Sincera [Teen Wolf]

2. Mala suerte

—Les sorprendería saber que algunos líderes de la historia han tenido que superar grandes pérdidas —el profesor dejó de escribir y se giró hacia nosotros—. Uno que reconocerán de la lectura de anoche, falló en los negocios, tuvo un ataque de ira, lo derrotaron ambas Casas de gobierno y perdió una vice presidencia antes de ser finalmente elegido como uno de los mejores presidentes de este país —calló unos segundos—, ¿Quién era?

Algunos levantaron la mano, yo, como no tenía la mínima idea porque no estaba poniendo atención, subrayaba mi libro.

—Clara —levanté la vista y vi como todos me observaban, ¿No tuvo suficiente con haberme hecho presentarme frente a todos?, el profesor me miraba esperando que contestara, hasta que un celular empezó a sonar.

—Scott, apaga el celular —voltee a ver a la persona que el profesor regañó.

Scott McCall. Me repetía mi mente una y otra vez. Apostaría que escuché ese nombre antes.

—¿Clara? Uno de nuestros mejores presidentes.

Dejé de subrayar y busqué en mis libros. Siempre había sido pésima en Historia.

Asentí con la cabeza aunque no tenía la mínima idea— ¿El discurso de Gettysburg? —volvió a preguntar y un teléfono sonó de nuevo—. Apaguen los teléfonos. Todos. ¿Clara? —¡Qué no podía pensar, bajo la presión mi mente se ponía en blanco!—. ¿Alguien más lo sabe?

La mayoría levantó la mano y yo me encogí en mi asiento.

Vamos bien Clara, muy bien. Ni por ser el primer día de clases.

Otro celular sonó.

—¡Dije que apagaran los celulares! —gritó el profesor molesto.

Una chica de ojos rasgados habló —Papá, fue el tuyo.

El profesor se giró avergonzado, sacó su teléfono y dijo —"Scott llama a Lydia."

El timbre sonó y nos retiramos.

🍂🍃

Ya había salido de clases cuando me percaté de que no tenia mi celular. Me recargué en un auto y comencé a sacar las cosas de mi bolso.

—¿Dónde estas... Dónde estas? —pregunté buscando mi teléfono como si éste me fuera a responder —. No, no, no, no —murmuré enojada cuando me di cuenta de que lo había olvidado—. ¡Estúpida! —golpeé fuertemente el auto una y otra vez.

—¡Señorita! —lo único que me faltaba, un policía—. Eso se clasifica como vandalismo.

—¿Qué?

Deberían darme un premio a la chica con más mala suerte del mundo, no miento. Me lo había ganado. O reflexionemos... ¿A quién más arrestan por golpear un auto como lo había hecho? Exacto, ¡a nadie!

—Tiene que acompañarme —dijo sin inmutarse.

—P-pero... no, yo solo estaba buscando, y, y no lo e-encontré... Me enoje y g-golpee el co-coche, yo no quería... en verdad —intenté explicarme.

—Señorita... no le entendí nada. Va a tener que acompañarme.

Me subí a regañadientes a la patrulla.

—Es un exagerado, ¿sabe?

—Ahora tiene otra razón para acompañarme, no puede insultar a un policía.

—¿Insultar? ¡Mierda! ¡No lo insulté! ¡Yo no insulto ni a una mosca! —grité, él negó con la cabeza y dijo cosas a las cuales no presté atención—. Solo falta que me lleve a la cárcel por decir "mierda" —susurré.

-¿Qué dijo?

—Nada, no dije nada —murmuré—. Ni siquiera hablaré, porque después agrega más "cargos" —susurré nuevamente—. Y... ¿Como se llama?

Pensé que no contestaría, pero lo hizo.

—Bonnie —dijo.

¿Bonnie? ¿BONNIE? que madre le pone así a un bebé varón. Quizá ya sabía la razón de su exagerar... O quizá bromeaba conmigo, por lo cual comencé a reír.

—Q-que bro-bromista —murmuré riendo.

El me miró serio y me di cuenta de que la primera opción era la correcta. Dejé de reír.

—Lo siento, Bonnie es... un lindo nombre.

—Si, claro, para una chica —dijo y frenó el auto.

Me bajé de la patrulla, Bonnie me tomó del brazo y entramos a la estación de policía— Quédate aquí —dijo y me esposó a un sillón al lado de otro chico.

Si, claro, dice "quédate aquí" como si me pudiera quitar las estúpidas esposas.

—Hola —le dije al chico de mi lado que me miró raro y no contestó —, me llamo Clara, ¿Y tu?

—Derek —murmuró.

—Sin ofender a Bonnie, pero ese si es un nombre lindo.

—Ajá —me contestó y se giró dándome a entender que le valía un comino lo que decía.

Dios... Es un crío y ya está todo amargado.

—Tus ojos son hermosos —dije y él por fin se giró a verme, supe que había dado en el clavo.

Sus ojos en verdad eran muy lindos.

—Gra... -no alcanzó a terminar, un joven oficial nos interrumpió.

—El otro policía cree que soy idiota por preguntar —se hincó frente a Derek—, pero presiento que si te quito las esposas, te portarás bien —dejó de hablar un momento—. Y creo que nos ayudarás a averiguar que sucedió con un familia para sacarte de aquí. ¿Me equivoco?

El chico solo asintió, y el policía le quitó las esposas.

—El otro policía es el idiota —le dijo Derek.

—No puedo decir que no —le contestó con gracia.

—Parrish, ven aquí —le llamó el oficial de la computadora.

Empezaron a murmurar cosas al mismo tiempo que otro policía de mayor edad -por su placa pude distinguir que era sheriff- se acercó a la computadora y la miró unos segundos, enseguida se vio a Derek y nuevamente al computador para darle otra mirada al chico de mi lado, confundido, ¿Qué habrá hecho el tal Derek para estar aquí?
Alguien entró ruidosamente por la puerta interrumpiendo mi faceta de detective.

Era el Scott de la clase de Historia y otro chico.

—Yo me encargaré —dijo el sheriff, hizo señas a los chicos y se adentraron a lo que creo es su oficina.

Me aclaré la garganta —Eh... Bueno, creo que hay problemas mayores como para que encierren a una chica acusada por "vandalismo" por el simple hecho de golpear con sus débiles puños un auto al perder su celular.

El policía Parrish me sonrió y se acercó a mi —Bonnie es un exagerado —dijo antes de quitarme las esposas.

—Lo mismo dije, pero me acuso de agredir a un oficial.

—Puedes irte —dijo, y juro que jamás en mi vida me he sentido tan feliz de escuchar eso.

—¡Gracias! —grité ocasionando que todas las miradas se posaran en mi, incluido Scott y su amigo que salían de la oficina—. Gracias —le repetí en tono más bajo y Parrish solo asintió sonriente.

____________________________

Hola, hola

Espero les esté gustando ★. Pronto viene lo bueno, jojojo. Byyyye.