Apples and cookies

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— Espejito, espejito. ¿Quién es la persona más bella de este reino?

—Su hijo, Niall, reina mía.

Entonces, ella frunció el ceño.


(...)


Un joven ojiazul saltaba por el bosque, acomodando su caperuza sobre su cabellera rubia, tratando de no tirar su canasta en el proceso. Se sentía alegre -incluso más de lo normal- apenas y podía esconder la sonrisa que tenía en sus labios.

Pero no podían culparlo, era una misión especial -según su madre-, lo había mandado especialmente a él -pudiendo escoger entre tantos príncipes y caballeros del reino- para llevarle un regalo y comida a su abuela, a quien no había visto en años.

Y que lo mandara solo lo sorprendió de sobremanera, decían que era muy inocente para el mundo, y por lo tanto para cualquier salida del reino. No quería decepcionar a su madre.

Camino y camino, pero solo veía árboles y más árboles. Pensándolo bien, su madre nunca le había dicho con exactitud dónde se encontraba la casa de la abuela.

"Es un bosque cariño, solo busca una casa y ahí estará la abuela" Dijo como si fuera la cosa más fácil del mundo.

Eso lo desanimo un poco, quizá no estaba buscando bien. Decidió pedirle ayuda al chico que lo observaba desde los arbustos.

Porque si, había notado que estaba ahí desde hace un rato.

—Hola —Saludo con una sonrisa.

El chico solo se asomó un poco, mostrando unas orejas negras que sobresalían de su cabello azabache.

—Soy Niall—continuo al no recibir una respuesta— Estoy perdido, ¿podrías ayudarme?

Sus mejillas enrojecieron al decir lo último.

— Soy Zayn —Sonrió, dejando ver sus dientes afilados— El lobo.

El ojiazul abrió los ojos con sorpresa, no sabía que había lobos por esos lugares.

—B-bueno, es un gusto. ¿Me ayudaras?

El morocho lo miro, confundido. Nadie le pedía ayuda.

—Claro, ¿a dónde quieres ir?

—A casa de mi abuela, vive cerca de aquí, creo.

El moreno soltó una risita.

—Nadie vive en este lugar, cielo.

—Claro que sí —respondió, un tanto fastidiado— Mi madre no me mentiría.

—Vale, si tú lo dices.

Entonces comenzó a alejarse del rubio.

—¡Oye! ¿A dónde vas? —Pregunto asustado, no podría dejarlo ahí solo. ¡No podía!

—A buscar a tu abuela, ¿no es obvio?

Niall soltó un suspiro.

—Pero... —Y los nervios volvieron a manifestarse en el rubio—¿Qué recibo yo a cambio?

La mirada del ojimiel lo ponía más nervioso aún. Él no tenía nada.

—P-pues no lo sé, ¿Q-qué es lo que quieres?

Zayn sonrió como sólo un lobo sabe hacerlo.

—Ya tengo una idea —Dijo para acercarse, quizá demasiado, a su rostro, dejando un beso en la comisura de sus labios.

No pudo evitar ruborizarse.

—Andando —Dijo el pelinegro, tomándolo de la mano.

Niall agarro con fuerza su canasta y volvió a acomodar su caperuza. Y así los dos se perdieron entre los árboles.


(...)


Fueron por todos los caminos posibles, en todas direcciones, intentando encontrar un indicio de su abuela. Pero no encontraban nada.

Y ya cansados de buscar por horas sin ningún resultado, decidieron sentarse bajo un roble.

Mientras descansaban, comenzaron a sacar un poco de comida de la canasta que traía Niall, eran para su abuela, lo sabían, pero el hambre era demasiado para ellos. Sólo eran unas cuantas manzanas y galletas, no le harían daño a nadie.


(...)


Siguieron caminando entre risas y abrazos.

Zayn era tan lindo y gracioso, como quisiera que su madre lo conociera. No era un chico -lobo- tan malo.

"No todo es lo que parece." Solía decirle su abuela.

Sonrió al recordarla, la quería mucho, incluso más que a su madre. Solía visitarla a su antigua casa en el reino cada fin de semana, pero un día llego y ella no estaba.

Le pregunto a su madre sobre su paradero y si podía verla de nuevo, pero ella simplemente le decía "No, Niall, ahora está en un lugar mejor" y sonreía de una manera extraña. Ellas no se llevaban muy bien, nunca entendió por qué.

¿Se refería a este bosque? ¿Este era un lugar mejor?

"Tonterías" Pensaba mientras con una mano metía galletas a su boca y con la otra tomaba la mano del pelinegro, meciéndolas de un lado al otro. Este le sonreía, comiendo su manzana. Parecía uno de esos príncipes y caballeros del reino. Incluso más hermoso y valiente que todos juntos.

Entonces, Zayn soltó su mano, comenzó a toser de manera violenta, tirando lejos la manzana. Y el ojiazul comenzó a llorar porque no sabía qué hacer.

Quizá si iban con su abuela, o su madre...

Pero el comenzó a toser también, le ardía la garganta, sentía como si estuviera muriendo. Cayó junto al cuerpo de Zayn, quien se veía cada vez más débil.

Tomo su mano.

Y sonrió.

Mientras su respiración disminuía poco a poco.


(...)


—Espejito, espejito. ¿Ahora, quien es la persona más bella de este reino?

—Usted lo es, reina mía.

Entonces, ella sonrió.

Disney // Ziall // One shotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora