5. El cadáver

2.6K 210 72
                                    


¿Quedarme en mi casa y dormir temprano o ir a una fiesta? Esa era la cuestión.

Analizaba las ventajas y desventajas que cada uno tendría, me había llegado un mensaje de no se quien invitándome a una fiesta en una casa cerca de una lago. O eso entendí.

¿Qué cómo consiguieron mi número? No tenía ni la más remota idea.

Si me quedaba en casa tendría que, por fin, acomodar mi recamara porque vamos, no podía soportar un día más con mamá recordándomelo. Pero podría ver televisión y descansar, y si que lo necesitaba. Ahora lo de la fiesta, si iba, no tendría nadie con quien platicar y sería la pobre chica que esta sola mirando su celular como si tuviese algo interesante ahí. Pero las posibilidades de hacer nuevos amigos -en lo cual era pésima- aumentaban.

Adiós fiesta. Preferí quedarme en casa.

Me levanté de mi cama, en la cual comencé a poner las cajas y bolsas más livianas.

Saqué el nuevo teléfono que papá había insistido en comprarme -insistir a mi madre, no a mi- después de mi "asalto" y lo conecté a unas bocinas.

A mi gusto todo era mejor con música.

Cantando y bailando abrí una bolsa de ropa. Saqué cada una de las prendas y las coloqué en el armario. Una caja, zapatos, los acomodé, y así sucesivamente hasta llegar a la última pero más grande bolsa. La abrí y me encontré con algunos peluches, hubo algo que se llevó mi atención, era una fotografía mía y de Allison. La saqué y con sumo cuidado la coloqué en el tocador dando por terminado mi trabajo.

Me tumbé en la cama.

Seguí cantando, bailar ya no podía, estaba muy cansada, además que no tenía idea de como el tiempo había pasado tan rápido. Después de una ducha me vestí con el pijama.

Apagué la música y bajé las escaleras, la casa estaba completamente sola, papá estaba trabajando y mamá también, ella casualmente había encontrado un puesto de enfermera en el mismo hospital que papá, al igual que en su mismo turno.

Había días en los que me gustaba estar estar sola (aunque ese pensamiento se esfumaba al pensar que alguien podría entrar en nuestra casa), era viernes y podía dormirme a las tres de la madrugada si así lo quisiese y mamá no estaría ahí para reñirme. Era "libre" por decirlo de alguna manera. Aunque de igual manera, no pensaba desvelarme... O bueno, eso decía.

Prendí el televisor, busqué mi canal favorito en el cual transmitían un programa de casos de enfermedades poco comunes. Preparé palomitas en lo que empezaba y me senté en el sillón que estaba frente el televisor.

🍂🍃


No tenía idea de porque había aparecido ahí, frente a un cadáver. Tenía mucho miedo, tanto, que no me podía mover. Alguien había asesinado a esa persona, él, tenía la cabeza desprendida por un fino corte. Cuando por fin mi cuerpo respondió a mis ordenes con las manos temblorosas marqué a la policía.

Tenía que esperar a que llegaran. No sabía si estaba más asustada por tener un cadáver frente a mi o por el hecho de haberlo encontrado cuando lo último que recordaba era estar viendo el televisor. Solo había aparecido ahí, ni siquiera me había puesto un abrigo, estaba con mi pijama, unos shots y una blusa de tirantes ropa con la cual jamás saldría a la calle, y mucho menos de noche.

No pasaron ni cinco minutos cuando llegó la policía. Me hablaban, me decían cosas, pero yo lo único que veía eran sus bocas moverse y escuchaba sus voces como si estuvieran a metros de mí, aunque tampoco quería oírlos.

Alguien tomó mis hombros y me alejo de allí. Ya lo había visto antes, era el sheriff.

—¿Estás bien? —preguntó, comencé a escuchar con normalidad.

Sincera [Teen Wolf]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora