.
-¿Y ahora qué hago?-me pregunto Ian mirándome como si yo tuviera la respuesta. Desde que le dije está caminando en círculos alrededor de la mesa de la sala, a este paso iba a hacer una zanja.
-No lo sé, ¿Cómo vas a hacerle para decirle que le gustas a alguien que conoces desde los 8 años?-dije con sarcasmo mientras me sentaba en el sillón y dejaba mi mochila en el suelo.
-Hablo en serio-dijo fastidiado-Tienes razón, ¿Cómo te voy a preguntar eso, si tú y Ethan llevan años gustándose y aun no se dicen nada?- dijo tratando de molestarme.
-Acuérdate quien te ayudo- dije molesta-Por algo existen las rosas, los chocolates, los poemas cursis...-
-¿Por qué le pido a un hielo consejos de amor?- dijo para después subir las escaleras y encerrarse en su cuarto, yo fui a hacer la tarea y después de terminar exhausta me fui a dormir.
Desperté, después de bañarme, me cambie y me mire al espejo, tenia el cabello muy mojado y si salia asi de seguro me enferma ría, empecé a desenredarlo pero era casi imposible . Cuando por fin termine vi el reloj, 6:45, esperen... ¡6:45!
-Olvídalo Ally, hoy no te peinaras bien- dije para mí misma y baje corriendo las escaleras como si estuviera en un maratón.
Fui al comedor y agarre mi lonche que ya estaba listo, mis padres solo me miraron extrañados.-¿No vas a almorzar?-pregunto mi mamá.
-Ya me voy se me hace tarde, los quiero- dije y les di un beso rápido en la mejilla a cada uno para después salir corriendo.
Las personas en la calle me veían raro, como si estuviera loca, con lo apurada que iba y todas las veces que tropece era de esperarse.
Llegue en menos de cinco minutos a la escuela y apenas entre al salón cuando sonó el timbre. Vi a Ethan sentado hasta las últimas bancas y delante de él había un asiento disponible, fui a sentarme y deje mi mochila a un lado.-¿Por qué tan tarde?-pregunto Ethan.
- Mi hermano no se tomó la molestia de despertarme y acompañarme a la escuela-dije molesta.
El profesor de literatura llego y empezó la clase, bueno, quiso empezarla porque después se puso a hablar de su vida como siempre, era escucharlo o que nos diera clase y obviamente la mayoría prefería escucharlo, yo optaba por mirar al frente y fingir prestar atención mientras estaba en la luna.
Después de lo que yo creí una hora voltee a ver mi celular y tan solo habían pasado quince minutos.
-Oye- escuche a Ethan mientras miraba al frente y el me pasaba un papelito, lei lo que escribió y no pude evitar reírme.
-Señorita...- me llamo el maestro esperando a que le diera mi nombre.
- Ally- conteste empezando a sonrojarme.
- Señorita Aby podría ser tan amable de poner atención- dijo con un tono amable pero a la vez arrogante, yo solo asentí y el siguió hablando de un viaje que había realizado hace muchos años.
-Me pregunto si esta historia va a estar en el examen - dijo Ethan en voz baja haciéndome reír.
De pronto el maestro hizo una pausa en su historia y me volteo a ver, si las miradas mataran yo en este momento estaría tres metros bajo tierra.
-Creo señorita Aby que le dije que pusiera atención- dijo molesto.
- Es Ally, con doble l por favor- dije molesta, pero no pensé en lo que dije hasta que vi a todo el salón poner los ojos como platos, aparte de que sentí el nerviosismo de Ethan.
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No eres otra chica normal
Teen Fiction¿Te imaginas si fueras el bicho raro del salón?, ¿Que cada vez que alguien pasa enseguida de ti te voltea a ver como si fueras de otro planeta? Y no, esto no es un infocomercial. Esta es la vida de Ally, una adolescente que podría ser como tu o como...